lunes, noviembre 05, 2007

Obedece a la Morsa y no entres al cuarto 1408
¡Personas, personas por todas partes!


Una de las formas políticamente correctas actuales, además de los adultos en plenitud o las sobrevivientes de violencia, la constituyen las personas (resaltando “personas” antes que nada) con discapacidad en lugar de simplemente discapacitados. El video que ha circulado actualmente llamado “Obedece a la morsa” nos lleva al reverso perverso de esta noción. ¿Qué altera de ese video? ¿Qué hace que sea intolerable para muchos y cómico para otro?

Un video como este llega en el justo momento ideológico en el que vivimos. Por un lado se menciona que ese video contiene un mensaje subliminal donde la morsa exige obediencia. Resuena el eco a la Trevi-Andrade donde el mensaje subliminal es “¡Obedece!”, ¿qué quiere decir el mensaje subliminal en lo no subliminal? Es decir, ¿por qué obedecer? Después nos enteramos que ese video supone ordenes tales como agredir a tus hermanos. Siguiendo esa lógica, pensamos en un niño “común y corriente” que de la nada comienza a golpear a su hermano por lo que vemos una expresión del Candidato Manchuriano donde el asesino es controlado a control remoto. ¿De donde vino esa maldad? Recordamos lo trabajado por Zizek con respecto al caso de Mel Gibson que se preguntaba a si mismo de donde vienen las palabras antisemitas que dijo estando en estado de ebriedad. Posiblemente vio el video antisemita La pasión de Cristo que esta “científicamente comprobado” contiene un subtexto, más que un subtítulo.

Cuando vemos en el video un rostro andrógino de esa persona con un cuerpo deformado por alguna enfermedad, ¿no estamos ante el reverso perverso del Teleton? Lo que buscan las personas en pro de los derechos civiles de los discapacitados acentúan el carácter de no solo mostrarlos como niños sonrientes que luchan, dan lecciones de vida y sirven para donativos y salir en la foto transformando a cualquier explotador capitalista en la Madre Tersa de Calcuta; sino anteponer el persona. Pero, si no son ese aspecto de la victimización, ¿qué son? El video de Obedece a la Morsa lo despliega. Lo impactante es ese cortocircuito erótico en la imagen, lo cual nos lleva a pensar del gusto de muchos por prostitutas con alguna alteración en el cuerpo, desde mutilaciones hasta enanismo.

Internet brinda actualmente un lugar común para la manifestación de diferentes fenómenos. En la arena de la “aldea global”, nos encontramos la segunda vida, la otra escena, donde, como entrando al mundo de los sueños en línea, las pesadillas también se manifiestan. Ahora bien, ¿Cómo le hacemos para psicoanalizar un video? Les propongo que invirtamos la lógica actual en relación a investigar como sinónimo de juzgar y hagamos como el espectador de cualquier expresión artística humana donde no debemos esperar a que el autor nos diga al final “la moraleja de la historia”. Así, no investiguemos el objetivo de la persona sino el objeto del sujeto.

La anécdota es lo siguiente. Hace algunos días comenzó a circular en “you tube” un video que lleva por nombre “Obedece a la Morsa”. El mencionado video comienza con imágenes de paisajes, colores estrambóticos, música infantil de fondo con efectos de distorsión y demás ruidos difíciles de reconocer. Después aparece una persona con algún tipo de malformación maquillada y bailando en ropa interior para finalmente mirar fijamente a la cámara. Hasta ahí, el video es uno de tantos que toman imágenes que pueden ser catalogadas de grotescas ya que, se supo posteriormente, es un extracto de una película de culto “undergroud”. Por un lado tenemos la tendencia de ciertos círculos artísticos que se sostienen por ser elitistas, donde la trasgresión es la norma del valor artístico. La clásica frase sería “antes estaba muy bien, pero ahora se volvió comercial”. Sin embargo ese no es el fenómeno que le da fuerza a la película, no es el efecto “El Topo” o “La Montaña sagrada”. Hay algo más ahí, lo excesivamente público del video.

En nuestro contexto podemos tolerar a la persona con discapacidad solo si no me mira demasiado cerca, solo si no se atreve a vestirse provocativo como para mí. ¿Qué acaso no es este el problema con la comunidad gay, no es este el problema de la homofobia? “Si, puedes hacer lo que quieras con tu vida sexual nada más no me la muestres demasiado que me altera” de ahí las clásicas fantasía de los heterosexuales que consideran a los homosexuales como máquinas devoradoras en busca de víctimas para el placer, como si siempre estuvieran “pensando en eso”.

Como en otras ocasiones, nuestro teórico de cabecera actualmente, Slavoj Zizek menciona un ejemplo interesante en este extracto a una entrevista que le realizaron:

“…es una descripción de la ideología dominante. Hay dos palabras fetiche: tolerancia y agresión. ¿Pero qué significan en realidad? Agresión significa aproximarse demasiado. Por eso Occidente ejerce la tolerancia a distancia, virtualmente. Somos solidarios con los africanos en África, no con los de nuestro barrio”. Para Zizek, el ejemplo máximo de esa ideología es Estados Unidos. Allí, dice, todo puede ser una agresión: “Tocar a alguien, mirarlo demasiado… Igual que queremos pasteles sin azúcar queremos a un prójimo descafeinado. En California la gran moda es un invento llamado Masturbatón: cuatrocientas personas se masturban en un lugar público, pero no tienen derecho a tocarse. La entrada cuesta 20 dólares y, por supuesto, el dinero se destina a una obra de caridad. Esa lógica masturbatoria es la que rige hoy las relaciones sociales. Vivimos en un solipsismo colectivo. Eso es también Internet: todos conectados pero todos aislados”.[1]

Dos chistes de la serie de películas Austin Powers nos iluminan el camino. En una escena Austin Powers menciona impactado al saber que su enemigo tiene un arma nuclear: “Solo hay dos cosas en el mundo que me dan miedo y una de ellas son las bombas nucleares.” Alguien le pregunta “¿Cuál es la otra?” a lo que contesta “¡Los enanos! ¡Me dan cosa sus cuerpecitos!”[1] Una variación de este chiste lo dice el papá de Austin Powers al descubrir al villano “Solo hay dos cosas que odio en el mundo; la primera son las personas que discriminan a otras personas por su origen étnico, su apariencia y sus costumbres, la segunda ¡Son los holandeses!” Como anillo al dedo quedan estos dos chistes si hablamos de la homofobia y la xenofobia donde la angustia se dispara cuando sentimos demasiado cerca-atrayente la otredad del prójimo.

Los mensajes subliminales aparecen como ese agente extraño que nos alteró. He de confesar mi decepción cuando me enteré de los mensajes ocultos cuyo contenido, según los rumores, es “tu hermanito no vale” “Pégale con tu juguete a tu hermana” o “¿Sexo qué es?” Pensemos en la mente siniestra que diseño y alteró este video para que contengan estos mensajes ¿a quién van dirigidos? El ser maligno es tan ingenuo para pensar que se necesita inducir artificialmente a un niño para odiar a su hermano. Resulta como la madre de familia que cuando ve que se están peleando sus hijos les puede mandar “¡dejen de pelearse y de insultarse y compórtense como hermanos!” Estimado lector, ¿no es justamente esa conducta la que alguien realizaría justamente con un hermano? Hace algún tiempo tuve la experiencia de empezara asistir a “carnes asadas”[3] que organizaban un grupo de amigos al que pertenece uno de mis amigos más cercanos. En el ánimo de convivir fui invitado padeciendo, y disfrutando simultáneamente, la situación social del respeto discriminante. Cada vez que alguien me ofrecía una cerveza, cada vez que me daban en mano una servilleta, un plato, cada vez que me invitaban a que comiera más “con confianza”, experimentaba esa bonita inclusión, ese amable intento de “hacer sentir como en casa” que lo único que hacía más evidente era mi condición de visita. Al puro estilo de Paquita la del Barrio, en el momento que “me perdieron el respeto”, es que soy de la familia, ya estoy en casa.

Lo que el síntoma “Obedece la morsa” muestra es ese “demasiado familiar” que al verlo de frente nos inquieta. ¿No sería más subversivo que el mensaje subliminal fuera “levántate temprano y ve con gusto a la escuela” o “sonríe en todo momento”? ¿No sería aún más freaky?

Ese mandato Superyoico “Obedece la Morsa” o su reverso-efecto-pareja “¡Por favor, No lo vean!” nos recuerda lo que Lacan menciona al respecto del Superyó, solo dice al “¡Goza!” ¿Por qué? Un lugar donde podemos ver una respuesta es la película “1408” (Dimension Films 2007, Dir. Mikael Håfström) donde el manager de un prestigioso hotel de Nueva York trata de persuadir al escritor e investigador de lo paranormal Mike Enslin de pasar una noche en la habitación 1408. Mike decide ir a ese cuarto después de recibir una postal cuyo único mensaje era “¡No entres en el cuarto 1408!”. No nos conformamos con la respuesta sencilla de “Nos gusta lo prohibido”, sino resaltamos la relación entre el sujeto supuesto, el enigma sobre la prohibición (¿Por qué me lo prohíben?, ¿Qué goce se restringe? ¿Qué me quiere?, el Che vuoi? lacaniano). El problema principal del cuarto 1408 para el protagonista está en que ahí se encontrará con la dimensión del ocaso (Preferimos esta traducción que la clásica Dimensión desconocida) ya que se encontrará obscenamente con el objeto que puso en marcha su búsqueda, a saber, su hija muerta.

Algo peor, Enslin, que dejó de creer en Dios después de la muerte de su hija (“¿Cómo puede existir un Dios que le haga esto a una niña?”), se encuentra justamente con la dimensión terrorífica de Dios, su intersección Imaginaria-Real. Robamos una cita de Zizek y recordamos a Moby-Dick:

Carried down alive to wondrous depths, where strange shapes of the unwrapped primal world glided to and fro before his passive eyes… Pip saw the multitudinous, God-omnipresent, coral insects, that out of the firmament of waters heaved the colossal orbs. He saw God’s foot upon the treadle of the loom, and spoke to it; and therefore his shipmates called him mad.[4]

¿Qué buscaba Mike Enslin sino un prueba de la otra vida y así, de un Dios para su hija? Me remito a la película “1408” para abordar lo más escabroso del rumor del video. Se supone que el video es parte de una estrategia de un grupo, la Morsa del título, que son transexuales que adoran al diablo. Agradezco este rumor por dos razones. Por un lado, partamos de la idea de que existe ese grupo de transexuales adoradores de Satanás ¿por qué iba a existir un grupo tal? Es como formar un grupo anárquico, ¿cómo se ponen de acuerdo? ¿Se dedican en las juntas a buscar nuevas maneras de manifestarse contra Dios? ¿No los convierte eso en creyentes? Siempre hay que agradecerle a los satánicos que cuando nos asustan con el Diablo, reactivan el impulso pagano-persa del catolicismo y nos hacen buscar una cruz.

Vayamos a Freud ahora cuando aborda el tema de lo ominoso, lo siniestro:

“La palabra alemana «unheimlich» (siniestro) es, evidentemente, lo opuesto de «heimlich» («íntimo»}, «heimisch» {«doméstico»}, «vertraut» {«familiar»}; y puede inferirse que es algo terrorífico justamente porque no es consabido {bekannt} ni familiar. Desde luego, no todo lo nuevo y no familiar es terrorífico; el nexo no es susceptible de inversión. Sólo puede decirse que lo novedoso se vuelve fácilmente terrorífico y ominoso; algo de lo novedoso es ominoso, pero no todo. A lo nuevo y no familiar tiene que agregarse algo que lo vuelva ominoso…”

¿Qué tiene que acontecer para que eso familiar se vuelva terrible? ¿Por qué ese transexual no es un niño del teleton? ¿Por qué un satánico no es un monaguillo? Sigue más adelante Freud:

“Las religiones siguen impugnando su significado al hecho incontrastable de la muerte individual y prolongan la existencia después de ella; los poderes del Estado creen que no podrían mantener el orden moral entre los vivos si debiera renunciarse a corregir la vida terrenal en un más allá mejor; en nuestras grandes ciudades se anuncian conferencias que pretenden enseñar cómo entrar en contacto con el alma de los difuntos, y es innegable que muchas de las mejores cabezas y de los pensadores más perspicaces entre los hombres de ciencia, sobre todo hacia el final de su vida, han juzgado que no eran inexistentes las posibilidades de semejante comercio con los espíritus. Puesto que casi todos nosotros seguimos pensando en este punto todavía como los salvajes, no cabe maravillarse de que la angustia primitiva frente al muerto siga siendo tan potente y esté presta a exteriorizarse no bien algo la solicite. Es probable que conserve su antiguo sentido: el muerto ha devenido enemigo del sobreviviente y pretende llevárselo consigo para que lo acompañe en su nueva existencia. Dada esta inmutabilidad de la actitud ante la muerte, cabría preguntar dónde ha quedado la condición de la represión, necesaria para que lo primitivo pueda retornar como algo ominoso. Empero, ella subsiste; oficialmente, las personas llamadas cultas ya no creen más en la presencia visible de las ánimas de los difuntos, han asociado su aparición con unas condiciones remotas y que rara vez se realizan, y la actitud frente al muerto, ambivalente y en extremo ambigua en su origen, se ha atemperado en la actitud unívoca de la piedad”.[5]

El objeto cambia de familiar a siniestro en el momento que cambia nuestra relación en torno a él. ¿Cómo cambia la víctima a eso maligno? Otra cita de Zizek al respecto:

“… nos encontramos de nuevo con la paradoja de la victimización: El Otro al que hay que proteger es bueno mientras sigue siendo una víctima pero desde el momento en que deja de comportarse como tal víctima y quiere defenderse por si misma, se convierte de inmediato, mágicamente, en otro terrorista/fundamentalista/traficante de drogas…”[6]

Lo que vemos en el video es una verdadera persona con discapacidad y no “nuestro discapacitado”, y eso demoníaco que tiene es eso muy suyo, más allá del intento de solución neurótica de suponer que lo embaucaron convirtiéndolo de nuevo en víctima. Ha circulado el rumor que ese actor fue abusado sexualmente de niño y sufrió maltrato. “¡Muy bien!” podrá decir alguien “Entonces no es que sea malo sino que es una victima de las circunstancias”. Propongo mejor la solución de la película “1408”, “reconozco que hay algo extraño en este cuarto/video que me da miedo sin embargo tengo que recordar que yo entré por mi voluntad sin saber porqué quería hacerlo”.

Esta es la lección final de estos síntomas (el video y la película). Agradezco que ha vuelto a poner en boca de todos la noción de subconsciente y que todos supone actúa con mucha fuerza. Solo haría una precisión de mi parte, no lo abordemos como sub-debajo-consciente sino como in-negativo-consciente y reparemos en la lección del psicoanálisis: al inconsciente se llega desde la conciencia, desde aquello que ya está en la superficie. Así ante la pregunta “¿qué tiene este video?” agregamos “que lo estoy viendo” como la solución de “1408”: mientras es entrar o salir del cuarto es una trampa sin fin, mejor hago que el cuarto salga de mí. El inconsciente freudiano es ese que esta en lo más visible, el propio sujeto que es convocado por el objeto.



[1] “Queremos un prójimo descafeinado” Slavoj Zizek Autor: J. Rodríguez Marcos / El País Fecha de publicación: Abril 19, 2007 por Revista Per Se. Tomado de http://www.filosofia.com.mx/
[2] Debo a mi amiga Alicia Esquivel (otra enana) la siguiente extensa cita de Rosa Montero: Los fantasmas de un escritor son aquellos personajes o detalles o situaciones que persiguen al autor, como perros de presa, a lo largo de todos sus libros. Son imágenes que para el novelista tienen un profundo sentido simbólico, un significado que normalmente no entiende, porque los fantasmas son arteros y se ocultan con tan buena maña entre los pliegues del subconsciente que el escritor a menudo ni siquiera es capaz de saber que los tiene. Siempre he sentido una debilidad especial por los enanos. Por los deformes de cabeza achatada; y por los perfectos liliputienses mínimos. Me siento identificada con ellos de una manera extraña, me conmueven, me gustan, les aprecio. Colecciono frases sobre enanos como la famosa de Augusto Monterroso: “los enanos tiene una especie de sexto sentido que les permite reconocerse a simple vista” Hace diez años descubrí que mis textos estaban llenos de enanos. Me puse a reflexionar sobre el porque de esa manía. Mi laboriosa razón propuso varias explicaciones razonables, como por ejemplo el hecho de que el enano es un ser crepuscular y fronterizo a medio camino entre la niñez y la adultez, una indeterminación temporal que por lo visto simboliza mucho para mi. Con estas y otras juiciosas consideraciones archive el asunto en el convencimiento de que una vez descubierto el fantasma y tras haberlo instalado en el nivel conciente ya no volvería a imaginar ningún enano mas, porque ya hemos dicho que la creación necesita salir de lo mas hondo, fluir sin razón y sin trabas desde lo informe. 4 años después me di cuenta que lo había vuelto a hacer. Esto puede dar una idea de la impetuosidad de los fantasmas de su carácter tiránico e indomable. Hacen lo que quieren, te mangonean. En otoño del 2000, en un hotel de Alemania, en la cuidad de Colonia, me sucedió algo extraordinario, aburridamente viendo la televisión, me tope con un documental, que trataba o eso me pareció entender de los circos en Alemania: maravillosas filmaciones en blanco y negro y abundante material fotográfico mostraban el ambiente circense con mujeres barbudas gigantes cabezones, enanos vestidos de payasos, seres muy alejados del terrible ideal físico de la raza aria y por consiguiente todos ellos presumiblemente, carne de matadero para Hitler y de pronto: La vi. Me ví. Esa inquietante expresión de vieja en el rostro pueril, la sonrisa siempre demasiado tensa, los ojos desencajados bajo sus cejas negras de falsa rubia. Tenía un aspecto muy triste con su disfraz de fiesta, daba un poco de angustia y daba un poco de miedo. Y esa enana era yo. El reconocimiento fue instantáneo, un rayo de luz que me quemo los ojos, tengo una foto de mis cuatro o cinco años en la que soy exactamente igual que la liliputiense alemana. Fue una breve época en la que mi madre (a quien quiero muchísimo, pese a ello) le dio por aclararme el pelo y dejarme rubia, de manera que yo llevaba la misma melena que la enana, también atirantada hacia atrás o con diadema y con las mismas pupilas negras y cejas retintas. Así mismo vestía trajecitos cortos de cancan y vuelos, semejantes en todo a los de ella. Pero lo más espectacular es la expresión, esa sonrisa forzada algo siniestra, esa cara de vieja agazapada tras el rostro infantil, esos ojos sombríos, no soy yo, soy ella. Siempre me espanto esa foto mía. “pero si estas muy mona!” dice mi madre, (y por eso la quiero tanto, entre otras razones: por ese ciego amor inquebrantable) pero yo no entendía a la extraña cría del retrato, no la reconocía, no la podía asumir. Sin embargo, ahora que se que es una enana, me he reconciliado totalmente con la niña de la foto. Incluso la he puesto enmarcada encima de mi mesa de despacho, aquí adelante. He intentado localizar el documental infructuosamente: quería sacar una instantánea de ella, de la otra, para ponerla junto a la mía; y hacerme traducir el programa por si dicen qué fue de esa conmovedora liliputiense en el infierno nazi, si acabo en la cámara de gas como tantas otras criaturas “no perfectas”, o si la utilizaron para sus espantosos experimentos médicos, una posibilidad aun mas aterradora que por desgracia entre de lleno en lo posible. Quien sabe que tragedia ha vivido, hemos vivido. Después de todo resulta que la frase de Monterroso posee un significado literal “Los enanos tienen una especie de sexto sentido, que les permite reconocerse a simple vista” es verdad. Tiene razón. A mi me sucedió justamente eso en un hotel de colonia. Rosa Montero, La Loca de la Casa, (2003) Punto de lectura. santillana ediciones generales S.L.
[3] Otro ejemplo de la angustia ante la otredad es cuando se escucha la expresión “polladas” popular en nuestro país por el programa “Laura en América” que se refiere a un tipo de reunión de barrio que debe su nombre a los pollos asados que sirven de comida. Por más extraño que suene el término “pollada” resuena su parecido a la expresión regiomontana de “carne asada”
[4] Zizek, S. How to read Lacan. (2006) First American ediction 2007. W.W. Norton & Company, inc. pag. 64.
[5] Freud. S. Lo ominoso (1919) Obras completas de Sigmund Freud, Amorrortu Editores. Volumen 7.
[6] Zizek, S. El frágil absoluto o ¿por qué merece la pena luchar por el legado cristiano? (2000) Pre-Textos 2003. Valencia, España. pag. 79

10 comentarios:

KLîSH ÖRttîX dijo...

La MoRSa???

he visto miles de videos

de pobres, de ricos, de sangre

de tripas, de golpes, de niños..



pero ninguno me ha dejado sin

dormir tanto tiempo



los ojos son la ventana del alma...

(de mi alma) y cuando cierro los

mios veo los de él...y no me queda

otra, tengo que volver a abrirlos



no importa si baila chuntaro style

o umbrella...me rio por dos

segundos...después...es la misma

sensación de la primera vez...

Hector Mendoza dijo...

Gracias por su comentario. La poesía y los chistes son las verdaderas ventanas del alma, siempre recordando que vemos un vacío en los ojos del otro, es un abismo de su otredad. Gracias por sus líneas.

Anónimo dijo...

los ojos !! los ojos !! los ojos !!
me recuerda a una paciente, que los primeros meses, no podia sostenerle la mirada.. sentia que se me queria meterrrsss!!! lo hable en supervicion y como no tenia una buena supervicion me quede igual.. lo hable en mi analisis, y como fue hace mucho.. ya no me acuerdo que me dijo mi toñita...

aaay toñita donde estassss?? te extraño !!

Hector Mendoza dijo...

Gracias por este comentario de los ojos, son justamente los que permiten ver más allá de lo escrito. Pensemos en el ojo puro, la mirada más intensa es la de los ciegos, son pura mirada. Es importante recordar como el analista aborda el tema cuando Freud menciona que conserva el divan por la mirada de los pacientes. Y la sensación de meterse... ¿a donde? La mirada es lo que nos constituye, gracias a este comentario seguiremos hablando sobre los ojos y la mirada.

Anónimo dijo...

obedece a la morsa, es la frase mas sonada al momento, me parece por no obedecerla, suena logico lo que comenta, ingenuo el malvado que infirio hariamos caso de "lo subliminal" y tambien ingenuos los que lo vemos con "malos ojos"... esto ya es de la vida cotidiana.

Hector Mendoza dijo...

Estimado Omar, concuerdo con su comanterio sobre la frase más comentada pero no solo produce el efecto de entonces no obedecer sino que si es tan "pegajosa" debemos preguntarnos ¿qué acaso no nos dá en lo que buscamos desesperadamente? Por ejemplo los que critican una religión y la rechazan por represora solo para fprmar parte de un grupo aún más represor, el efecto idolatría Hitleriana. Gracias por su comentario.

Anónimo dijo...

hola maestro hector,

el video me parecio "mmm..." (pienso)

yo supongo: un video mas de "algunos/alguien" que trata de llamar algun tipo de atención usando "arte abstracto" como diría yo.

es buena tecnica hoy en día.

Hector Mendoza dijo...

Estimado Osvel:
Comparto con usted que de lo que se trata es de llamar la atención, pero ¿quién? quién es el destinatario de esa atención, lo interesante es que al ser anónimo somos todos los que recibimos nuestro mensaje inconsciente invertido. El problema del arte es muy parecido al de algunas religiones o psicoterapias, tiene que ser algo de "impacto" para "llamar la atención" como adolescente ante su padre. Lo más revolucionario en estos dias es ser conservador. El video es de nuestra atención porque somos parte de la comunidad, desde el momento que llegó. gracias por su comentario.

Anónimo dijo...

hola maestro hector,

trato de entender lo que usted comenta.

creo que el destinatario del anonimo, es llegar a un anonimo.

se expresa sin presencia.

como una voz que grita, pero no se sabe de que boca salio, pero llego a alguien anonimo (azaroso).

sin mas por el momento, no me gusta escribir/hablar/pensar, sobre anonimos, no me gusta dedicarme a hablar/escribir o pensar sin recibir una respuesta.

Hector Mendoza dijo...

Estimado Osvel:
El anonimo es el Otro, y su mensaje es para cada uno de nosotros. Lo mejor que podemos hacer en estos casos es elaborar lo que nos produce incluyendonos en la toma. Por ejemplo, cuando en una toma de cine quieren dar el efecto de alguien ha desaparecido simplemente lo sacan a cuadro y lo colocan detras de la cámara, así, se puede hacer un paneo de 360 grados y parece que no hay nadie porque perdemos de vista que somos ese nadie, que estamos viendo esa nada, no nos contamos en la ecuación. Gracias por sus comentarios.