jueves, diciembre 10, 2015

STAR WARS: Psicoanálisis del Mito

STAR WARS: Psicoanálisis del Mito


“Estoy contando un viejo mito de una forma nueva…Cuando hice “Star Wars” conscientemente busque recrear mitos y los temas mitológicos clásicos. Quise usar esos temas para tratar dificultades que existen actualmente.” George Lucas[1]

El camino de Luke Skywalker

Que las siguientes líneas sirvan de humilde tributo a uno de los clanes -¿o debe ser tribu?- a los que pertenezco, los fans de “La Guerra de las Galaxias”. Simultáneamente es un interés compartido con mi otra tribu, la del psicoanálisis, y nos autorizamos dicha vinculación al localizar que entre ambas, hay ramas que comparten sendos árboles genealógicos. Lo anterior no es de sorprender si consideramos que no se puede concebir la génesis y desarrollo tanto de la obra de George Lucas como la Sigmund Freud, sin reconocer un objeto de fascinación y estudio: los mitos.

Más directamente, la relación entre la Saga Galáctica y el Psicoanálisis se remonta a la concepción del proyecto cinematográfico. Lucas, buscando herramientas para confeccionar su fantasía mítica espacial, encuentra en las enseñanzas del psicoanalista Joseph Campbell su principal fuente de inspiración. Lo anterior es descrito de la siguiente forma por Bou y Pérez en el excepcional libro “El tiempo del héroe”:

“La obra clave de este visionario pensador (Joseph Campbell), “El héroe de las mil caras”, puede considerarse un modelo de escritura dramatúrgica implícita, que Lucas saquearía con una gran inteligencia para convertir las peripecias acrobáticas y extravertidas de sus personajes de cómic en la crónica de la constitución completa de un héroe.”(Bou & Pérez, 2000)

De entrada marquemos el terreno que estamos pisando y que fácilmente es confundido con la Science Fiction, cuando se trata del mundo de la Fantasía y los cuentos mitológicos.  En lugar de la temática introspectiva de crítica social/filosófica/tecnológica que la Sci-Fi aborda, estamos en un mundo místico de Caballeros y Princesas que desde un inicio nos dice “Hace mucho tiempo, en una galaxia, muy muy lejana”, para recordar que el mito es de siempre (y nunca) ya que trata de orígenes.   

Los autores citados reconocen en Campbell, una contribución al tema del origen del héroe que Lucas captura en su guion:

“La aportación fundamental de Campbell a la historia y el estudio de la mitología es la idea vectorial de que el héroe no es, sino que se hace. Al concebir la estructura del mitologema heroico no como la descripción de una figura estable, sino como un ciclo en perpetuo movimiento, Campbell predispone a imaginar este proceso en términos esencialmente narrativos” (Bou & Pérez, 2000)

Campbell, aun siendo psicoanalista de perspectiva jungniana que busca un sentido místico en las interpretaciones que hace de los mitos, sigue “abiertamente los pasos psicoanalíticos de Otto Rank”  (Bou, 2000) , uno de los primeros seguidores de Freud que encuentra en el análisis de los mitos una fuente importante de saber para el psicoanálisis. El método que sigue Campbell, se asemeja a Rank, si recordamos la obra clásica de éste, “El mito del nacimiento del héroe”, donde encuentra similitudes estructurales al estudiar héroes de distintas mitologías concentrándose en la leyenda de su nacimiento. Otro estudio primordial de la obra de Rank es “El Doble: un estudio psicoanalíticos” donde analiza el tema fantástico de Doppelgänger desde el folklore, la mitología y la literatura hasta llegar a un “novedoso” objeto de estudio, el cine. De nuevo, como en estas líneas, cine y psicoanálisis relacionados por “el poder del mito”[2].  

La propuesta de Campbell es la siguiente:

“El camino común de la aventura mitológica del héroe es la magnificación de la fórmula representada en los ritos de iniciación: separación-iniciación-retorno, que podrían recibir el nombre de unidad nuclear del monomito. El héroe inicia su aventura desde el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos.” (Campbell, 2001 (1949))

Para cualquier conocedor de la trilogía original de “La Guerra de las Galaxias”, será fácil reconocer en las tres fases del monomito campbelliano, los tres movimientos que constituye cada película.


Empecemos con el episodio IV “Una nueva esperanza”, donde el personaje central, Luke Skywalker, inicia “la aventura del héroe”. Para Campbell en este primer momento que denomina de “Separación” o “Partida”, el héroe recibe “la llamada a la aventura” a la que inicialmente se negará (Luke recibe la pedida de auxilio de la princesa Leia e inicialmente se niega a ir a rescatarla). Recibirá “la ayuda sobrenatural” (el encuentro con Obi Wan Kenobi que le habla de la Fuerza y su padre como Jedi) y cruzará “el primer umbral” que lo separa de su hogar (Parte a rescatar a la princesa con ayuda de Obi Wan, Han Solo, Chewbacca, C3PO y R2D2), para finalmente enfrentar una gran batalla al entrar en “el vientre de la ballena” (La Estrella de Muerte) y lograr su primer gran victoria.

La siguiente fase, que Campbell la denomina “La iniciación”, corresponde al Episodio V “El Imperio Contraataca”. El héroe inicia “el camino de las pruebas” (Luke conoce al maestro Jedi Yoda quien continua su entrenamiento). Posteriormente Campbell habla de tres movimientos que en nuestra referencia galáctica no están del todo claros, por lo que serán los que más abajo nos detendremos a analizar. El héroe tiene un “encuentro con la diosa” y posteriormente se revela “la mujer como tentación”. Lo anterior lleva a una “reconciliación con el padre” que transforma al héroe al punto que Campbell lo denomina la “apoteosis”, para finalmente lograr un triunfo final en “la gracia última”.

El Episodio VI “El regreso del Jedi” –que originalmente sería “La venganza del Jedi” hasta que poco tiempo antes de su estreno Lucas rectificó-  se asemeja desde su título con la fase propuesta en el monomito “El regreso”. El héroe primero se “niega al regreso” (Luke duda en enfrentar de nuevo a Vader), existe una “huida mágica” (llega a Endor pero decide entregarse al Imperio para intentar salvar a Vader) y en el conflicto final es “rescatado por el mundo exterior” (al final Luker es salvado del Emperador y son los rebeldes los que ahora destruyen la Estrella de la Muerte). Finalmente cruza “el umbral del regreso”, toma “posesión de los dos mundos” y “obtiene libertad para vivir” (se derrota al Imperio y celebran con los humildes Ewoks mientras que Luke devuelve la paz a su padre en una pira funeraria).

La estructura del viaje del héroe actualmente es muy conocida y reutilizada por muchos cineastas al momento de confeccionar sus guiones.[3] Hay quienes condensan las fases del monomito y llegan a proponerla como enseñanzas de superación personal, como lo muestra la ampliamente recomendable animación “¿Qué hace a un héroe?” de Matthew Winkler[4]. Sin embargo consideramos que la claridad de la precisión de Campbell se pierde algo del saber que está en juego en la tradición que describe en el mito, empezando por no ser uno cualquiera, como el mismo Campbell reconoce, es el relato mítico de los rituales de iniciación. Así, proponemos un análisis del héroe Luke Skywalker concentrándonos en un momento crucial, el que corresponde al rito de iniciación y donde consideramos reside la genialidad de Lucas al revitalizar un proceso mitológico clave; lo que Campbell denomina “La reconciliación con el Padre” en la muy (y mal) citada frase más famosa de la saga: “Luke, soy tu padre”.



Luke Skywalker y la reconciliación con el Padre

El momento climático es por demás conocido. Luke Skywalker y el tenebroso Darth Vader luchan con sendos ligthsabers (espadas laser), cuando ante un certero golpe en el brazo que duele a Vader, éste responde con furia que culmina en cortar la mano a Luke dejándolo desarmado. Vader invita a Luke a unir fuerzas y ante la negativa le pregunta "¿Obi Wan nunca te dijo qué le pasó a tu padre?" Luke responde: "Me dijo suficiente, me dijo que tú lo mataste". Vader entonces le revela a Luke la ominosa verdad: “No, Yo soy tu padre”. Lo que es seguido por un grito desgarrador de Luke: “¡No! ¡Eso es imposible!” https://www.youtube.com/watch?v=M_aiauOT348&feature=youtu.be


Desde un punto de vista tradicional se podría interpretar la escena fantástica, con la dignidad de la ficción, como un momento de castración. El propio Campbell encuentra estos momentos en las gestas heroicas de cuentos y prácticas rituales de muchos pueblos, haciendo fácilmente la relación con el concepto freudiano de angustia de castración. Sin embargo, además de lo impactante de la escena por la mutilación del cuerpo, resulta más impactante la revelación de la identidad de Vader. El propio Lucas dudó sobre la escena del corte de la mano ya que sabía que su público era principalmente familiar/infantil y le preocupaba que la escena le afectara a los niños. Es necesario darle crédito a Lucas que consideró dejar la escena de la mutilación (aunque resaltando que nos encontramos en el terreno de la fantasía en el hecho que inmediatamente después Luke aparece con una nueva mano) siendo congruente con las enseñanzas de los cuentos y rituales clásicos.

Una primera lectura de la escena es en términos de crecimiento del personaje del héroe.

“«Para que aparezca la psicología del hombre, el ego del adolescente ha de morir», escriben Robert Moore y Douglas Gillettte, los autores de La nueva Masculinidad.  El héroe clásico, eterno adolescente, visto negativamente como un fanfarrón, ha de ser redimido por rituales de iniciación que le lleven a un proceso de adentramiento en lo más profundo y potencialmente valioso de su identidad. “Para ser iniciado”, siguen los autores, “cabe un espacio sagrado, y un anciano conocedor del ritual”… Bajo la estructura melodramática de este reencuentro final, Lucas reproduce, de manera exacta, la fase indispensable del proceso de constitución heroica que Joseph Campbell llama la reconciliación con el padre. Según Campbell, el hijo ha de ir contra el padre para poder dominar el universo, pero al final del combate, en la superación de esta fase de odio, “contempla la cara del padre, comprende, y los dos se reconcilian”. (Bou, 2000)  

Lo anterior se conserva en distintas películas que leen este momento como que el héroe “madure” vía un gesto de enfrentar su máximo miedo. Sin embargo, Campbell es más preciso al recordar que dichas historias están íntimamente vinculadas con rituales iniciáticos existentes en diversas culturas.  

“La idea tradicional de la iniciación se combina con una introducción del candidato del candidato a las técnicas, deberes y prerrogativas de su vocación, con un reajuste radical de sus relaciones emocionales con las imágenes paternas. El mistagogo (el padre o el sustituto del padre) debe confiar los símbolos del oficio sólo a un hijo que ha sido purgado en forma efectiva de todos los inapropiados lastres infantiles, y para quien el ejercicio impersonal y justo de los poderes no habrá de ser impedido por motivos inconscientes de engrandecimiento del yo, de preferencia personal o de resentimiento. Idealmente, el investido ha sido despojado de su humanidad y representa una fuerza cósmica impersonal. Es que ha nacido dos veces: ahora se ha convertido en el padre…El héroe trasciende la vida y su peculiar punto ciego, y por un momento se eleva hasta tener una visión de la fuente. Contempla la cara del padre, comprende y los dos se reconcilian”. (Campbell, 2001 (1949))

En nuestro contexto de las galaxias, la iniciación comienza en el momento que Luke continua su entrenamiento con el maestro Yoda donde comienza un renacimiento místico en el transformarse en un caballero Jedi. Lo que queremos apuntar a más detalle es la relación con el padre y cómo se da esta transformación. En este sentido proponemos que la fantasía galáctica de Lucas, amplía el análisis sobre lo que se pone en juego en el ritual de iniciación, al condensar los otros dos movimientos propuestos por Campbell, a saber, el “encuentro con la diosa” y “la mujer como tentación”  en la escena de enfrentar a Vader, ya que la diosa – como dirá el propio Campbell- representa un momento de grandiosidad, orgullo y vanidad del héroe, mientras que la tentación de la mujer es la tentación ser sustituir al padre, en la ya conocida angustia ante el incesto. En este sentido, bien podemos ver otra edición del mito freudiano del Complejo de Edipo.

Siguiendo estas relaciones de temas, recordamos lo dicho por Lacan con respecto a los rituales iniciáticos.

“Los ritos de iniciación toman la forma de cambiar el sentido de esos deseos (naturales), de darles, a partir, una función donde se identifica, donde se designa como tal el ser del sujeto, donde él deviene si podemos decir hombre, pero también mujer, de pleno ejercicio, donde la mutilación sirve aquí para orientar el deseo, para hacerle tomar precisamente esa función de índice, de algo que es realizado y que no puede articularse, expresarse más que en un más allá simbólico y un más allá que es el que nosotros llamamos hoy el ser, una realización de ser en el sujeto… Es aquí que en tanto que la función del narcisismo es relación imaginaria del sujeto a sí mismo, ésta debe ser tomada como el punto de soporte donde se inscribe, en el centro, esta formación del objeto significativo.”
Seminario 6: El deseo y su interpretación 0 Clase 21: 20 de Mayo de 1959

Lacan reconoce en estos rituales un momento de pasaje vía la mutilación, sin embargo añade el aspecto del corte en el cuerpo que afecta directamente al narcisismo. ¿Qué nos dice al respecto la escena climática del Imperio Contraataca?https://youtu.be/M_aiauOT348?t=41


Consideramos que lo interesante en Lucas es la forma como resolvió “la reconciliación con el padre” de Campbell. Lucas resalta el hecho que dicha reconciliación implica un enfrentamiento, siendo “dar la cara al padre”. En “El regreso del Jedi” se escucha en su original en inglés, en un diálogo entre Obi Wan y Luke:

Obi-Wan: You cannot escape your destiny. You must face Darth Vader again. (No puedes escarpar de tu destino. Debes enfrentar a Darth Vader)
Luke: I can't kill my own father. (No puedo matar a mi propio padre).

Volviendo a la escena  “Luke, Yo soy tu padre”, nos interesa lo que la escena aporta. Primero, la presencia de dos gritos por parte de Luke. El primero, el momento de la mutilación donde Vader le corta la mano. El segundo, el efecto al conocer la siniestra verdad sobre la identidad de Vader como su Padre, Anakin Skywalker. Lo que resaltamos es el hecho de que el segundo grito es más desgarrador que el segundo. Hagamos la pregunta obvia ¿Por qué? ¿Qué causa dolor de saber que Darth Vader es su padre? La primera idea es considerar que le duele que la persona que más odia resulta ser su padre. Proponemos que lo bello de la escena es que tenemos un acto de castración, de la que hablan Freud y Lacan de los rituales de pasaje/iniciación, de forma doble, casi semejante al momento en que Edipo se saca los ojos. Si son los ojos los que caen en Edipo siendo –como dice Lacan- “la castración misma” [5], es porque algo a nivel de una imagen se trastoca en la mutilación. Es relativamente sencillo considerar el corte de la mano como una figura de las castración (“Vader corta la mano con la espada láser, figura alargada y potente que remite al pene”) por lo que consideramos que esa escena de corte solo tiene sentido de castración y pasaje de iniciación a partir de la revelación ominosa del Padre.

Ominosa, unheimlich en la forma freudiana ya que provoca un terror al volver lo familiar en angustia simplemente por sobrepasar los límites de lo íntimo. El verdadero corte se da en el momento que Luke ve con otros ojos a su enemigo mortal, al supuesto asesino de su padre. Vader, al develarse como Anakin ejecuta un corte en su propia figura. Lo que se corta es el padre idealizado (El gran caballero Jedi traicionado y asesinado), el rey poderoso de la infancia. Más allá de la separación de la madre en la clásica lectura edípica, se mutila la perfección de la estirpe, la genealogía Jedi. Lo anterior nos recuerda a la primera de las teoría infantiles que relata Freud, la sospecha por parte del infante de que sus padres son dioses, reyes o acaudalados y que algún día vendrán por ellos y así reclamar su gloriosos linaje. Luke tenía trazado un camino, "Seguiré los caminos de la Fuerza y me convertiré en Jedi como padre antes de mi" dice en el Episodio IV “Una nueva esperanza”. ¿Cómo cambia el destino de Luke al saber que el enemigo es su padre? Lo primero que cambia es el linaje de Luke y la deuda simbólica con su padre (vengar su muerte a manos de Vader). Pero ese padre ahora es uno que cayó en desgracia y el enemigo tampoco es idealmente malo sino trágico. Luke al momento de perder la mano que sostiene la espada herencia de su padre Jedi, pierde su destino como hijo igualmente idealizado. En una anterior cita, Lacan se preguntaba sobre por qué el rito iniciático afecta al padre como lo propuso Freud, en otra clase de ese mismo seminario se responde así:

“… verán que la castración del hijo no es aquí más que la continuación y el equivalente de la castración del padre, como todos los mitos detrás del mito freudiano primitivo del padre, y el mito primitivo del padre, lo indican suficientemente… y esto es justamente lo que en la estructura neurótica se trata de impedir que se vea. El neurótico no puede ser el falo más que en nombre del Otro. Hay por lo tanto alguien que lo tiene, que es aquel de quien depende su ser. Él no tiene, lo que todos sabemos que se llama el complejo de castración. Pero si no hay nadie para tenerlo, él lo tiene todavía mucho menos, naturalmente… el deseo del neurótico, diré de una manera condensada, es lo que nace cuando no hay Dios… es en el nivel de esta suspensión al Garante Supremo que es lo que oculta en él el neurótico, que se sitúa y se detiene y se suspende, este deseo del neurótico.”
Seminario 6: El deseo y su interpretación 0 Clase 26: 24 de Junio de 1959

Se reproduce la escena de la cueva en el mismo “Imperio Contraataca” donde Luke corta la cabeza de Vader solo para encontrar su propio rostro. Regularmente se alude a esa escena como “el momento que todo héroe tiene que enfrentar sus miedos”. Entonces, la escena nos invita a pensar que no es el miedo a Vader lo que enfrenta el héroe sino algo más sagrado. El mito galáctico nos aporta con esta escena la verdad en juego con el rito iniciático de la mutilación. Luke corta la cabeza de Vader y Vader corta la mano de Luke y se “quita la máscara” solo para mostrar la caída de ese “Garante Supremo” del que habla Lacan y que el neurótico intenta busca enaltecer. De ahí que rechazamos las clásicas interpretaciones simplistas de las películas fantásticas como contando solo “la eterna lucha entre el bien y el mal”, siendo que esta escena más bien aborda la inquietante angustia frente a lo que se pierde (por ejemplo la ideas esféricas del bien y mal) en la función tórica del padre y el sujeto frente a la ley.[6] Lo que nos aporta esta imagen en el mito del Jedi, es que, contrario a la idea popular, el crecimiento del héroe no solo implicó una renuncia que lo sube a la alturas sino un corte que lo baña con la iluminación del real más allá del manto idealizado de lo imaginario. Lo interesante de este proceso es lo parecido al pasaje del enamoramiento al amor. Mientras el enamoramiento siempre carga con el peso del ideal, el paso al amor implica un proceso de castración, un renacimiento más allá del brillo narcisista del ideal sino en el encuentro con aquello que arrebata. El grito de Luke nos aporta una reflexión sobre la categoría de castración en el  psicoanálisis y el mito de Edipo. Otto Rank había encontrado esa similitud en el mito del nacimiento, lo que Cambell denomina la separación. Sin embargo dicha separación es la distinción narcisista del Ungido, del Elegido. El momento tanto de la iniciación es el del corte de esa gloria prometida.

Tal vez así las palabras de Campbell “Contempla la cara del padre, comprende y los dos se reconcilian” obtienen otro sentido. En la escena final de la trilogía “El regreso del Jedi”, Luke finalmente contempla a su padre sin el caso de Vader para descubrir que ese disfraz, haciendo honor a su etimología, era un manto imaginario que borraba las huellas de las mutilaciones/pérdidas de su propio padre. Ambos comprenden que solo así puede pertenecer al grupo constituyéndose en una leyenda que hace comunidad.

Para finalizar, recordamos lo analizado por Nadia Sels con respecto a la relación entre Psicoanálisis y Mitología llegando a la conclusión de que la mitología puede contribuir al psicoanálisis cuestionar y elaborar sus conceptos al aportar nuevas y “mejores categorías” de análisis “en la continua reformulación creativa del problema”.[7] Esperamos que esto se dé en larga vida por delante que le queda a la mitología creada por George Lucas, en especial con la próxima a estrenarse “Star Wars: El despertar de la Fuerza” a manos del cineasta J.J. Abrams. Nuestra esperanza no es en vano si consideramos al cineasta y el hecho que parte fundamental de la historia es un objeto que cae, el corte sufrido por Luke Skywalker.




[1] “The Mythology of Star Wars”, documental realizado en 1999 donde Bill Moyers entrevista a George Lucas sobre cómo Joseph Campbell y sus conceptos de Monomito y otros de la Mitología y Religión moldearon la saga de “La Guerra de las Galaxias”.  https://www.youtube.com/watch?v=YpiEk42_O_Q
[2] Para usar la amable frase de Guilllermo del Toro.
[5] “Al final ocurre que no le cae (a Edipo) la venda de los ojos, sino que los ojos le caen como vendas. ¿No vemos acaso, en ese objeto mismo, a Edipo reducido no ya a sufrir la castración, sino más bien diría a ser la castración misma? A saber, lo que queda cuando desaparece de él, bajo la forma de sus ojos, uno de los soportes elegidos por el objeto a”. Jacques Lacan. Clase del 18 de marzo de 1970.
[6] En este sentido y siguiendo a Otto Rank que encuentra similitudes en la narrativa, a Zizek desde lo estructural y Freud en lo simbólico, Luke como héroe estilo Edipo también revela la importancia de Figuras como Job y Jesucristo que en su rito de transformación incluyen la perdida y mutilación como respuesta heroica ante la caída del Garante Supremo. Rank. “El mito del nacimiento del Héroe”, Zizek “El títere y el enano”, Freud. “Tótem y Tabú”.  
[7] Nadia Sels. Mente, Mito y Metáfora: Sobre la relación de la Mitología y el Psicoanálisis. http://www.lineofbeauty.org/index.php/s/article/viewFile/64/127

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy interesante análisis, excelente para repenesar en la historia antes del próximo estreno...sobre todo la frase "Es que ha nacido dos veces: ahora se ha convertido en el padre…", me hace recordar los rumores sobre la trama de la nueva película. Tendremos que esperar para ver si sigue la línea de la teoría de Campbell como inspiración.

-Ireri Gómez

Hector Mendoza dijo...

Gracias Ireri por el comentario. J.J. Abrams ha dicho que su pelicula trata de generaciones lo que da buena espina. En especial me gusta de J.J. su pelicula "Super 8", que es el mejor homenaje al cine de Spielberg llegando, en mi opinion, a superar al maestro respetuosamente. La idea del monstruo se sostiene por lo digicil de la pérdida. Gracias.

Roxana Salas dijo...

Muy interesante Héctor!! Sobretodo para reflexionar lo que despierta en nosotros cada una de las escenas clave. En lo particular, siempre me había generado conflicto la escena donde Darth Vader se queda sin caso, me preguntaba si había sido conveniente o no. Después de esta lectura creo definitivamente que era necesario, un choque con la realidad lleno de identificación, unas no tan gratas, otras que seguramente causaron alivio. ¿Qué habrá sentido Luke al ver el rostro de su padre?, pero también, ¿qué nos hace sentir a nosotros los espectadores?
Nada es gratis, por algo somos fanáticos.

Roxana Salas dijo...

Quise decir, Vader se queda sin casco, no sin caso.

Hector Mendoza dijo...

Gracias Roxana por tus comentarios y me quedo con tu pregunta doble ya que uno refleja al otro. Luke, como héroe de ficción hace sentir, hace resonar algo en el espectador que pasa de Vader, el malvado del inicio se va convirtiendo poco a poco en un hombre caído en desgracia y redimido por su hijo; me gusta pensar en el pasaje del hijo cuando adulto puede ver a su padre como un hombre a pesar de sus errores (fallas que implican que está tocado y esperando la muerte) pero que lo constituyen como padre a fin de cuentas. Por lo anterior nos parece interesante el gran acierto de la nueva película de Star Wars, ¿cómo puede redimirse un hijo que ha matado a su padre? y siguiendo tu pregunta enlazada ¿que nos dice a los espectadores? Gracias de nuevo.