miércoles, octubre 23, 2013

TITANES DEL PACÍFICO: El Monstruo y El Mecha, los lados Del Toro subjetivo



Con su reciente lanzamiento a la venta, puedo disfrutar totalmente la grata experiencia de la película "Titanes del Pacífico", película donde el genial gordo Del Toro vuelve sobre su fórmula honesta de presentar un detallado trabajo ensanchando los límites de su oficio sobre un tema muy personal e intimista, su pasión por las películas/caricaturas/mangas de su adolescencia donde aparecen "Robots" y Monstruos Gigantes rindiendo homenaje a esas manifestaciones de los géneros Kyodai y los Kaiju que datan de los años 60.



Confieso que el cine no me emocioné tanto como hace poco que la volví a ver en la comodidad de mi hogar, en una experiencia que me trasportó a los también "monstruosos" (porque todo era exagerado) ochentas y disfrutaba de Mazinguer Z, Voltron y Robotech. Del Toro muestra escenas primordiales: El monstruo que se aproxima desde el fondo del mar, el Mecha (como todo hermano geek sabe, no se trata de robots ya que no son inteligencia artificial ni tampoco cyborgs ya que no tienen tejido orgánico, sino Mechas, una especie de armadura gigante para un tripulante humano que bien llama Del Toro "Jinete" -incluso trasporte como en el caso del SDF-1 de Robotech que era nave y se convertía en Mecha) que llega del aire, los puños de cohete o la espada que se usa solo en el momento climático.

Cruzando historias es interesante ver que el artefacto o invención de Cronos tenía en una sola pieza este mito más básico, en lugar de la maquinaria y el insecto en la palma de la mano, ahora la estilizada precisión de la maquina lucha contra lo viceral del insecto monstruoso, estan el alma humana en medio. También agradezco que esté el Del Toro crítico rechazando la parafernalia militar y hablando en términos cinematográficos del western o arturianos (Marshall, Ranger, Jinete; etc) y mostrando que la única solución que se les ocurre a los políticos es construir muros que no funcionan. También elude la "creación de la pareja amorosa" a la Hollyhood, sino más bien introduce algo digno de resaltar, el carácter escindido del Mecha. Tienen que ser dos pilotos que comparte su mente, partiéndose en ellos mismos para manejar el Mecha.

Como historia del Héroe también esta partida entre el ex-arrogante venido a menos y la princesa/victima que tiene que dejar a papá y (su venganza) para luchar contra los monstruos. Sin olvidar a esos monstruos que bien funcionan como los rudos de la lucha libre. Gracias Del Toro por recordarnos la grieta de nuestra pacífica subjetividad.

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