sábado, noviembre 12, 2011

TRON: El Legado... del Ciberespacio



Flynn: La Red. Una frontera digital. Trate de imaginar datos viajando en la computadora. ¿Qué parecían? ¿Barcos? ¿Naves? ¿Motocicletas? ¿Los circuitos eran como autopistas? Soñaba con mundo que creía que nunca iba a ver. Y entonces, un día…
Sam: ¡Entraste!
F: ¡Así es, muchacho! Entré… Ese mundo era más hermoso de lo que había soñado y más peligroso de lo que había imaginado. Conocí a un guerrero valiente.
S: ¡A Tron! Él defiende a los usuarios.
F: Me enseñó cosas que nadie se había imaginado. Batallas de discos en arenas espectaculares y motocicletas que corrían en listones de luz. Era genial. Y juntos…
S: ¡Hicieron la Red!
F: Hicimos una nueva Red, para programas y usuarios. Yo no podía estar ahí todo el tiempo, así que inventé un programa a mi imagen que pudiera pensar. Como tú, y yo. Y lo llamé… Clu.
S: Utilidad Análoga Codificada (Codified Likeness Utility).
F: Así es. Y Clu, Tron y yo, hemos construido un sistema donde toda la información es accesible y libre. Hermoso. Y luego, un día, algo pasó, algo extraordinario. Un milagro. 

O1. Obertura. 02. La Red[1]

La secuela de la película “TRON” (1982) llamada “TRON: el Legado” (2010), más allá de su calidad estética o narrativa, presenta una importancia que reside en la anécdota especulativa sobre la condición humana en un nuevo ambiente a partir de los cambios en el tecnología. El género de la especulación científica, de las visiones del mundo futuro, de las denuncias sociales sobre la tecnología, compete al psicoanálisis ya que aborda nuevas formas del humano frente al malestar en la cultura. Lo que nos interesa de “TRON El legado” es su fábula básica que por medio del recurso de la fantasía, de entrar del otro lado del espejo -en este caso digital- permite al medio-decir del arte, y del mito, reconocer los ladrillos que construyen ese camino del discurso que estructura nuestra realidad.



Para entrar en materia digital, recordemos que el TRON del 1982 la historia trata de un programador de videojuegos, Kevin Flynn, que le han robado la autoría de los mismos y lucha por entrar en la memoria de la computadora central de la empresa para recuperar la información sobre su autoría. El villano de la historia es la misma computadora, el Control Maestro, quien para detener a Flynn lo transporta al mundo cibernético para destruirlo ahí donde reina de forma totalitaria. En el mundo digital existe un héroe llamado Tron quien combate contra el régimen totalitario defendiendo a los creadores de los programas, los usuarios. De ahí que los programas se sorprendan de encontrar en su mundo un usuario como Flynn. Esta historia que en su momento representó un fracaso cinematográfico para Disney, al paso de los años se volvió película de culto entre la cambiante sociedad donde el tema del mundo virtual, el mundo de los videojuegos y posteriormente del Internet, veía en TRON el anunciamiento de un nuevo mundo, un nuevo lazo social y, por consiguiente, una nueva posición subjetiva, la del usuario en el mundo virtual.  


“Cada vez que veo a un joven con un teléfono celular me digo “hay más poder computacional en esa mano del chico de la que tuvimos en toda la primera Tron”. Desde mi perspectiva, allá en 1982, estábamos apenas aproximándonos a la “cerca de la ciber-villa””.
Steven Lisberger (Productor, TRON legacy, 2011. Escritor y Director, TRON, 1982). Entrevista. Tron: Legacy: ¿Vivimos en una era digital? Jorge Ribas. Discovery news.   

03. El hijo de Flynn

28 años después llega TRON el Legado, donde encontramos al hijo de Flynn, Sam, en búsqueda de su padre desaparecido por más de 20 años. Sam es transportado al mundo virtual construido por su padre que llaman “The Grid”(La red, la rejilla), donde el propio Kevin Flyyn está atrapado y perseguido por un programa llamado CLU quien es el tirano de ese mundo. La historia sigue las convenciones del género de aventuras donde el héroe intenta escapar del mundo totalitario y lograr la pareja amorosa al clásico estilo Hollywoodense.

Lo interesante que aporta esta historia, la encontramos en los detalles sutiles. Desde el punto de vista técnico, visual y artístico lo que resalta de “TRON el legado” es el villano que enfrentan Kevin y Sam Flynn, el programa Clu, quien fuera creado por Kevin para ayudarle a construir el mundo virtual como un sistema perfecto. Mientras la primera historia nos presenta el mundo digital y el usuario dentro de ese mundo, “Tron: el legado”, haciendo honor a su nombre, nos presenta las dificultades de ese tránsito en el mundo digital. Mientras la original Tron anuncia la creación de un nuevo espacio y Flynn entra por error traspasando la barrera de la pantalla que divide al usuario del mundo virtual; el Legado es que ahora el usuario voluntariamente se sumerge en este “mar de simulación” con un aparente mayor control, solo para encontrar un nuevo villano/síntoma. “Tron el legado” ha sido comparada por el tema concerniente al mundo virtual, la interacción entre humanos y los programas computacionales, con la trilogía de The Matrix. Sin embargo insistimos en la importancia de los pequeños detalles ya que en su simpleza, “Tron el legado” es más inquietante que la ambiciosa propuesta de Matrix ya que supone la idea de que el usuario libremente busque introducirse en la virtualidad lo que lo enfrenta al drama de la normalidad más que el discurso paranoico del secuestro de las máquinas. De cierta forma, Matrix es muy conservadora al ser una película de pretensiones filosóficas y aleccionadoras la cual emerge como encarnación de las ideas ortodoxas de ver en el ciberespacio el dominio de la psicosis. Afortunadamente, Tron el Legado se queda en el sendero amigable de la aventura juvenil, como una especie de novela “digital” del neurótico.

Formalmente la historia de “Tron el legado” es la vieja historia de predicamento edípico. El héroe es el niño que reencuentra al padre y el padre es aquel todopoderoso que tiene que morir para que se produzca la pareja amorosa. El padre todopoderoso “bueno” acepta su muerte al unirse con su doble “malo” para que en su incorporación/muerte se instale el agente de la Ley con el padre sustituto encarnado por Alan que finalmente toma a su cargo la empresa de Flynn. Además permite el acceso a la Mujer, bellamente encarnado en el milagro que son los ISOs, al rescatar a la última (el erotismo femenino), la mujer que había cuidado el padre como herencia para su hijo.

Sin embargo, la variación más interesante de este mito edípico de la era digital es el papel del padre; es decir, Kevin Flynn a  nuestros ojos es el verdadero protagonista de la historia. Así, el mito edípico tenemos que verlo como la historia de la normalidad del lazo social con el pequeño detalle de estar en un terreno alterado por la dialéctica del usuario. De esta forma, la historia es la de Flynn, el usuario, el amo-esclavo del mundo digital, que está encerrado en su creación y viene a ser salvado por el hijo que lo busca. ¿De qué viene a salvarlo? De su propio villano en la figura de su doble imaginario que finalmente es él mismo. Viene a salvarlo de su condición de usuario impotente enfundado en su estado de Maestro Zen. Es en este cambio de escenario que la función del mito prevalece cuando da el siguiente paso dentro del mundo virtual con una jerga y experiencias que comienza a ser compartidas.


08. El juego ha cambiado.

Como menciona el actor de “Tron: el Legado”, Jeff Bridges, esta historia es la “oportunidad de hacer un mito moderno sobre la tecnología” por lo que en los detalles de esta “actualización” edípica (¿Oedipus update o –como se pregunta Jerry Aline Flieger en su artículo del mismo nombre- Oedipus on-line?) vemos que Flynn está suspendido en un mundo donde no puede salir, y de cierta forma, tampoco puede morir. El visionario escritor y director de la primera Tron, antes citado, describe así el punto central de la trama de nuestro mundo a través de “Tron: el legado”.

El legado de Tron es el triunfo de los usuarios. El mundo virtual no solo es construido por ellos como el tras bambalinas de los videojuegos sino que ahora el usuario quiere vivir ahí. Ese cambio resuena en el discurso de Flynn como propuesta de una nueva era:
  
F: Una frontera digital para reconfigurar la condición humana. ¡Ahí dentro hay un mundo nuevo! ¡Ahí dentro está nuestro futuro! ¡Ahí dentro… está nuestro destino! 
El significante usuario reconoce a un sujeto que se define desde el uso, la utilización y el consumo de algo. ¿Qué cambia de la noción tradicional del consumo? El cuento de Flynn es donde la “tiranía” del usuario se vuelve contra al mismo al cruzar la barrera que lo separa de eso que hace trabajar. La psicoanalista Hebe Tizio menciona lo siguiente al respecto de ese significante postmoderno:

La utilización del término “usuario” obtura la dimensión subjetiva porque reduce el sujeto a su relación con un aparato institucional determinado. Es el objeto producido por este discurso y, la más de las veces, nombrado por el goce que encarna; aunque de esta manera se lo haga más resistente: “fracaso escolar”, “toxicómano”, “maltrato”. [2]

El usuario está atado al agente de tal forma que el consumidor termina dibujando al figura del adicto, del obligado a consumir. En el mundo de Tron el usuario que es visto como deidad, cuando transita al mundo de los programas se convierte en consumidor impotente sujetado por su creación. Cuando hablamos de la adicción recordamos que su etimología implica esclavitud, una obligación a responder al llamado del amo. Aquí encontramos una alteración de la relación clásica entre el amo y el esclavo. El usuario es alguien cuya posición de amo es desbordante de tal forma que termina sometido a la acción del programa complaciente, de la utilidad virtual.

Más allá del uso de aparatos y dispositivos, lo que encontramos que cambia es el “espíritu” del uso. La noción de usuario, el reconocimiento de dicha identidad, introduce al sujeto en la ideología de la máxima eficiencia, el valor agregado, la potencia energetizánte y la inmediatez. Incluso el juguete se vuelve una utilidad para potenciar la socialización o las habilidades. Ya ni siquiera se toma agua porque tiene sed, el usuario no reconoce una falta en su ser, sino que se hidrata. Al igual que la crítica que se hace al modelo basado en competencias no es con respecto a su calidad de técnica pedagógica sino a su esencia filosófica de las empresas y el mercado, ese mismo discurso es el que establece como su agente el Usuario, el cliente que diseña su objeto a consumir al que siempre le preguntan ¿encontró todo lo que buscaba?

Cuando hablamos del usuario, ya estamos en un nuevo tipo de lazo social y una correspondiente posición subjetiva. Jacques Lacan habla de esa “pequeña vuelta” y lo nombra el Discurso del Capitalista:

Esa relación de frontera entre lo Simbólico y lo Real; ahí vivimos, viene al caso decirlo; el discurso del Amo, eso se mantiene siempre, y ¡aún más! Pueden verlo de cerca, pienso, suficientemente, como para que yo no tenga necesidad de indicarles lo que habría podido hacer si me hubiese divertido, es decir, si buscara la popularidad: mostrarles la pequeñísima vuelta que en alguna parte hace de eso el discurso del capitalista. Es exactamente el mismo asunto, simplemente que está mejor armado, funciona mejor, ¡los engrapen mejor![3]

Por su parte el psicoanalista Néstor Braunstein recuerda el cambio y otras implicaciones clínicas:

El capitalismo requiere darse a sí mismo “buena conciencia” y por eso se dirige al saber (S2) del que espera la justificación; su producción es la de mercancías (objetos (a)) que son manifestaciones visibles de la potencia de la empresa de producción y que ocultan de modo fetichista la razón de ser de sus empeños, la extracción de plusvalía… El sujeto, en la ceguera de sus demandas, sin saberlo, inconsciente, transmite y hace actuar la voluntad del amo... Es un sujeto desconocedor de su servidumbre a esa “verdad” que lo trasciende; es el sujeto que la fenomenología sociológica de nuestro tiempo, influida por el psicoanálisis, llama “narcisista”. El narcisismo sería la estructura clínica que refleja la fórmula del discurso del capitalista.[4] 

En nuestro caso fílmico, el usuario se excluye del mundo circundante y convive en este mundo virtual. Lo primero que se suspende es la relación con el resto del otro. Pero más aún, el cambio se da en la suposición del usuario donde comanda y consume, con derechos y ordenes generadas por la ideología de la eficiencia, el mercado, la calidad y la competencia.  El usuario es un pequeño amo que demanda el cumplimento ya no de sus deseos, como el cliente que encontró todo lo que buscaba y cuyo tiempo de espera es reducido al ser signo de frustración.

En “Tron: el Legado”, Flynn es ese sujeto del discurso del Capitalista, ese burgués-proletario, cuyos designios “diseñan” y lo sumerge en el espacio creado en una identidad digital. Braunstein menciona al final de la cita que “el narcisismo sería la estructura clínica que refleja” a este sujeto. ¿Cómo se relaciona el discurso del Capitalista con la clínica del narcisismo para nombrar la presentación actual de los síntomas clínicos? Aquí conviene recordar que el contexto por el que tomamos el término es el psicoanalítico, y no la relación popular de nominar narcisista a “alguien que se cree mucho”, a un vanidoso, a menos que resaltemos en esa creencia un dejo de angustia por la imagen y un posterior alejamiento del otro social. La historia de Flynn nos permite revisar de nuevo el funcionamiento del narcisismo además del malestar que implica. Ese narcisismo como malestar, viene desde la imagen ideal construida para auto regular al sujeto. Ese que en psicoanálisis se ubica en una instancia psíquica conviene enfrentarlo desde el mundo de la Red de  Tron.



13. Derezzed.

La función del mito es presentar ese discurso sin palabras a través de la relación de los personajes, en su simplicidad radica el llamado “poder del mito” como lo menciona Guillermo del Toro. La respuesta sobre las condiciones dramáticas de la clínica del narcisismo (no olvidemos que también toma su nombre de un mito) nos las puede aportar Tron el Legado cuando nos detenemos en el villano. El “malo” de las historia es el agente del malestar, así como el síntoma del héroe. Némesis como la justicia retributiva que da cuerpo al exceso del héroe. En este mito es más que evidente que el villano es producción del propio héroe, Flynn “ha creado un monstruo” a su imagen y semejanza. El drama de esta producción Narcisista es la creación de un un doble malvado de Flynn, es su imagen en el espejo virtual.

Visualmente el personaje de Clu es una réplica imaginaria de Kevin por lo que los artistas de efectos especiales rejuvenecieron digitalmente al actor Jeff Bridges utilizando una técnica de “reemplazo de rostro”.


“Utilizando un casco con cuatro cámaras HD (alta definición) los movimientos faciales del actor son registrados en una computadora donde construyen una versión CG (gráficos por computadora) de su rostro utilizando fotografías de cuando tenía 30 años. Se utiliza la actuación de Bridges para controlar las expresiones de su juvenil yo digital.” Tron: Legacy: Jeff Bridges rejuvenece digitalmente Jorge Ribas. Discovery news.

De esta forma, el conflicto es entre Flynn y su doble, semejante a otras historias que, aunque no comparten el contexto digital del ciberespacio, si lo hacen en el plano del discurso del capitalista que los sostiene; nos referimos a la película “El club de la pelea” (1999)  y más recientemente “El cisne negro” (2010), las cuales proponemos para su análisis tomarlas como fábulas, cuentos de aventuras, misterio o terror y no como ejemplos de casos psiquiátricos.

El tema del Doble (Doppelgänger) es abordado por Freud en su artículo “Lo ominoso” (1914) basándose en las aportaciones de Otto Rank. Esta función del doble es la que en la obra de Freud es iniciada en Introducción al Narcisismo y será más elaborada en Psicología de las Masa y análisis del Yo con el nombre “ideal del yo” y finalmente como “Superyó” en “El yo y el Ello”. Lo que nos aporta la historia de Tron es el nacimiento de Clu cuyo nombre implica una duplicación imaginaria, es una utilidad (programa) semejante al usuario. El propio Steven Lisberger, creador de Tron, menciona lo siguiente:

“Y tu generación, tiene que enfrentar el “dilema de CLU”. El cual es que ésta tecnología puede exigir demasiado de nosotros en pos de la perfección, (hacernos enormes demandas de perfección). Nos pide de alguna forma que nos convirtamos en programadores para lidiar con ese mundo y los demás.”[5]

Flynn crea a Clu con la consigna de crear el sistema perfecto. Es así el agente que vigila la calidad, eficiencia, competencia; siendo la encarnación de lo Auto en la autogestión, el autocontrol e incluso el autoestima. Resulta impactante que Flynn se encuentre atrapado en una posición de renuncia budista, como bien trabaja Žižek, la ideología que mejor funciona con el sistema capitalista –de ahí lo interesante de la relación con el hijo como amorosamente reclama Flynn a Sam “¡Estas estropeando mi estado Zen, amigo!”. Esta postura autística, de renuncia, aleja al sujeto del lazo social al enfrentarse al otro solo como potencial enemigo, como lo muestra la ética del acoso y su correspondiente fobia social. Flynn está atrapado en el mundo perfecto que buscaba buscando el autocontrol es sometido por su auto, el si mismo del ideal. 

Uno de los temas postmodernos es la búsqueda de esa perfección en la noción psicológica de autoestima. Lo interesante de ese concepto más allá de lo auto es la estima. Esa valoración es la que genera el drama. Si uno busca tener una autoestima alta, lo primero que tendría que romper es la idea misma del autoestima. Si aparece la función que evaluará la auto-imagen siempre habrá algo que corregir o la angustia se desbordará ante la amenaza de perder el estado ideal. Si se pierde, entonces otro mecanismo aparecerá en la devaluación: la culpa. El mundo de las neurosis de angustia, similares a las narcisistas o las de borde, se distingue por una angustia empujada por un Superyó implacable. En la distancia puesta frente al otro y la búsqueda de la perfección, si algo falla, entonces solo puede haber un culpable, el propio sujeto. Clínicamente a Freud le llamaba la atención un mecanismo actualmente muy común, la reacción terapéutica negativa.

“Tron el Legado” presenta de forma mítica esa lucha contra el doble que encarna la función de un Superyó implacable; ¿Cómo se relaciona con el mundo actual y el discurso del Capitalista?

En este sentido esta circularidad del discurso capitalista que está facilitada por el rechazo de la castración, genera la ilusión en el sujeto del encuentro con el objeto de la satisfacción. Esta circularidad de goce se puede enlazar perfectamente con lo que el Superyó ordena al sujeto, renunciar a la satisfacción de la pulsión, pero que a la vez se alimenta de esa pulsión renunciada dice Miller en “El lenguaje aparato del goce” Y agrega: viene hablando de la TV y ubica en un objeto de la tecnología la encarnación del Superyó. Dice: “... Estamos en los crecientes impasses de la civilización cuando somos capaces de multiplicar la mirada y la voz, es decir los soportes del Superyó. Lo que soporta el Superyó es el objeto “a” que toma el lugar del objeto perdido. En este estadio de la civilización tenemos miradas y voces multiplicándose en esta sociedad Tenemos la propia producción- lo que podemos llamar la industria de los medios- que es parte de los crecientes impasses de la civilización en la medida que intensifica la presencia y las demandas del Superyó”. Lo que llamamos Discurso Capitalista, no es capaz de refrenar al Superyó, al contrario impera al servicio del Superyó.[6]


18. C.L.U. 20. Flynn Lives.

El triunfo de la película serán esas escenas donde la relación de Flynn con su doble abre la posibilidad de una salida al enfrentamiento especular de nuestros tiempos. Lo interesante es que el mismo villano Clu, recuerda su nacimiento cuando Flyn lo saca del espejo digital y le hace una encomienda “crearás el sistema perfecto”. Esa imagen, de Flynn creando a Clu, podemos nombrarla de forma chistosa/familiar como la relación con su I-ich. Sigamos el chiste. 

En una película de la serie cómica “Sacary Movie” toman de historia central a parodiar la versión de “la Guerra de los Mundos” dirigida por Steven Spielberg. En el momento de la aparición del extraño objeto extraterrestre algo esta distinto. La enorme torre metálica sobre el protagonista tiene cara familiar, es un i-pod gigante. Vemos el “amigable” interfaz del i-pod moviéndose  seleccionando “Los increíbles Ochentas” (“Awesome 80’s”) para después escuchar en la voz de Boy George su éxito “Camelia”. Todos se ponen contentos al escuchar la música hasta que el “Aparato” rectifica y cambia a otra opción, seleccionando finalmente “Destrucción de la Humanidad” (“Destroy Humanity”); transformándose así en el clásico Tripoide descrito por Wells en su novela, lanzando rayos letales hacia la multitud que corre despavorida.

Como siempre, la parodia es para-odiar sin llegar a la violencia, es la mejor manera de hacer algo con ese “aspecto sádico del amor” del que hablaba Freud. Esta imagen del i-pod transformándose en el aparato destructor, aprovecha la poética similitud del “i-pod” con “tripod” pero además “echa carro” sobre la relación divertida y siniestra que se puede guardar con los gadgets, sobre todo cuando el lazo que se estable es entre un usuario y su aplicación.

Para mostrar lo anterior, Tron el Legado tiene una escena que en su simpleza está su genialidad. Previo a que Clu y su ejército crucen el portal que los llevaría al mundo de los humanos, el villano, como líder que es en la Red se dirige a su ejército reproduciendo, y haciendo ominoso, el discurso de Flynn a su compañía antes de que desapareciera.
  
“Maximizar la eficiencia ¡Eliminar la imperfección del nuevo sistema! ¡Tengo una visión clara, hermanos programas! ¡Allá fuera hay un mundo nuevo! ¡Allá afuera está nuestra victoria! ¡Allá afuera está nuestro destino!” 

Lo monstruoso y ominoso de Clu reside en el carácter de exageración de lo familiar de Flynn, la realización de su fantasía en espejo, donde lo íntimo se vuelve intimidante, recordando que ambas comparten etimología siendo la segunda solo un superlativo de la primera. (para Freud sería del “heim” al “unheimlich” y para los ingleses el pasaje del “host” al  “hostil”).
   
Posteriormente, en el momento climático, Flynn enfrenta a Clu como último recurso para que su hijo vuelva a casa. Lo que encuentra es un reclamo amoroso por parte del doble a su creador.
  
Clu: ¡Hice todo! ¡Todo lo que me pediste!Flynn: Sé que lo hiciste.       
Clu: ¡Ejecuté el plan!Flynn: Tal como tú lo veías.Clu: ¡Me prometiste que íbamos a cambiar el mundo, juntos! ¡Rompiste tu promesa!Flynn: Lo sé. Ahora lo entiendo.
Clu: Llevé a este sistema a su potencia máxima. ¡Creé el sistema perfecto!Flynn: El asunto con la perfección es que es indefinible (incognoscible). ¡Es imposible pero también la tenemos enfrente todo el tiempo!  Tú no lo sabes porque yo no lo sabía cuando te creé. Lo siento, Clu. Lo siento.
Clu responde con un golpe que tumba a Flynn. Sam y Quorra se acercan al rayo que lo llevara al mundo real. Clu los deja ir para quitarle su disco a Flynn para descubrir que ha intercambiado discos con Quorra y es ella quien tiene el disco-llave.
Clu: Sabías que te iba a ganar. ¿Aún así hiciste todo esto? ¿Por él?... ¡¿Por qué?!Flynn: ¡Es mi hijo!Clu se abalanza hacia Sam y Quorra. Al verlo Flynn decide incorporar a Clu como última medida para detenerlo, significando esta unión, un potencial suicidio de Flynn. En la unión de Flynn y Clu, ambos explotan.

Lo anterior, aunque de una forma simple y propia del terreno de la fantasía del héroe, abre una interesante posibilidad de nuestra relación con el ciberespacio y los monstruos que podamos generar en él. Como lo aborda Žižek en su escrito que bordea simultaneamente el fatalismo y el optimismo postmoderno:

“Tal vez la capacidad del ciberespacio para exteriorizar nuestras fantasías más íntimas en toda su inconsistencia abra a la práctica artística una posibilidad única de escenificar, de “actuar”, el soporte fantasmático de nuestra experiencia… lejos de esclavizarnos a estas fantasías y convertirnos en ciegos títeres desubjetivados, el ciberespacio nos permite tratarlos de modo juguetón y ganar de este modo un mínimo de distancia hacia ellos: alcanzar lo que Lacan llama la traversée du fantasme, “recorrer, atravesar la fantasía… Esto no significa, sin embargo, que el inducirnos a “atravesar la fantasía” sea un efecto automático de nuestra inmersión en el ciberespacio… ¿no podría ser que el error fuera preguntar cuál de las cuatro versiones de la economía libidinal/simbólica del ciberespacio esbozadas aquí (la suspensión psicótica del Edipo, la continuación del Edipo por otros medios, la escenificación perversa de la Ley, la travesía de la fantasía) es la “correcta”? ¿No podría ser que esas cuatro versiones sean las cuatro posibilidades que abre la tecnología del ciberespacio, de modo que en último término la opción es nuestra?”[7]

La vieja nueva lección de Tron el legado, con respecto al ciberespacio, es la misma de relación con la “tontería” de los síntomas, las ficciones, el juego y el arte, nos permiten encontrar algo más a través del vacío que sostiene la fantasía que estructura nuestra realidad, en otras palabras, el juego del deseo. Como en el enfrentamiento de Flynn contra su Doble fantasmático donde el héroe, siguiendo la tradición del cuento, encuentra un saber (Tú no lo sabes porque yo no lo sabía cuando te creé) que solo es posible en el recorrido de la Odisea.

Entonces ¿Cómo atravesar la fantasía en el ciberespacio sin terminar en atrapado por la imagen de mi doble? Bueno, eso, tiene su chiste; o mejor dicho, “bueno, su chiste tiene eso”. Como lo muestra la película “Scott Pilgrim vs the World”, comedia romántica presentada con la textura del videojuego, que en su escena final, cuando el protagonista ha vencido a todos los ex de la chica de sus sueños, queda un rival final de origen “gamer”, el Nega-Scott (emulando la tradición en los videojuegos de peleas como el Street Figther con Ryu y Evil Ryu). La solución de Scott Pilgrim es la sabiduría del chiste. Scott y el Nega-Scott terminan platicando y lo despide con una palmada diciéndole “¡Pórtate bien!” Ante semejante escena le preguntan a Scott “¡¿Qué pasó?!” a lo que contesta “¡Nada, solo hablamos chido y resulta ser un buen tipo! Vamos a ir a almorzar la próxima semana. ¡De hecho, tenemos mucho en común!”. Esta es la propuesta divertida con respecto al ciberespacio, en lugar de considerarla la tierra prometida (pasividad nostálgica de contemplación) o la perdición de la humanidad (fascinación angustiante con el doble especular) podemos darle la importancia del juego, donde puedo encontrarme algo (el amor) más allá de lo que pido como usuario.

De nuevo, en la tradición occidental ese milagro del amor, ese sublime objeto del deseo, se materializa en la figura de lo femenino, siendo, en el mundo de Tron el Legado, la figura de los ISOs. Como menciona el propio Flynn a su hijo:

Flynn: Tron fue creado por Alan para el sistema antiguo. Yo lo traje para proteger este. Clu fue una creación mía, un programa para construir un mundo perfecto. Estábamos trabajando arduamente creando una utopía. Horas aquí eran minutos en casa. Cuando pensé que ya no podía llegar más profundo pasó algo inesperado… El milagro… Los ISOs, algoritmos isomórficos. Una nueva forma de vida… Solo se manifestaron… no salieron realmente de ningún lado. Durante siglos soñamos con dioses, espíritus, extraterrestres, una inteligencia superior. Los encontré aquí, como flores en el desierto. Profundamente ingenuos. Inimaginablemente sabios. Eran espectaculares. Todo lo que había buscado en el sistema: control, orden, perfección; ya no importaban. Había estado viviendo en un salón de espejos. Los ISOs lo destrozaron. Las posibilidades de su código básico, su ADN digital. ¿Enfermedades? ¡Pasaban a la historia! La ciencia, filosofía, todas las ideas del hombre estaban disponibles. ¡Jazz biodigital!... Clu consideró a los ISOs una imperfección así que los destruyó.

Esos ISOs recuerdan la llamada “tesis más antifeminista” de Lacan “La mujer es un síntoma del hombre” o su variación “la mujer es el sueño del hombre”. ¿Qué significa semejante afirmación?

“… si concebimos el síntoma tal como fue articulado en los últimos escritos de Lacan… como una formación significante particular que confiere al sujeto su propia consistencia ontológica, permitiéndole estructurar su relación básica y constitutiva con el goce, entonces… si el síntoma se disuelve, el sujeto mismo pierde pie, se desintegra… Por lo tanto, la mujer ya no es concebida como fundamentalmente “pasiva” en contraste con la actividad masculina: el acto, como tal, en su dimensión más fundamental, es “femenino”… los hombres son “activos”, buscan refugio en la actividad implacable a fin de escapar a la dimensión propia del acto”. [8]

De cierta forma, lo anterior rompe la lucha de los sexos ya que también para las mujeres “la mujer es el sueño”. Volvemos a la pregunta por el ciberespacio ¿Cómo hacerle frente al “Dilema de CLU: ésta tecnología puede exigir demasiado de nosotros en pos de la perfección”? Una posibilidad es jugar con el más allá de la demanda del usuario y el gadget. “¿Encontró todo lo que buscaba? Afortunadamente no, sigo viendo hasta que algo me hace ojito y luego me aviento a seguir las pistas del vacío ridículo que mi imagen me muestra. Finalmente, ese monigote y yo, tenemos mucho en común”. 


[1] Los subtítulos del presente escrito remiten a la Banda Sonora de “Tron Legacy” compuesta por los artistas de la música electrónica Daft Punk, lo recomendamos como fondo musical de estas ideas, en honor a la Transmedia.
[2] Hebe Tizio. La posición de los profesionales en los aparatos de gestión del síntoma. en “Reinventar el vínculo educativo: aportaciones de la Psicología Social y el Psicoanálisis”. 2003. Editorial Gedisa.
[3] Jacques Lacan. Clase del 2 de Diciembre de 1971.
[4] Néstor A. Braunstein. El Discurso de los Mercados — ¿Un “Sexto” Discurso? www.nestorbraunstein.com
[5] Steven Lisberger (Productor, TRON legacy, 2011. Escritor y Director, TRON, 1982) en “¿Vivimos en una era digital?” Jorge Ribas. Discovery news.   
[6] Bernarda Antoniassi. Relaciones entre el Discurso Capitalista y el Superyó. http://www.antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=758
[7] Žižek, S. (2006). ¿Es posible atravesar la fantasía en el ciberespacio? En S. Žižek, Lacrimae Rerum. Ensayos sobre el cine moderno y ciberespacio (págs. 282-283). Barcelona: Random House Mondadori.
[8] Žižek, S. (2004 (1992)). ¡Goza tu síntoma! Jacques Lacan dentro y fuera de Hollywood. Buenos Aires: Nueva Visión.

viernes, noviembre 11, 2011

El Planeta de los Simios (R)Evolución


El simiesco acto de la insurrección

Para este mes de noviembre, qué mejor que un escrito revolucionario tomando como pretexto la más reciente entrega de la saga fílmica del Planeta de los Simios, llamada en nuestro país El Planeta de los Simios: (R)Evolución. Espero que para todo hermano cinéfilo mexicano pueda ser reconocible la relación que guardamos con la forma como son rebautizadas la películas para su exhibición en nuestro país. La del amorodio, amamos odiar esos títulos ridículos donde todas la películas de comedia son “locas” y las de terror son “del Diablo”. Pero también es necesario reconocer que odiamos amar esos títulos, por lo que un buen cinéfilo es separado del vulgo cuando conoce el título original y ve con desdén su “tropicalización”. Sin embrago nos parece más divertido, e interesante, tomar en cuenta lo que en su pretensión, prejuicio, condescendencia, es decir, estupidez-síntoma de nuestro discurso dominante, nos puede hablar con respecto a los temas que la cinta maneja (incluso aunque no pretenda hacerlo). 

Para la película en cuestión “Rise of the Planet of the Apes”, la ocurrencia pretenciosa de hacer un juego de palabras que mezclan Evolución con Revolución es tomado directamente del slogan del tráiler “Evolution Becomes Revolution” (“La evolución se convierte en revolución”). Por lo anterior, la palabreja “(R)evolución” la preferimos al sobrio “El Origen del Planeta de los Simios” como es conocida en otros países hispanoparlantes; ya que en el mexicano se conserva el carácter revolucionario del motín, el acto del levantamiento, la insurrección del “Rise” original. Así nos encontramos ante el primer ataque de los alzados cuyo brazo estirado es signo de lucha y rebelión. 

Desde la película original es claro que estamos en el terreno de las metáforas propias de la ficción científica (science fiction). El recorrido de Taylor por la aldea de los simios, la religión, el funcionamiento en castas, la militarización, el control de la información por parte de aquellos en el poder; llevan al personaje principal a proferir maldiciones primero contra los sucios changos y luego contra aquellos maníacos que tuvieron la culpa, los mismos humanos de los que huyó en primer lugar. La lección viene con el gran final de la película que bien podemos interpretarla si la tomamos con la sabiduría del lapsus freudiano, siguiendo el nudo del juego de la metáfora, del equivoco, hasta llegar a tomarla al pie de la letra: el Planeta de los Simios es la Tierra. Demos el siguiente paso que rehúyen las secuelas, nosotros somos los Simios. 

Si comparamos la cinta original de 1968, nuestra empatía con el protagonista es a partir de su sometimiento y persecución contra esos “Salvajes en el poder”, siendo esos simios, la más clara expresión del grito de rebelión juvenil contra la “momisa” autoritaria, conservadora y retrograda cuyo choque lo muestra la sangre del 2 de octubre en nuestro país. 

En la cinta del 2011, hay un interesante giro cuando el protagonista con el que el espectador se identifica es el propio simio. Sin embargo, gracias a la artimaña postmoderna de la pre-cuela (artimaña que conviene tomar en cuenta) a pesar de las diferencias –en lugar del futuro lejano es el presente cercano, en lugar del hombre extraño es el simio extraño el protagonista, en lugar del final melancólico esta la amenaza creciente- se cuenta la “misma historia”, la rebelión de los oprimidos contra el sistema. Lo interesante es ver qué condiciones presenta esta rebelión, las características de éste sistema y qué nos pueden decir de nuestros tiempos las diferencias entre las cintas. Aún así, el juego principal se sostiene, hay que partir de la metáfora de nosotros somos los Simios. 

¿Occupy Planet of the Apes o los indignados del Planeta de los Simios?

El movimiento Occupy Wall Street es definido así en su página oficial:

Occupy Wall Street es el movimiento de resistencia sin líderes con gente de muchos colores, géneros y tendencias políticas. Lo único que todos tienen en común es que somos el 99% que no tolerará más la codicia y la corrupción del 1%. Estamos utilizando la revolucionaria táctica de la Primavera Árabe para alcanzar nuestros fines y fomentar el uso de la no violencia para maximizar la seguridad de todos los participantes. Este movimiento # ows faculta a las personas reales para crear un verdadero cambio de abajo hacia arriba. Queremos ver una asamblea general en cada patio, en cada esquina de la calle, porque no necesitamos de Wall Street y que no necesitamos a los políticos a construir una sociedad mejor. http://occupywallst.org/

Estos movimientos sociales que encontramos en la actualidad de nuestro mundo da clara muestra de la pertinencia de una película como El Planeta de los Simios (R)evolución. Reiteramos la semejanza de la cinta del 1968 y la del 2011 en el tema de la lucha contra un sistema opresor, sin embargo, la diferencia es aún más interesante. La lucha de Taylor es contra unos changos conservadores (religiosos, dogmáticos, tienen zonas prohibidas), de una forma que es demasiado familiar para la revolución de los 60’s –tan familiar que convendría preguntarse por qué Taylor le interesaba tanto defender los derechos de los humanos si creía que se encentraba en otro planeta si no es que de cierta forma intuía que estaba en su propia pesadilla, luchando contra los monstruos de los que había huido, al más puro estilo de Dimensión Desconocida, cortesía de Rod Serling. En cambio, la lucha de Cesar es contra de unos humanos que lo tratan con respeto, cautela, lástima y lucro. 

Un dato interesante lo aporta el cambio de discurso no solo apoyándonos en el protagonista sino en el villano, eso lo encontramos en la “triste” lección del remake. Recordamos la película de 1962 “The Manchurian candidate” protagonizada por Frank Sinatra y la comparamos con la versión del mismo nombre protagonizada por Denzel Washington del 2004. En la versión de Frank Sinatra el título es aterrador porque es claro, “El candidato manchuriano” refiere a los villanos solo por su localización siendo los comunistas, ubicados tanto en China como en la URSS, que intentan atacar a los norteamericanos a través de controlar a un candidato presidencial por medio de experimentos de modificación de conducta volviéndolo un autómata capaz de asesinar. Así, los malos, los comunistas, son aquellos de Manchuria, lugar donde capturaron y experimentaron con el que se volverá presidente autómata de Estados Unidos. En la versión reciente se conserva su nombre de Candidato Manchuriano, conocida en nuestro país como “El embajador del mal”, pero ahora los malos ya no son el régimen comunista sino una empresa internacional llamada “Manchurian Global”. El resto de la trama se conserva similar, pero ese pequeño cambio hace toda la diferencia, ya que ahora no es un “Embajador del Mal de los comunistas” sino del propio Capitalismo global. Ahora, “Manchurian Global” como empresa trasnacional que financia las campañas de “ambos bandos” presenta un nuevo orden en el mundo.

En el Planeta de los Simios, los villanos cambiaron del conservador (y honorable) Dr. Zaius que representa al gobierno dogmático y autoritario; mientras que ahora la galería de villanos adquiere diversas formas. Primero tenemos el laboratorio que busca la cura contra el Alzheimer por un lado por el científico bueno que quiere ayudar a su padre y por el otro la compañía que quiere tener una valiosa patente. Después vemos a los vecinos que ven un peligro en Cesar y los mismos cuidadores que se convierten en celadores. Con lo anterior recordamos el mensaje que Žižek da cuando visita a los indignados de Wall Street: 

Recuerden. El problema no es la corrupción o la codicia. El problema es el sistema. Te obliga a ser corrupto. Tengan cuidado no sólo de los enemigos, sino también de los falsos amigos que ya están trabajando para diluir este proceso. De la misma manera que ahora tienen el café sin cafeína, cerveza sin alcohol y helados sin grasa, van a tratar de convertir esto en una protesta moral inofensiva. Un proceso de descafeinado. Pero la razón por la que estamos aquí es que ya hemos tenido demasiado de un mundo donde, por reciclar las latas de Coca-Cola, por dar un par de dólares para la caridad, o por comprar un capuchino de Starbucks en donde 1% se destina a los niños del tercer mundo que muere de hambre, es suficiente para hacernos sentir bien. Después de la subcontratación del trabajo y la tortura, después de las agencias matrimoniales que son ahora la subcontratación de nuestra vida amorosa, podemos ver que durante mucho tiempo, permitimos que nuestro compromiso político también ha sido “subcontratado” (outsourced). Lo queremos de vuelta. 
“Slavoj Zizek en Occupy Wall Street” 9 octubre 2011.



Fácilmente podríamos ubicar la lucha de Cesar en contra del laboratorio y reserva “maldita”. Primero es de llamar la atención que los malos es ese laboratorio que en la búsqueda de la cura crea esos “monstruos” en los simios alterados genéticamente. Así como los ejemplos clásicos de Žižek sobre Coca-Cola y Starbucks, lo maligno de estas empresas es que son socialmente responsables. Tal vez, como lección de la criatura de Frankestein donde la creación se vuelca contra su creador, la lección sobre nuestros nuevos villanos es que con buenas intensiones crean nuevos tipos de segregación y de explotados libres (juguemos con el “free” inglés, libres, sin y gratis) en el libre mercado. Vivimos en tiempos de las medidas emergentes que terminan por ser la regla de impedir que algo cambie. El ejemplo mexicano por excelencia es el cobro de la tenencia vehicular que nace justamente en 1968 como medida extraordinaria para solventar los Juegos Olímpicos. El problema es que retirarlo (como se ha prometido por parte de los partidos políticos) evade el problema que semejante medida generó que se dependiera por parte de los estados de una recaudación importante. 

Nos parece arriesgado pensar que el tema es ecológico o zoofílico al luchar por los derechos de los animales a menos que se tome la lección viendo que la única forma de salvar la naturaleza es negándola, que la rebelión de la naturaleza se puede dar solo a partir de la experimentación con ella. Los nuevos simios del sistema ya no son aquellos que fueron capturados sino los que fueron criados en casa como parte del sistema. La figura de los trabajadores de maquiladoras propias de las grandes marcas y compañías como lo muestra incluso el documental “Inside job” (2010) sobre la crisis financiera donde la pregunta que antepone es ¿Por qué se permite que se puedan fusionar bancos que si quiebran tendrán que ser rescatados? Es decir, la definición del éxito mercantil en la gran empresa multinacional crea una condición monstruosa de marginación social o permisividad por parte del Estado. 

Sin embargo Žižek también les advierte del encanto de la revolución:

Existe un peligro. No se enamoren de ustedes mismos. La estamos pasando muy bien aquí. Pero recuerden, los carnavales son baratos. Lo que importa es el día después, cuando vamos a tener que volver a una vida normal. ¿Habrá cambios después? No quiero que recuerden estos días, ya sabes, como "Oh ¡qué jóvenes éramos, era hermoso!” Recuerden que nuestro mensaje básico es "podemos permitirnos pensar en otras alternativas." No vivimos en el mejor mundo posible. Pero hay un largo camino por recorrer. Hay preguntas verdaderamente difíciles que enfrentamos. Sabemos lo que no queremos. Pero, ¿Qué queremos? ¿Qué organización social puede reemplazar al capitalismo? ¿Qué tipo de nuevos líderes son lo que queremos?... Así que todo lo que necesitamos es paciencia. Lo único que temo es que algún día se acabe, se vayan a casa y luego nos reuniremos una vez al año, bebiendo cerveza, y recordando con nostalgia "Los buenos tiempos que pasamos aquí." Les prometo que esto no será el caso. Sabemos que la gente suele desear algo, pero realmente no lo quieren. No tengan miedo de querer realmente lo que desean.

El no enamorarse de forma narcisista de la revolución queda pendiente en la cinta pero indica, desde el punto central hasta en su contundente final, el punto de quiebre necesario en toda revolución, la renuncia paternalista. La revolución de Cesar podemos ubicarla en momento cumbre. El primero que recordamos en cuando Cesar le pregunta a su científico padre Will Rodman “¿Soy una mascota?” al notar la similitud de su correa con la de un perro. El problema con Cesar no era entonces en su condición como animal enjaulado sino en su identidad de mascota, en el “como si fuera parte de la familia”. Para quienes quieran ver esta cinta como lección ecológica, la rebelión no es de los animales salvajes sino de las mascotas quienes amorosamente hemos hecho nuestros esclavos familiares amputándoles su mundo salvaje y creando una nueva categoría de comunidad. El segundo momento lo vemos cuando Cesar esta nostálgico (etimológicamente “enfermo de casa”) en la celda de la reserva de simios y golpea la pared donde ha dibujado el círculo-ventana de su cuarto en casa. Cuando Cesar finalmente borra ese objeto sublime de la nostalgia es cuando la revolución comienza. El momento final es posterior a la gran batalla de la resistencia simia contra la policía en el puente. Los simios llegan a la reserva forestal y Cesar se reencuentra con Will solo para erguirse frente a él y emanciparse. En esto radica la revolución que puede aparecer para transformar el mundo, solo a reserva de rechazar enamorarnos de nosotros mismos en el objeto sublime de la nostalgia como en los movimientos que buscan la paz (que de forma sublime no son distintos de aquellos que piden la guerra). Volvamos a la experiencia de N.Y. para resaltar el acto revolucionario de César en el discurso que les dirige Žižek:

Entonces, ¿qué estamos haciendo aquí? Déjeme decirle un chiste maravilloso de los años dorados de la época comunista. Un hombre fue enviado de Alemania del Este para trabajar en Siberia. Sabía que su correo podía ser leído por los censores, por lo que dijo a sus amigos: "Vamos a establecer un código. Si la carta que reciben de mí está escrita en tinta azul, lo que digo en ella es cierto. Si está escrito en tinta roja, es falso." Después de un mes, sus amigos reciben la primera carta. Todo está en color azul. La carta dice: "Todo es maravilloso aquí. Las tiendas están llenas de buena comida. Los cines proyectan películas buenas del oeste. Los apartamentos son grandes y lujosos. Lo único que no se puede comprar es la tinta de color rojo." Esta es nuestra forma de vivir actualmente. Tenemos todas las libertades que queremos. Pero lo que nos falta es tinta roja: el lenguaje para expresar nuestra falta de libertad. La forma en cómo se nos enseña a hablar de la libertad -la guerra contra el terrorismo, etc.- falsifica la libertad. Y esto es lo que estamos haciendo aquí. Nos están dando a todos nosotros tinta roja.
De esta forma el movimiento de Wall Street Ocupado es un intento de producir nuevas referencias de libertad, democracia y actividad ciudadana. Pensemos en nuestro problema nacional del crimen organizado. Lo que tenemos que inventar en nuevas formas de plantear el problema más allá de “los buenos contra los malos”, “ataques terroristas”, o participaciones ciudadana pensada en términos solo morales, fuera del ámbito político. Esas nuevas formas de hablar están en la textura misma de los movimientos como el hecho de que en los discursos de Wall Street Ocupado, el objeto sublime de la voz se pierde cuando, a falta de micrófono, el movimiento sostiene el mensaje. La razón por la cual la gente está repitiendo todo lo que dice el orador es para que todas las personas que no están al alcance del oído puedan escucharlo, ya que la policía de Nueva York prohibió el uso de micrófonos como forma de censura legal. Este acto abre las puertas de la revolución, cuando los Simios comienzan a hablar en conjunto. 

lunes, mayo 16, 2011


Para combatir el crimen necesitamos "Policías de Repuesto"

''When you do a comedy, it does no good to reference comedies,'' writer and director Adam McKay told Entertainment Weekly, ''You want to treat it like a drama 80% of the way. Then, at the last 20%, you f**k it up".
“Cuando haces una comedia, no es conveniente hacer referencia a comedia”, dijo el director y guionista Adam McKay a Entertainment Weekly, “Quieres  manejarlo como un drama el 80% del tiempo. De repente, en el último 20%, lo mandas a la ch**a”.
Internet Movie Data Base. www.imdb.com

“Si es de hecho el superyó quien en el humor habla de manera tan cariñosa y consoladora al yo amedrentado, ello nos advierte que todavía tenemos que aprender muchísimo acerca de la esencia del superyó. Por lo demás, no todos los hombres son capaces de la actitud humorística; es un don precioso y raro, muchos son hasta incapaces de gozar del placer humorístico que se les ofrece. Y, por último: si mediante el humor el superyó quiere consolar al yo y ponerlo a salvo del sufrimiento, no contradice con ello su descendencia de la instancia parental.”
Sigmund Freud. El humor. (1927) «Der Humor». Obras completas AE. XXI.

La comedia “Policías de repuesto” presenta una interesante parodia de las llamadas “buddy cop movies” del género policiaco donde la clásica pareja dispareja de policías descubren a los maleantes. Como buena comedia, nos permite encontrar una certera critica, no solo al género, sino a la “lucha contra el crimen organizado” de nuestros días. La comedia nos presenta a dos pares de policías: los clásicos policías de película y los “otros tipos” del título. Lo que encontramos en esta parodia es la respuesta a la pregunta “incomoda” que en ocasiones ha hecho el gobierno federal ante las críticas de su guerra contra la inseguridad como fue expresado en los diálogos por la seguridad: “Nos piden que cambiemos el rumbo del combate pero ¿cómo?”.

El gobierno federal ha seguido la línea de los típicos policías héroes con los que inicia el filme. Dos tipos rudos, super-policías, quienes después de la exagerada persecución son entrevistados por los medios -(Otra clave de interés la encontramos en el chiste de que solo las ediciones en línea de los periódicos hacen las preguntas incomodas)- y les cuestionan “¿Cómo responden a las críticas sobre la destrucción de la persecución que le costará a las ciudad 200 millones de dólares por la detención de un grupo de marihuanos con menos de dos kilos de droga?” La respuesta de los policías “héroes” es pedir un aplauso a la “maravillosa ciudad de Nueva York”. Estos policías héroes solo se sostienen desde la moralidad del análisis de “buenos contra malos” donde  la ganancia es justamente aislar el crimen de la ideología económica imperante (no es culpa del sistema, sino de algunas manzanas podridas) además de elevar a los agentes de la ley al nivel mistificado de salvadores, hombres bragados que por sus servicios se les puede perdonar uno que otro pecadillo (o daño colateral). El riesgo lo muestra la comedia, que mueran por su propia arrogancia.

Esta ideología que genera “policías héroes” solo busca la justificación narcisista reduciendo el análisis de la problemática a “la eterna lucha del bien contra el mal”. De ahí que los logros de este tipo de estrategias sean la captura de “Archivillanos”, “el más buscado del FBI”, “El sicario más cruel del Oeste”, “El come-niños con más armas del mundo”. Si el señor presidente fuera a un psicoanálisis  podría hallar el porqué (no solo de sus lapsus “abusivos”) parece que por más que insiste en que no es guerra contra el narco sigue trasmitiendo ese mensaje:

“La lucha es, pues, por la Seguridad Pública. Enfatizo lo anterior porque existe una percepción generalizada de que el objetivo del gobierno es “combatir el narcotráfico”. Usualmente las referencias a la acción del gobierno se etiquetan o refieren simplemente como una “guerra contra el narco” o “la lucha antinarco”. Esto, sin embargo, no es así. Nuestro objetivo medular es lograr la seguridad pública de los ciudadanos, y no única ni principalmente combatir al narcotráfico. Combatimos con determinación al crimen organizado…”
Felipe Calderón Hinojosa. 13 de junio 2010. Comunicado “La lucha por la Seguridad Pública”. Presidencia de la República.

A pesar de estas insistencias presidenciales, Calderón recibe su propio discurso invertido (en una análisis más detallado resalta el porqué en el comunicado citado donde, después del párrafo citado, empieza a analizar las causas de la inseguridad y cómo combatirlas las cuales se limitan al combate “frontal” del tráfico de drogas)  si los logros son como los de los policías héroes que combaten a los malosos narcos en operativos sofisticados y valerosos. Estos policías buscan combatir el crimen, pero la forma en cómo lo hacen, los limita solo a la fantochada y la exageración ya que parece que solo se pueden legitimar en la imagen mediática, problema actual de la política mundial.

“Que tu estés persiguiendo físicamente al “Chapito” o al “Chapazo”, o “Nacho Coronel” o quien sea, es una condición necesaria pero lejos de ser suficiente para desarticular estos grupos. En esto el gobierno mexicano no ha estado haciendo nada, y no solamente esta administración, las administraciones anteriores también están incluidas. Esto no es responsabilidad de una sola administración y de un solo partido … seguir con esta misma vacilada de estrategia –que le llaman estrategia pero que en realidad, jamás en la historia de la humanidad enviar soldados y policía ha servido para poder desarticular a grupos criminales de esta magnitud… Por lo tanto, que una administración diga que le vamos a hacer “una guerra al narco”… ha estos grupos (delincuencia organizada) es como hacer una guerra a su propio estado y a su propia sociedad. Está mal planteado el problema.”
Entrevista De Carmen Aristegui a Edgardo Buscaglia. CNN México

"The Other Guys" refers to, of course, the detectives who rarely get a piece of the archetypal cops-and-robbers shenanigans that are frequently seen in action movies or on "Law & Order". They remain mainly at their desks doing paperwork…”
"The Other Guys" Soars, & Will Ferrell Is Finally Funny Again. 4 August 2010. by D_Burke. www.imdb.com

Lo graciosamente interesante de la película es que los protagonistas son “los otros tipos”, los “policías de repuesto”. Estos policías son los contadores, los que hacen trabajo de oficina (esto nos recuerda la constante de muchos especialistas que sugieren que dentro de las divisiones del ejercito que no han sido infiltradas por el narco son las de inteligencia con peritos profesionales privados). En el filme, “los policías de repuesto” van tras de un empresario que ha violado contratos por uso de andamios. Al detenerlo son atacados ya que sin saberlo este empresario respetable planea cometer fraude con los fondos de retiro de la policía para financiar organizaciones criminales de Wall Street.

La percepción de la guerra cambiará de “lucha contra el narco” a “perseguir la delincuencia organizada” cuando las detenciones sean de empresarios “bien habidos”, “gente de bien” y “empresas bien” que son las únicas que pueden lavar la cantidad de dinero que maneja el narco y que se han beneficiado de la corrupción y compadrazgo de nuestro país. Esos “otros delitos” son la verdadera delincuencia tan organizada que no parece delito lo que hacen pero abren la puerta para el engrandecimiento del poder del narco.

Tenemos que pintar bien qué es este problema antes de montar una estrategia y nosotros no notamos que el gobierno mexicano haya pintado realmente a estas organizaciones criminales en su magnitud nacional e internacional. Se dedican a 22 tipos de delitos de los 23 que monitoreamos mundialmente, la única excepción es tráfico de material radioactivo… estos grupos criminales lo que quieren es consolidarse en los mercados y hacer su negocio ilícito sin guerras. Por lo tanto se constituyen, normalmente, en una economía generando año tras año tras año, créditos económicos cuantiosos que, en el caso mexicano se estima que llega al 40% del PIB mexicano… ese dinero va a parar a las empresas legalmente constituidas en México y los países aledaños… Tenemos los sectores económicos más infiltrados en México que, obviamente incluyen al sector turismo, al sector agropecuario, minero, construcción; los fideicomisos en México no tienen una regulación apropiada del primer mundo por lo tanto vas a ver una amplia penetración en fideicomisos. Entonces, cuando tu quieres combatir este fenómeno, cualquier ciudadana de a pie sabe que tienes que desarticularlos, destruirlos económicamente.
Entrevista De Carmen Aristegui a Edgardo Buscaglia. CNN México

En una de las escenas, “los policías de repuesto” detienen al empresario corrupto que les pide lo ayuden ya que lo están secuestrando sus “socios” criminales que posteriormente se hacen pasar por su equipo de seguridad. Su abogado explica la situación y lo dejan ir. Posteriormente, como lo persiguen por fraude van a la comisión de Hacienda que investiga esos delitos solo para encontrarse que el encargado de la comisión Hacendaria es el mismo abogado del perseguido. Le preguntan “¿Esto no crea un conflicto de intereses que usted investigue y sea el abogado del sospechoso?” a lo que funcionario/abogado responde “Claro que no. Además no hay nada sospechoso en mi cliente, es una finísima persona, tan es así que al rato vamos a ir a jugar golf”. El gran remate de la película es que detienen a los implicados solo para después declarase en quiebra y que el gobierno los rescatara.

“Los Policías de Repuesto” son aquellos que primero son sustraídos de la ilusión del héroe. La película critica certeramente el verdadero crimen organizado, tan organizado que pasan por legales.

Aristegui:… escucho nuevamente que estás poniendo el dedo en el llaga al cuestionar la estrategia gubernamental y decir que solamente está actuándose en una de las cuatro esferas que son recomendadas internacionalmente para enfrentar a la delincuencia organizada, vuelve mi pregunta… ¿estamos frente a una estrategia insuficiente, incompleta y, por lo tanto, contraproducente del estado mexicano contra la delincuencia organizada?
Buscaglia: Si, aún con las mejores intensiones se está generando más violencia y más corrupción. Porque si tu no le tocas –no estás combatiendo a individuos que roban autos, estás combatiendo empresas; y estas empresas, por definición tienen patrimonios de miles de millones  de dólares… que derivan de cometer 22 tipos de delitos ligados a la delincuencia organizada, en ellos delitos… como el contrabando y la piratería y demás.- Si tu no les tocas los patrimonios, -acciones, centro comercial, patrimonios físicos, no solamente dinero escondido- ellos van a utilizar todos esos miles de millones de dólares  para aumentar los niveles de violencia y de corrupción a niveles que México no ha visto desde la revolución mexicana… estamos hablando que a nivel nacional tenemos más del 72% de los sectores económicos legales, del PIB mexicano, que han sido infiltrados por los grupos criminales… para la gente que no se dedica a esto estamos de patrimonios físicos que uno ve por la calle, dueños de hoteles, de edificios, de restaurantes, de agencias de automotores, empresas agropecuarias, centros comerciales, y no se están haciendo investigaciones patrimoniales del primer mundo… lo que llaman acá investigaciones por lavado de dinero son realmente vaciladas…
Entrevista con Edgardo Buscaglia. 13 de julio de 2009. PRIMERA EMISIÓN. Carmen Aristegui.

Reiteramos que la percepción de “la lucha contra el narco” cambiaría por “perseguir el crimen organizado” si las estrategias del gobierno federal cambiaran. No solo nos referimos a abordar las causas sociales del fenómeno (los NiNis, la desigualdad, etc.) sino a modificar el marco de referencia donde la imagen de fuerte y heroico es la única constante. Al momento que los policías no sean héroes morales (el talón de Aquiles de los gobiernos PANistas) sino agentes de escritorio que revisan las formas de hacer negocio en nuestro país (y no solo exprimir al contribuyente pequeño) los llevará a detener al crimen más organizado, el de la corrupción legal de tiempos de la dictadura perfecta del PRI. En el momento que un empresario y/o grupos de políticos de todos los partidos sean detenidos, serán los tiempos del combate frontal a la delincuencia organizada. Pero para eso necesitamos a los otros tipos. 

sábado, mayo 07, 2011



“¡Que chistoso que lo menciones!”:
La melodía chistosa y su relación con el inconsciente

“Opino que haber situado el trabajo del chiste en el sistema de lo inconsciente se vuelve mucho más valioso para nosotros, desde que nos encamina a entender el hecho de que las técnicas a que el chiste va adherido no sean por otra parte de su exclusivo patrimonio.” Sigmund Freud, “El chiste y su relación con lo inconsciente”.
 “I give everything I have for a little piece of mind” John Lennon, “I’m so tired”.

Hace tiempo una analizante resaltaba una herramienta que había traído a su análisis, darle importancia de análisis a una tonada de alguna canción que trajera en ese día. Tal era su importancia que juguetonamente –con un dejo de ironía- la llamaba “la canción que traes en la cabeza y su relación con el inconsciente”. Tal ha sido de interés para su análisis que le comenté que tomaría su frase y escribiría algo ya que tales ocurrencias son vitales, son el aliento, de la clínica psicoanalítica.

¿Por qué asalta en cierto momento una canción, su tonada o letra? Y sobre todo ¿cuál es su relación con el inconsciente? Obviamente, el título “… y su relación con el icc” hace relación con el título “El chiste y su relación con lo inconsciente”. ¿Habrá algo ahí que nos ilumine con esta musical  y chistosa ocurrencia?

Para llegar a ese texto consideramos necesario pasar primero por el segundo movimiento de esa trilogía canónica de invención del psicoanálisis que inicia con “Interpretación de los sueños” y  sigue con el que citaremos “Psicopatología de la vida cotidiana”:

Cuando desdeñamos una parte de nuestras operaciones psíquicas por considerar que es imposible esclarecerlas mediante representaciones-meta, estamos desconociendo el alcance del determinismo en la vida anímica…  Y desde hace más tiempo, yo sé que lo mismo es cierto para las ocurrencias de números o de nombres… Elucidaré primero con brevedad un ejemplo de nombre de pila arbitrariamente escogido, y luego analizaré con más detalle un ejemplo análogo de un número «arrojado sin pensar».

Tomamos este ejemplo de Freud ya que consideramos que la canción aparece “arrojada sin pensar”, simplemente se impone como ocurrencia en la vigilia, a diferencia del sueño que nos “agarra dormidos”:

Mientras preparo para su publicación «el historial clínico de una de mis pacientes me pongo a considerar el nombre de pila que debo darle en el trabajo. Aparentemente tengo un amplio margen de elección; es cierto que algunos nombres quedan excluidos de antemano: en primer lugar, el nombre auténtico; luego, los de integrantes de mi propia familia, pues ello me resultaría chocante, y acaso otros nombres femeninos de sonido particularmente raro; pero, por lo demás, no tendría por qué desconcertarme en la elección del nombre. Uno esperaría -y de hecho yo lo espero- contar con un cúmulo de nombres femeninos. En lugar de ello afloró uno solo, y ninguno más: el nombre «Dora». Me pregunto por su determinismo. Y bien, ¿quién más se llama Dora? Quisiera rechazar, por increíble, la primera ocurrencia; ella reza que así se -llama la niñera de mi hermana. Pero poseo tanta disciplina o tanta práctica para el análisis que retengo la ocurrencia y sigo devanando ese hilo. Enseguida se me ocurre un pequeño episodio de la tarde anterior, que proporciona el determinismo buscado. Sobre la mesa de comedor de mí hermana vi una carta con el sobrescrito: «Para la señorita Rosa W.». Asombrado, pregunto quién se llama así, y me entero de que la supuesta Dora en verdad se llama Rosa, y debió resignar su nombre al emplearse en la casa porque también mi hermana puede considerarse aludida por la interpelación de «Rosa». Dije conmiserativamente: « ¡Pobre gente, ni siquiera su nombre puede conservar! ». Según ahora me acuerdo, callé entonces por un momento y me puse a pensar en toda clase de cosas serias que se perdían en lo oscuro, pero que ahora podría hacer conscientes con facilidad. Y cuando al día siguiente buscaba un nombre para una persona que no podía conservar el suyo, no se me ocurrió otro que el de «Dora». La exclusividad de este nombre descansa aquí en un sólido enlace de contenido, pues en la historia de mi paciente un influjo decisivo -también para el derrotero de la cura-provino de la persona de servicio en casa ajena, una gobernanta.[1]
La ocurrencia de Freud está unida y resalta la representación/significante “Gobernanta” aunque también “Rosa Freud”, la pequeña hermana a quien Sigmund se dirige en un tono por demás condescendiente, casi como lo fue con su paciente lo que provocó que se fragmentara el análisis. Freud trae la “balada” Dora para referirse al historial del caso, brindando el análisis de la palabra-ocurrencia un nuevo reconocimiento de Eso que habla y hace caso.

Con motivo del aniversario del natalicio de Sigmund Freud vemos la oportunidad de hacer unos comentarios de una canción inspirada en la obra del padre del psicoanálisis. Tomamos como caso la canción “Funny you should say that” del álbum “Freudiana” (1989) de Eric Woolfson -en lo que fuera su última colaboración con “The Alan Parsons Project”-  de acuerdo con el concepto del álbum que hace es un recorrido por el museo de Freud, (y así conceptos y personajes del psicoanálisis). A pesar del tufo “intelectualoide” del álbum la creación artística se impone en ocurrencias divertidas como con justa razón aparece en el título de la canción.

La primera parte empieza con interpretaciones de sueños:

Well it's funny you should say that                     Es gracioso que lo menciones
It's a most peculiar thing
                                     Es algo muy peculiar
Yes it's funny you should say that                     
Si, es gracioso que lo menciones

And I told him of a dream                                   
Y le hablé de un sueño
Where I caught and ate a whale                             
Donde atrapa y me comía una ballena
Then I woke up feeling hungry, he said               
Desperté con mucha hambre, y él dijo
“That’s a curious tale                                           
“Es un relato curioso
For a dream contains a wish                               
Ya que un sueño contiene un deseo
In this case a giant fish                                        
En este caso un pez gigante
As the pressure you were under                          
Como esa presión estaba en usted
Might have woken you from slumber                 
Debe haberlo despertado de su somnolencia
To relieve the pangs of hunger                            
Y para calmar los retortijones de hambre
You just dreamed yourself a dish”                      
Soñó que se servía un plato”

En la traducción se pierde el juego poético de palabras (¿Habrá algo más difícil de traducir que un poema?) lo que nos lleva a la belleza de lo que trata la interpretación. El autor deja claro de forma paródica la propuesta clásica del sueño como realización de deseo inconsciente. En eso aplica un saber, una suerte de ejemplo de psicoanálisis aplicado al arte. Sin embargo, proponemos lo opuesto, la apuesta psicoanalítica, que el saber viene de las ocurrencias artísticas. ¿Qué aporta este caso en lugar de reducirlo a ejemplo? De inicio la ocurrencia artística de la estética, en este caso, el Chiste. Otra forma de ubicar lo interesante en una sesión puede ser la frase del título de la canción “Es gracioso que lo mencione”. Recuerdo la epifanía graciosa que tuvo una analizante cuando en sesión recordaba que su padre por accidente se le cae una taza que ella conservaba por ser un regalo de una amiga. En sesión recuerda su molestia y una idea “tengo que mudarme, tengo que tener mi propio espacio”. Se le dice con tonadita “Aquí se rompió una taza…” y suelta la carcajada diciendo “¡Si, eso estaba pensando!”. La interpretación le hace “justicia poética” a su discurso.

Ahí reside la apuesta por el chiste y su relación con el inconsciente, la diversión como recurso analítico.Freud dice al respecto:

Ya antes hemos concebido como ahorro localizado uno de los resultados de la condensación, a saber, la acepción múltiple del mismo material, el juego de palabras, la homofonía, y derivamos de un ahorro así el placer que procura el chiste (inocente); luego descubrimos el propósito originario del chiste en obtener con las palabras aquella misma ganancia de placer de que se era dueño en el estadio del juego, y a la que en el curso del desarrollo intelectual le fue poniendo diques la crítica de la razón. Ahora nos hemos decidido por el supuesto de que unas condensaciones corno las que sirven a la técnica del chiste nacen de manera automática, sin propósito fijo, durante el proceso del pensar en lo inconsciente. ¿No estamos frente a dos diversas concepciones del mismo hecho, que parecen inconciliables entre sí? Creo que no; es verdad que son dos concepciones diversas y reclaman que se las acuerde una con la otra, pero no se contradicen…El pensamiento que a los fines de la formación del chiste se zambulle en lo inconsciente sólo busca allí el viejo almácigo que antaño fue el solar del juego con palabras…Y sabemos ya, además, que esto es así universalmente: el afán del chiste por ganar el antiguo placer obtenido en el disparate o en la palabra es inhibido, en un talante normal, por la objeción de la razón crítica; y en cada caso es preciso vencer esa inhibición. Pero en la manera como el trabajo del chiste resuelve esta tarea se muestra una honda diferencia entre chiste y sueño…

El triunfo del chiste es sortear “la objeción de la razón crítica”. En estos tiempos del estrés y la depresión, en tiempos de la autocensura superyóica, conviene recordar al chiste como solución. No nos referimos a la técnica de la broma como medida terapéutica (“Ríase unos minutos en la mañana”) sino a darle lugar a las divertidas “niñerías” de la ocurrencia inconsciente como lo son las canciones que irrumpen.

Lo más importante de esta primera parte de la canción, más allá del contenido de las interpretaciones soñadoras está en los accesorios, la forma de ser cantada y musicalizada. Es una canción con efectos de sonido de películas o series cómicas, de rutinas de payasos. La misma frase, “¡Qué graciosos que lo mencione!” orienta el triunfo del juego y es la importancia del error, del resbalón. El Lapsus freudiano, el “Freudian slip”, es un resbalón cómico.

Sigamos con la canción. En la segunda parte algo cambia, cantan “los pacientes de Freud”. Primero escuchamos al “hombre de los lobos”:  

But there are six white wolves                             Pero había seis lobos blancos
In the dead of the night                                        al morir la noche
On the branch of a tree                                        Sobre la rama de un árbol

And they have such big eyes                               Y tenían ojos tan grandes
And they're shining so bright                               y éstos brillaban tan radiantemente
All the better to see                                              y tanto mejor para ver.

And they have such big ears                                 Y tenían oídos tan grandes
All the better to hear                                            tanto mejor para oír
And they're listening to me                                  y estaban escuchándome.

And they have such sharp teeth                           Y tenían dientes tan afilados
All the better to eat                                              tanto mejor para comer
And they're looking at me                                    y me miraban a mí.

Lo interesante de esta segunda parte de la canción es que ahora se presenta un caso ya que lo importante no está en el contenido sino en la variación-lectura que hace Woolfson del drama del paciente. El Hombre de los Lobos, desde su “neurosis infantil”, desde la fobia, nos canta como alguien contando un cuento de misterio o una canción de cuna. Una voz amable que raya en el susurro nocturno. Su narración es del género literario del miedo fantástico como la caperucita preguntando “¿Por qué esa boca tan grande?” o la ronda infantil “¿Lobo lobito estás ahí?” Al capturar la esencia del caso, como cuando Freud buscó un pseudónimo para su paciente Ida Bauer, la canción resalta los aspectos imaginarios-visuales de la fobia: 6 lobos sentados, ojos grandes que brillan, orejas grandes y dientes afilados, todos ellos dirigidos al sujeto. Esa imagen, lleva a recordar la localización freudiana como Histeria de Angustia a la Fobia, de alguna manera, el sujeto seduce a su objeto fóbico.

Más adelante otros pacientes escuchamos cantar al Hombre de las Ratas:

If I step on a line                                   Si piso sobre una línea
Something will happen                         Algo sucederá
There are rats in a jar                           Hay ratas en una jarra
Something terrible will happen            Algo terrible sucederá.

La “melodía neurótica obsesiva” se canta dando una importancia al marcar del tiempo. Las líneas que no pisa lo empujan a cantar cortando, separando, aislando las frases. Es preciso en la oración y cuadrado en la armonía. Los sonidos de fondo nos presentan el ambiente, es una marcha. Como en los himnos o cantos bélicos, ordenan el paso (de ahí que los que están en banda de guerra ensayan su instrumento marcando el paso de la marcha). El género épico/marcial puede abordar formas temas heroicos y trágicos, como la lucha contra eso terrible que va a suceder. Los elementos están en relación con evitar que ocurran sucesos a partir de ritos de contención (y su tensión en juego) de ahí que Freud relacione a la neurosis obsesiva con la religión y las supersticiones. El juego del soldadito aparece en la tonada. 

Otra voz, otro tipo de canto, se entrelaza con estas otras psiconeurosis musicales. De forma triunfal aparece en escena el magnífico delirante Presidente Schreber  

I'm going to be a mother                      Voy a ser una madre
I'm going to have a child                       Voy a tener un niño.

Tenemos el caso de “dementia paranoides” de Schreber que con voz de tenor anuncia su transformación en Madre lo que provocan que escuchemos de fondo una risas burlonas. Su voz se alza con potencia, es una melodía de “buena nueva”, el delirio como algo que irrumpe haciéndose a la fuerza un lugar negado en el discurso corriente. El efecto de dicha aparición es que “lo tiren de loco” y desate la burla del respetable “mundo exterior”, del público angustiado que solo escuchamos en esta variación melódica. Así como Lacan habla de esas tres formas de normalidad que serían la neurosis, psicosis y perversión, como propuestas filosóficas; la ocurrencia artística de esta canción nos aporta el considerar a los “cuadros psicopatológicos” más como variaciones melódicas, géneros literarios o musicales, propuestas artísticas. A la manera de un estilo que cuestiona el propio estilo  que cambia constantemente y cuya trasmisión se encuentra no solo en el contenido del discurso sino en la textura del mismo.

 Al final de la canción los tres reclaman algo del analista recibiendo así una contestación:

Tell me what they say                           Dime lo que dicen
Tell me what can they be                     Dime lo que pueden ser
Tell me what does it mean                   Dime lo que significa
Tell me what do you see                       Dime lo que ves.

Fantasia                                                Fantasía
Nothing is what it seems                      Nada es lo que parece
Fantasia                                                 Fantasía
A world that's made out of dreams     Un mundo hecho de sueños
Fantasia                                                 Fantasía
Nothing is what it seems                      Nada es lo que parece


¿Por qué la respuesta triunfal está en la Fantasía? La lección de esta producción artística apuntalada en un tema psicoanalítico es poner en relación a la Psicopatología con la Fantasía. Nos parece una lección importante tal y como lo presentaba Sigmund Freud en su conferencia dedicada a “los caminos de la formación de síntoma” donde se pregunta “¿De dónde vienen tanto la necesidad de crear tales fantasías como el material con que se construyen?”

Las pruebas proyectivas han perdido su inocencia provocadora y se han convertido en evaluaciones que buscan trastornos más que el juego del deseo para usar la hermosa frase de Françoise Dolto, o la asociación libre cuya interpretación a la letra provoca eficacia simbólica. Una canción, una tonada, una figura, una mancha, etc; pueden provocar e invitar a la interpretación siempre y cuando todavía se permita hallarles el chiste.  


[1] Sigmund Freud. “Determinismo, creencia en el azar y superstición: puntos de vista” en “Psicopatología de la vida cotidiana (Sobre el olvido, los deslices en el habla, el trastrocar las cosas confundido, la superstición y el error)”  (1901). Obras Completas de Sigmund Freud. Amorrortu Editores. Vol. VI.