Emos adolescentes postmodernos
¿Por qué son un bello objeto de intolerancia?
El problema de mi generación es que fuimos hijos de padres no deseados.
Chumy Chümez.
Para comenzar este escrito sobre los Emos tomaré los comentarios emitidos en un programa de televisión por cable, partiendo de la idea que, como en las religiones y cultos, los más apasionados son los detractores.
“Solo voy a decir esto: el Emo es una mamada ¿Qué es el Emo? El Emo es una cosa para niñas de 15 años que apenas les salieron pelitos, ya saben en donde, que se acaban de emocionar por que les encanta el cantante del grupito, no por que les encante la música; número uno. Número dos, ¿es necesaria, necesario, crear un nuevo género para expresar emociones? No nos sirve con el Death Metal, no tenemos suficiente con el punk, no tenemos suficiente con Camila, Sin bandera, José José; ¿Es necesario crear un nuevo género? que diga “¡Wey! Todos los demás están equivocados, emocionalmente no nos llenan”. ¡Fucking bullshit niños! No hay movimiento, no hay una manera del pensar, no hay músicos. Ustedes confunden el punk, el hard rock y confunden el scremo, juntan todas las corrientes, solo para darles un significado a su estúpido y pendejo movimiento, No hay movimiento.”
Tomado del video llamado “que es un emo” o “Kristoff anti-emo” en http://www.youtube.com/watch?v=FIX6lOjBPSQ
Resulta interesante cuando se trata de definir un fenómeno como los Emos. El intento del comunicador Kristoff de explicar que “no hay movimiento” nos recuerda al artículo de Freud sobre la negación, es decir, hay algo en el momento que se reprime. Los Emos han cobrado estatuto de verdadero moviendo juvenil, de tribu urbana, justo ahora que han sufrido la discriminación y ataque social de otros grupos, lo cual nos recuerda una vieja lección al psicoanálisis, ese objeto tiene presencia en el intento de desalojo. Escuchando la queja en negativa de Kristoff “anti-emo” analicemos sus argumentos de “no hay movimiento” para ver la características del Movimiento Emo. Lo primero que reconoce es el arraigo de este movimiento principalmente en adolescentes que, lejos de ser un algo despreciable, debemos reconocer que si de algo están nutridos todos los movimientos sociales, si algo sostiene cualquier ideología, son los jóvenes. Si algo tienen los adolescentes es que salen de los síntomas familiares y se empiezan a integrar a la sociedad, así, las modas, cultos o movimientos adolescentes debemos interpretarlas como síntomas de la sociedad en su conjunto. La irresponsabilidad del conductor en sus declaraciones es que no se incluye en el fenómeno, sobre todo, no se reconoce como parte del mismo desde el momento que principalmente son adolescentes los que conforman su audiencia y los que le preguntan sobre los Emos.
“Kristoff anti-emo” se comporta como los padres de antaño que le dijeron a los del rock y el punk (antepasados directos de los Emos) “¡¡Eso que hacen es perder el tiempo, eso que escuchan es ruido, no es música!!” Sin embargo, su queja toma la forma verdadera de la pregunta “¿es necesario otro género para hablar de emociones?” La propia pregunta es la respuesta, porque si contestamos diciendo “NO, no es necesario” entonces ¿Por qué surgió? Lo que los Emos nos dicen a la sociedad en su conjunto es que SI, es necesario un culto a lo emocional entre los adolescentes.
Para conocer sobre los Emos recomendamos evitar preguntas secundarias e ir a lo primario, a la Juanga, lo que se ve no se pregunta. Visten de negro, sus ropas son ajustadas de tallas menores, el cabello les cubre una parte del rostro, siempre están “como deprimidos”. Este último detalle nos da asalta ante lo ampliamente difundido por los medios de comunicación, el rasgo de nuestro tiempo es la depresión. Los Emos hacen culto, hacen síntoma de eso que define la actualidad. Proponemos que como la persecución de los judíos a sus disidentes que crearon el catolicismo, cuando los principales detractores de los Emos son los Punks, los Darks o los Góticos, se reconoce la lucha por los demasiado iguales así como el odio que solo se dirige a la evolución rechazada. Al más puro estilo de Bush persiguiendo Al-Qaeda, buscan matar a su creación.
¿Cuál es la diferencia entre estas tribus urbanas? Los Emos son la última evolución que empieza con movimientos juveniles desde los 60´s donde el sistema patriarcal clásico es cuestionado desde el arte y la política. Cuando a parece el Rock es la búsqueda de libertad de las ataduras de la tradición totalitaria. Los Punks de los 70´s cambian esa rebeldía por la anarquía. La queja que exponen los Emos, la forma de atacar el sistema de los padres es con un nuevo formato. Resaltamos el carácter de similares que nos recuerda a una escena de la película “La vida de Brian”:
“CGL-¡Campaña para una Galilea Libre! (CGL)
FPJ-¡oh! Frente del Pueblo de Judea (FPJ) Los originales ¿Qué está haciendo su grupo?
CGL -Vamos a secuestrar a la esposa de Poncio Pilato
FPJ -También nosotros
CGL -¿Qué?
FPJ -Ese es nuestro plan
CGL -Llegamos primero
FPJ -¿Qué significa eso?
CGL -Lo pensamos primero
FPJ -¡Ah, si claro!
CGL -Si, hace unos cuantos años, en serio.
FPJ -Bueno, ¿Trabajaron algunas demandas?
CGL -Claro
FPJ -¿Cuáles son?
CGL -No te las voy a decir
FPJ -¡Si, como no!
CGL -Ese no es el punto, llegamos primero.
FPJ -¡Claro que no!
CGL -¡Claro que si! ¡Bastardos, hemos planeado esto por meses!
FPJ -¡Pues lo siento por ti, idiota!
Comienzan a golpearse
Brian: ¡Hermanos! ¡Hermanos! ¡Deberíamos pelear juntos!
FPJ -¡Eso es lo que hacemos!
Brian: ¡Pero no entre nosotros! ¡Deberíamos unirnos contra el enemigo en común!
CGL y FPJ -¿El Frente Popular de Judea?
Brian: ¡No, no, los Romanos!
CGL y FPJ - Oh, si. [1]
Cuando Punks y Emos se estaban peleando por un lugar público bien podemos imaginar a Brian diciendo “¡Hermanos, debemos unirnos contra el enemigo en común!” “¿Los góticos?” “¡No! ¡El sistema!” Mientras que el rock (ahora clásico) es la generación de los “rebeldes sin causa” seguidos por los Punks como “anarquía sin causa”, los Emos son la generación del siglo XXI, la generación de los “deprimidos sin causa”. En este sentido, el movimiento Emo es el hijo no reconocido de la ideología actual de la autoayuda y la victimización, además de lo multicultural y la queja exagerada. ¿Qué pasó en la ideología que ahora la mejor “rebelión” sea en términos de depresión?
En la preparación de este escrito me preguntaron con respecto a los Punk, Los Dark y los Góticos por lo que es necesario detenernos un poco más. Más allá de las definiciones de diccionarios postmodernos como el “nuevo oráculo de Delfos” Wikipedia y su “profeta” el google, planteamos la obviedad de la imagen simbólica. Cuando alguien comenta “no hay ideología solo son posers” aludiendo a solo la imagen de Emos (Punks, Darks, Góticos, etc.) cabe preguntarnos ¿qué a acaso no somos todos posers? Esta noción de la existencia de una diferencia entre lo interior (la creencia) y lo exterior (la vulgar imagen, la vestimenta) es cuestionada cuando recordamos el método psicoanalítico, el inconsciente se esconde en la superficie, lo que está vulgarmente ante nuestros ojos. ¿Qué acaso no es la definición de una determinada creencia o ideología algo que solo aparece en la superficie? Cuando algún católico actual (“realmente no creo en eso sino que lo hago solo por tradición o por respecto a las culturas”) de todas maneras le provoca algo una cruz o las frases donde se menciona a Dios o la Virgencita, es decir, cuando posa como si fuera católico en ese momento lo es. Esto lo vemos en todos los niveles. Hace poco escuchaba a alguien en la radio diciendo muy preocupada con respecto a mujeres anoréxicas “¡Cómo es posible que se preocupen por el exterior esta niñas en lugar de valorar el interior!” Sin embargo ¿qué hay en el interior sino una chica preocupada por u imagen? Su exterior habla y crea ese interior. ¿Qué nos dicen todas estas tribus urbanas desde su exterior más profundo?
Uniforme de negro
Cuando decimos Punks la vestimenta importa. El Mohawk representa en su nombre no solo la relación con los pueblos indios sino la agresión contra lo establecido. Los picos y las cadenas hablan por la ideología de la anarquía después de la rebeldía; a la Lacan, busca un Amo y lo tendrán. Así, los punks se hacen esta “tribu urbana” que nos lleva a otra pregunta ¿qué implica el decir “tribu urbana”? Primero resaltamos el carácter de lo urbano, es decir, de la ciudad, por la ciudad y para la ciudad. Pero esto de “Tribu” más que simplemente sonar a algo primitivo recordemos que es un tipo de organización como la familia. Tribu, clan, familia, horda son sinónimos por lo que estos movimientos sociales debemos reconocerlos como intentos de solución de grupos de apoyo en las ciudades actuales donde las formas tradicionales de convivencia son inoperantes.
Después de los Punk, “Anárquicos sin causa”, vemos los Darks y su súper-especialización los Góticos. En los Darks (¿Oscuros sin causa?) brilla lo negro. En las palabras populares aparece la “música del diablo”. Este tema del Diablo es un detalle interesante. Como bien lo dijo el director del exorcista “Mi película es la más religiosa de todos los tiempos”. Lo interesante es que encontramos en los Darks y los Góticos toda una veneración por los ángeles caídos, las mujeres demoníacas, las cruces invertidas, y demás simbología. Incluso lo llamado Gótico tomado de este tipo de arquitectura religiosa donde aparecían figuras de cúpulas puntiagudas adornadas con estatuas de demonios y gárgolas establece una de las estrategias más interesantes de la Santa Madre Iglesia para convocar creyentes por el temor a los infiernos. Así como lo abordado por Francis Ford Copola cuando dotó de prólogo al Drácula de Bram Stoker, el máximo de los vampiros fue un seguidor de la Iglesia y su camino como no-muerto es una afrenta y blasfemia constante, es decir, sigue siendo un creyente en busca de Dios. Los Darks y Góticos podríamos decirles “satánicos sin causa” recordando que ese gran diablo que se venera es, como diría Don Cruz Treviño Martínez de la Garza, alias “La oveja negra”, “El Diablo si, pero un pobre diablo” como contraparte de un padre impotente.[2]
Los Emos son ese siguiente escalón ya que buscan solo la emoción. Las ropas no son solo negras sino que lo combinan con tonos que denotan amor, ternura y sufrimiento. Antes de abordar del todo a estos “Deprimidos sin causa” precisemos que nuestra ocurrencia-interpretación-juego de “sin causa” nos permite abordar estas tribus urbanas como efectos más que causas, como formaciones del inconsciente que nos hablan de esa ideología donde los jóvenes les hablan a sus padres de la única manera que pueden hacer caso, desde renegar del amor que sienten por ellos.
¿Es realización de deseo si se sueña con estar deprimido? O ¿sueñan los Emos con Elmos cortandose?
Para abordar este tema trascribimos un pasaje de una novela de ciencia ficción de Phillip K. Dick:
“Él suspiró, derrotado por la amenaza.
-Marcaré lo que tengo programado para hoy… preveía una concienzuda actitud profesional -… ¿harás tu lo mismo?...
-Mi programa de hoy incluye una depresión culposa de seis horas – respondió Irán.
-¿Cómo? ¿Por qué has programado eso? –Iba contra la finalidad misma del órgano de ánimos -. Ni siquiera sabía que se pudiera marcar algo semejante – dijo con tristeza…
Escuché los… -hizo un gesto.
- Los apartamentos vacíos…Como la mayoría de la gente, dejó que la información le llegara de segunda mano; el interés no e alcanzaba para comprobarla personalmente.
-En ese momento –continuó Irán -, mientras el sonido del televisor estaba apagado, yo estaba en el ánimo 382; acababa de marcarlo. Por eso, aunque percibí intelectualmente la soledad, no la sentí. La primera reacción fue de gratitud por poder disponer de un órgano de ánimos Penfield; pero luego comprendí qué poco sano era sentir la ausencia de vida, no sólo en esta casa sino en todas partes, y no reaccionar… ¿Comprendes? Supongo que no. Pero antes eso era una señal de enfermedad mental. Lo llamaban “ausencia de respuesta afectiva adecuada”. Entonces, dejé apagado el sonido del televisor y empecé a experimentar con el órgano de ánimos. Y por fin logré encontrar un modo de marcar la desesperación…
-Pero corres el riesgo de quedarte en un estado de ánimo como ése…
-Dejo programado un cambio automático de controles para unas horas más tarde…
-Marca el 888 – respondió Rick mientras el receptor se calentaba -. Quiero ver la televisión, haya lo que hubiere.
-En este momento no quiero marcar nada – dijo Irán.
-Entonces marca el 3 – sugirió él.
-No puedo pedir un número que estimula mi corteza para que desee marcar otro. No quiero marcar nada, y el 3 menos aún, porque entonces tendré el deseo de marcar, y no puedo imaginar un deseo más, descabellado. Lo único que quiero es quedarme aquí, sentada en la cama, y mirar el suelo…
- Está bien, me rindo. Marcaré lo quieras de mi. ¿Goce sexual extático? Me siento tan mal que hasta eso podría soportar. Al diablo. ¿Qué diferencia hay…?
En la consola de Irán marcó 594; reconocimiento satisfactorio de la sabiduría superior del marido en todos los temas.”[3]
Los Emos, por emocionales, nos enseñan la existencia de un goce en la víctima y cumplen con esta fantasía de programar la depresión. Como grupo, culto, movimiento, son los nuevos histéricos que hacen religión de la ideología de la victimización. Alguien muy bien puede quejarse diciendo “No están deprimidos, se hacen solo para llamar la atención”. Esa queja nos devuelve a tiempos de Charcot con respecto a los que decían los histéricos: simuladores, retrasadas mentales o víctimas de algún trauma real (violación, choque de tren, etc.). Para empezar, el propio concepto de depresión en la psiquiatría admite que no haya causas en el medio ambiente para diagnosticar como depresión (si alguien esta triste por algo “común” como la muerte de un ser querido o algún otra tragedia no aplica el término depresión) de ahí que la apuesta médica es que el origen debe ser bioquímico (hereditario, cambio hormonal, etc.) Por otro lado, todo acto humano implica un tipo de reconocimiento, es decir, siempre hacemos algo para llamar la atención aunque sea “quedar bien ante nuestros propios ojos” (“el único respeto que importa es el respeto a uno mismo”). ¿No es más interesante la queja si la sostenemos desde su carácter común? Es decir, ¿Por qué alguien ve como única manera de ser alguien actualmente presentarse como víctima? ¿Por qué nuestros jóvenes nos tienen que hablar en esos términos?
Utilicemos algo digno del “chiste y su relación con los inconsciente”. Uno de las mejores ocurrencias con respecto a los Emos es la parodia aparecida en el programa de tv “Mad Tv” donde aparece este nuevo producto para niños:
“Locutor: De los creadores de “Elmo cosquillas” y “Elmo cosquillas extremas” llega en esta época navideña el juguete que todo niño debe tener. Es “Emo cosquillas”
Emo cosquillas mientras lo toca el niño: “¡No me toques, me lastimas!”
Niño: “¿Qué?”
Locutor: “Emo cosquillas es el torturado y depresivo primo de Elmo, y ¡Vaya que está triste! Solo aprieta su mano y el propio Emo cosquillas te lo dirá con una de las trece grabaciones emo.” Vemos un niño que aprieta la mano del muñeco.
Emo cosquillas: “Si la vida es tan justa ¿porqué las rosas tienen espinas?” - El niño vuelve a accionar al muñeco- “No hay duda, ¿me oyes? NO HAY DUDA”.
Niño: “¿Por qué no te mueves y agitas o algo así?”
Locutor: “¡Claro que lo hace! ¡Solo jala el cordón!”
Emo cosquillas: “¡Nadie me entiende especialmente tu!”
Locutor: “Emo cosquillas es tal como un niño Emo real: super sensible y muy dramático”. – el muñeco comienza a girar su cabeza mientras se queja.
Emo cosquillas (dirigiéndose al niño): “¡Te odio! ¡Te odio!”
Niño (cargando y aventando al Emo cosquillas al sillón): “¡Te odio también! ¡No eres el único con problemas!”
Locutor: “¡Ten cuidado con dejar a tu Emo cosquillas solo por mucho tiempo!” – el muñeco comienza a cortarse el brazo.
Emo cosquillas: “¡Me lastimo a mi mismo para sentirme vivo!”
Locutor: “¡Emo cosquillas, disponible en todos lados!”
Las emociones no son como antes, en nuestra sociedad de riesgo el discurso es de victimización, los histéricos, aquellos que le avientan a la cara al Otro su deseo, aquellos que se mimetizan en su deseo, aquellos que encarnan la moda, hacen culto a eso desde donde el Otro los reconoce. Este discurso de victimización nos hace a todos Emos. Recordemos la llamada “Ley anti-tabaco” que dicha de esa manera es incorrecta, es leerla todavía desde una perspectiva moderna de prohibición cuando su nombre en realidad es “Ley de protección a los no-fumadores” que en su discurso es sobre protectora y convierte el ser no fumador en la figura de la victima a proteger (“¡No fumes!, ¡Me lastimas!”). Incluso pensamos en el nuevo tipo de santoral postmoderno donde los Santos ya no aparecen sino los órganos enfermos (Día mundial de la lepra, Día mundial de la no violencia, Día mundial del glaucoma, Día mundial de la enfermedad renal, Día mundial de la tuberculosis, Día internacional de la mujer).
Siguiendo los pasos del chiste y su relación con lo inconsciente esta parodia del “Emo cosquillas” nos hace recordar que lo que esta en juego con los muñecos, especialmente con estos Bebés que lloran, ríen, se les cambia la ropa, etc., es que le permiten al niño identificarse proyectivamente, juegan a ser papás. Cuando el “Emo cosquillas” grita “¡Me lastimas!” es la queja del chico Emo principalmente hacia sus padres. ¿Cómo es que este ser que no le hemos dado más que cariño se transforma en un ser que nos acusa con odio? La analista Catherine Mathelin comenta lo siguiente:
“De lo que se trata inconscientemente para todo adolescente es de la muerte. Su propia muerte (el niño que fueron no está más), la de sus padres a quienes ya no ven como ídolos, como los representantes del saber y el poder. El niño no podrá crecer, decía Winnicott, sino “pasando sobre el cadáver del adulto”.[4] El tiempo que pasa es el único remedio para la adolescencia. El “trabajo” de los padres durante este tiempo es sobrevivir, no dejarse “matar”, seguir sosteniendo su posición y decir lo que piensan. Conservar su lugar es no dejar que el hijo piense que puede “ganar” a sus padres. Si los adultos no ofrecen resistencia, si los hijos los sienten demasiado frágiles, volverán su agresividad contra ellos. Al principio, esperará simbólicamente ser “matados”, y si no obtienen respuesta a su pedido, volverán su violencia contra sí mismos y tendrán ganas de suicidarse.
-AMELIA, de 14 años: No veo qué razón hay para vivir. ¿Vio lo que pasa en el mundo? Francamente no vale la pena. Si es para tener una vida como de mis padres, de casa al trabajo y del trabajo al hogar, ¡no, gracias! Es imposible decirles que su vida es idiota, no lo soportarían. No quiero sentirme responsable de su muerte, entonces prefiero suicidarme yo.-
Son ellos o yo, dice Amelia. La separación de los padres es difícil de vivir…. ¿Pero los padres están siempre listos a renunciar a este amor? Si los padres sufren por “perder” a su hijo, el sentimiento de culpa del adolescente se vuelve terrible… Lo más importante para los padres es aceptar que el hijo se les enfrente sin estar por ello destruidos ellos mismos. Dar prueba de autoridad, afirmar sus principios aceptando ser criticado por su hijo y acompañarlo en sus reivindicaciones no es cosa fácil.” [5]
El caso Amelia que aborda Mathelin ¿no suena a Emo? Este oponer resistencia que menciona Catherine Mathelin me recuerda al bonito concepto de regatear. Cuando se habla de que con los adolescentes los padres deben negociar me parece que tendría que ser de la forma más cálida del regateo más que la negociación postmoderna entre abogados. Amable lector ¿qué implica el regateo? Imagine va a vender un auto que sabe que el justo valor sería de 50,000 bien puede ofrecerlo en 70,000. Empieza el regateo. El potencial cliente sabe que ese precio es negociable por lo que le ofrece 30,000 y empieza el “estira y afloje”. Eso es justamente oponer resistencia desde la figura paterna como una forma de relación con el mundo más allá de la esfera materna. Es pasar de la esfera del Matrimonio (dominio de la madre) al Patrimonio (herencia del padre). Al momento del permiso (“papá déjame llegar a las 4 de la mañana) primero se pide lo imposible para oponer resistencia, para regatear (“¡No, qué te pasa! Llega a las 9 de la noche”) sabiendo que la única función es el estura y afloja, es solo conservar la función de resistencia (“¡Bueno a las 3! – A las 11 – Esta bien a la 1 y es mi ultima oferta”).
Terminemos resaltando el síntoma más característico de los Emos a nivel psicopatológico. El Cutting:
“El cutting es un intento radical de recuperar un asidero en la realidad de asentar de manera firme el yo en la realidad corporal, contra la angustia[6] insoportable que produce el percibirse uno mismo como no existente. Los cutres dicen a menudo que, cuando ven la tibia sangre roja brotar de la herida autoinflingida, se sienten de nuevo vivos, firmemente asentados en la realidad.[7] De modo que aunque, por supuesto, el cutting sea un fenómeno patológico, supone un intento patológico de recuperar cierta normalidad de evitar un hundimiento psicótico total.” [8]
Cuando nuestro Emo cosquillas dice “¡Me lastimo a mi mismo para sentirme vivo!” resaltemos el juego de pasar de las cosquillas a al corte. Aprovechemos la parodia y resaltemos que alguien puede quejarse de cosquillas ya que pertenecen al esos fenómenos que bien pueden ser placenteros pero después de un cierto límite pueden ser una verdadera tortura. El “hazme cosquillas Emo” es el niño que no puede más sentir dolor del lugar de víctima gozosa desde donde lo ve el padre. Vivimos en tiempos donde los “traumas” son postergados por persecución a la función paterna (“es que no se nace sabiendo ser padre”) lo que trae consigo una complicación en el momento de la adolescencia para lograr la separación. Ya no nos encontramos con el histérico que busca liberarse del amo opresor encarnado por los padres sino que el nuevo Amo del discurso del capitalismo le indica “realízate en ti mismo consumiendo esto”, dejándolo solo con frente al goce. La respuesta del niño “¡tu no eres el único con problemas!” es el discurso victimizante de los padres que piden apoyo a sus hijos para sus problemas (¿Dónde apoya el pie San Cristóbal?) lo que conlleva a que requieran realizar la separación autoadministrada, el autocorte.
Volvemos al subtitulo de este escrito ¿por qué son un bello objeto de intolerancia? Los Emo son la encarnación de la esta cultura de riesgo, o donde el grave problema es la intolerancia. Recordamos que cuando Matin Luther King luchó no fue contra la intolerancia (¡¿el blanco debe tolerar al negro?!) sino abogaba por el respeto a los derechos civiles (“que mis hijas puedan ir a la escuela con niños blancos”). Los Emo son esa encarnaión de todo lo que es le nuevo Tótem. En su lirbo “Tótem y tabú” Freud resalta el doble carácter del Tótem, por un lado es un animal sagrado pero por el otro un animal prohibido. Si decimos que los Emo son el culto a las emociones tendrémos que preguntarnos porqué se volvieron tótem. La emociones son sagradas y prohibidas (sé tu mismo pero respetando a los demás, tiene llamadas o mensajes ilimitados pero no acoses al otro, busquemos las libertades sexuales pero a qué grupo de preferencia perteneces), de ahí que estamos en una nueva era de represión intelectualizada. Ahora, cualquier expresión de sentimientos (¡Baby, te quiero, wo, wo!) o es muy Emo o es muy gay (“¡Claro, con respeto!”). Recuerdo una escena de la película “Supercool” (Superbad, 2007) donde un adolescente esta hablando con un par de chicas que le piden que compre las bebidas para una fiesta. Una de ellas le pide un tipo de limonada alcohólica a lo que él contesta “Es un tanto gay pero esta bien” ante la reacción de desconcierto de ella. Lo interesante de esto es que incluso en boca de un adolescente actual lo antes femenino se traduce como gay, incluso emo. El máximo exponente es la poesía al ya no ser algo delicado o culto sino Emo o Gay, lo interesante es que estas nominaciones que nos puede decir que existe una mayor inclusión de, por ejemplo, los homosexuales, al volverse un subclasificación se vuelve menos peyorativa la nominación pero más excluyente al ser una superclasificación. Zizek lo aborda de esta manera:
“Hoy, sin embargo, el terreno de la lucha ha cambiado: el establishment liberal post-político no sólo reconoce plenamente la distancia entre la igualdad puramente formal y su efectiva actualización o realización; no sólo reconoce la lógica excluyente de la “falsa” e ideológica universalidad, sino que procura combatirla aplicando toda una serie de medidas jurídicas, psicológicas y sociales, que abarcan desde la identificación de problemas específicos a cada grupo o subgrupo (no ya sólo unos genéricos “homosexuales”, sino “lesbianas afro-americanas”, “madres lesbianas afro-americanas desempleadas”, etc.) hasta la elaboración de un ambicioso paquete de medidas (“discriminación positiva” y demás) para solucionar esos problemas. Lo que esta tolerante práctica excluye es, precisamente, el gesto de la politización: aunque se identifiquen todos los problemas que pueda tener una madre afro-americana lesbiana y desempleada, la persona interesada “presiente” que en ese propósito de atender su situación específica hay algo “equivocado” y “frustrante”: se le arrebata la posibilidad de elevar “metafóricamente” su “problemática situación” a la condición de “problema” universal. La única manera de articular esta universalidad (el no ser tan sólo esa persona específica que padece esos problemas específicos) radicaría entonces en su evidente contrario: en la exploración de una violencia completamente “irracional”.” [9]
Los Emos nos hablan de este culto a la intolerancia y la victimización pero el propio movimiento ya es en sí un intento de solución. Como lo ilustrado por un comentario del cantante Nigga al explicar porqué en E.U. se hace llamar Flex: “Lo que pasa es que allá son muy cuidadosos con su racismo, nigga suena a niger que esta mal dicho y que debería de ser afro-americano, no son como nosotros en Latinoamérica que somos diferentes con nuestro racismo, somos como más cariñosos cuando decimos el negrito o mi negrito”. La sabiduría de Nigga reside en el hecho de reconocer el racismo inherente en los latinos solo que de otra manera.
¿Por qué son un bello objeto de intolerancia?
El problema de mi generación es que fuimos hijos de padres no deseados.
Chumy Chümez.
Para comenzar este escrito sobre los Emos tomaré los comentarios emitidos en un programa de televisión por cable, partiendo de la idea que, como en las religiones y cultos, los más apasionados son los detractores.
“Solo voy a decir esto: el Emo es una mamada ¿Qué es el Emo? El Emo es una cosa para niñas de 15 años que apenas les salieron pelitos, ya saben en donde, que se acaban de emocionar por que les encanta el cantante del grupito, no por que les encante la música; número uno. Número dos, ¿es necesaria, necesario, crear un nuevo género para expresar emociones? No nos sirve con el Death Metal, no tenemos suficiente con el punk, no tenemos suficiente con Camila, Sin bandera, José José; ¿Es necesario crear un nuevo género? que diga “¡Wey! Todos los demás están equivocados, emocionalmente no nos llenan”. ¡Fucking bullshit niños! No hay movimiento, no hay una manera del pensar, no hay músicos. Ustedes confunden el punk, el hard rock y confunden el scremo, juntan todas las corrientes, solo para darles un significado a su estúpido y pendejo movimiento, No hay movimiento.”
Tomado del video llamado “que es un emo” o “Kristoff anti-emo” en http://www.youtube.com/watch?v=FIX6lOjBPSQ
Resulta interesante cuando se trata de definir un fenómeno como los Emos. El intento del comunicador Kristoff de explicar que “no hay movimiento” nos recuerda al artículo de Freud sobre la negación, es decir, hay algo en el momento que se reprime. Los Emos han cobrado estatuto de verdadero moviendo juvenil, de tribu urbana, justo ahora que han sufrido la discriminación y ataque social de otros grupos, lo cual nos recuerda una vieja lección al psicoanálisis, ese objeto tiene presencia en el intento de desalojo. Escuchando la queja en negativa de Kristoff “anti-emo” analicemos sus argumentos de “no hay movimiento” para ver la características del Movimiento Emo. Lo primero que reconoce es el arraigo de este movimiento principalmente en adolescentes que, lejos de ser un algo despreciable, debemos reconocer que si de algo están nutridos todos los movimientos sociales, si algo sostiene cualquier ideología, son los jóvenes. Si algo tienen los adolescentes es que salen de los síntomas familiares y se empiezan a integrar a la sociedad, así, las modas, cultos o movimientos adolescentes debemos interpretarlas como síntomas de la sociedad en su conjunto. La irresponsabilidad del conductor en sus declaraciones es que no se incluye en el fenómeno, sobre todo, no se reconoce como parte del mismo desde el momento que principalmente son adolescentes los que conforman su audiencia y los que le preguntan sobre los Emos.
“Kristoff anti-emo” se comporta como los padres de antaño que le dijeron a los del rock y el punk (antepasados directos de los Emos) “¡¡Eso que hacen es perder el tiempo, eso que escuchan es ruido, no es música!!” Sin embargo, su queja toma la forma verdadera de la pregunta “¿es necesario otro género para hablar de emociones?” La propia pregunta es la respuesta, porque si contestamos diciendo “NO, no es necesario” entonces ¿Por qué surgió? Lo que los Emos nos dicen a la sociedad en su conjunto es que SI, es necesario un culto a lo emocional entre los adolescentes.
Para conocer sobre los Emos recomendamos evitar preguntas secundarias e ir a lo primario, a la Juanga, lo que se ve no se pregunta. Visten de negro, sus ropas son ajustadas de tallas menores, el cabello les cubre una parte del rostro, siempre están “como deprimidos”. Este último detalle nos da asalta ante lo ampliamente difundido por los medios de comunicación, el rasgo de nuestro tiempo es la depresión. Los Emos hacen culto, hacen síntoma de eso que define la actualidad. Proponemos que como la persecución de los judíos a sus disidentes que crearon el catolicismo, cuando los principales detractores de los Emos son los Punks, los Darks o los Góticos, se reconoce la lucha por los demasiado iguales así como el odio que solo se dirige a la evolución rechazada. Al más puro estilo de Bush persiguiendo Al-Qaeda, buscan matar a su creación.
¿Cuál es la diferencia entre estas tribus urbanas? Los Emos son la última evolución que empieza con movimientos juveniles desde los 60´s donde el sistema patriarcal clásico es cuestionado desde el arte y la política. Cuando a parece el Rock es la búsqueda de libertad de las ataduras de la tradición totalitaria. Los Punks de los 70´s cambian esa rebeldía por la anarquía. La queja que exponen los Emos, la forma de atacar el sistema de los padres es con un nuevo formato. Resaltamos el carácter de similares que nos recuerda a una escena de la película “La vida de Brian”:
“CGL-¡Campaña para una Galilea Libre! (CGL)
FPJ-¡oh! Frente del Pueblo de Judea (FPJ) Los originales ¿Qué está haciendo su grupo?
CGL -Vamos a secuestrar a la esposa de Poncio Pilato
FPJ -También nosotros
CGL -¿Qué?
FPJ -Ese es nuestro plan
CGL -Llegamos primero
FPJ -¿Qué significa eso?
CGL -Lo pensamos primero
FPJ -¡Ah, si claro!
CGL -Si, hace unos cuantos años, en serio.
FPJ -Bueno, ¿Trabajaron algunas demandas?
CGL -Claro
FPJ -¿Cuáles son?
CGL -No te las voy a decir
FPJ -¡Si, como no!
CGL -Ese no es el punto, llegamos primero.
FPJ -¡Claro que no!
CGL -¡Claro que si! ¡Bastardos, hemos planeado esto por meses!
FPJ -¡Pues lo siento por ti, idiota!
Comienzan a golpearse
Brian: ¡Hermanos! ¡Hermanos! ¡Deberíamos pelear juntos!
FPJ -¡Eso es lo que hacemos!
Brian: ¡Pero no entre nosotros! ¡Deberíamos unirnos contra el enemigo en común!
CGL y FPJ -¿El Frente Popular de Judea?
Brian: ¡No, no, los Romanos!
CGL y FPJ - Oh, si. [1]
Cuando Punks y Emos se estaban peleando por un lugar público bien podemos imaginar a Brian diciendo “¡Hermanos, debemos unirnos contra el enemigo en común!” “¿Los góticos?” “¡No! ¡El sistema!” Mientras que el rock (ahora clásico) es la generación de los “rebeldes sin causa” seguidos por los Punks como “anarquía sin causa”, los Emos son la generación del siglo XXI, la generación de los “deprimidos sin causa”. En este sentido, el movimiento Emo es el hijo no reconocido de la ideología actual de la autoayuda y la victimización, además de lo multicultural y la queja exagerada. ¿Qué pasó en la ideología que ahora la mejor “rebelión” sea en términos de depresión?
En la preparación de este escrito me preguntaron con respecto a los Punk, Los Dark y los Góticos por lo que es necesario detenernos un poco más. Más allá de las definiciones de diccionarios postmodernos como el “nuevo oráculo de Delfos” Wikipedia y su “profeta” el google, planteamos la obviedad de la imagen simbólica. Cuando alguien comenta “no hay ideología solo son posers” aludiendo a solo la imagen de Emos (Punks, Darks, Góticos, etc.) cabe preguntarnos ¿qué a acaso no somos todos posers? Esta noción de la existencia de una diferencia entre lo interior (la creencia) y lo exterior (la vulgar imagen, la vestimenta) es cuestionada cuando recordamos el método psicoanalítico, el inconsciente se esconde en la superficie, lo que está vulgarmente ante nuestros ojos. ¿Qué acaso no es la definición de una determinada creencia o ideología algo que solo aparece en la superficie? Cuando algún católico actual (“realmente no creo en eso sino que lo hago solo por tradición o por respecto a las culturas”) de todas maneras le provoca algo una cruz o las frases donde se menciona a Dios o la Virgencita, es decir, cuando posa como si fuera católico en ese momento lo es. Esto lo vemos en todos los niveles. Hace poco escuchaba a alguien en la radio diciendo muy preocupada con respecto a mujeres anoréxicas “¡Cómo es posible que se preocupen por el exterior esta niñas en lugar de valorar el interior!” Sin embargo ¿qué hay en el interior sino una chica preocupada por u imagen? Su exterior habla y crea ese interior. ¿Qué nos dicen todas estas tribus urbanas desde su exterior más profundo?
Uniforme de negro
Cuando decimos Punks la vestimenta importa. El Mohawk representa en su nombre no solo la relación con los pueblos indios sino la agresión contra lo establecido. Los picos y las cadenas hablan por la ideología de la anarquía después de la rebeldía; a la Lacan, busca un Amo y lo tendrán. Así, los punks se hacen esta “tribu urbana” que nos lleva a otra pregunta ¿qué implica el decir “tribu urbana”? Primero resaltamos el carácter de lo urbano, es decir, de la ciudad, por la ciudad y para la ciudad. Pero esto de “Tribu” más que simplemente sonar a algo primitivo recordemos que es un tipo de organización como la familia. Tribu, clan, familia, horda son sinónimos por lo que estos movimientos sociales debemos reconocerlos como intentos de solución de grupos de apoyo en las ciudades actuales donde las formas tradicionales de convivencia son inoperantes.
Después de los Punk, “Anárquicos sin causa”, vemos los Darks y su súper-especialización los Góticos. En los Darks (¿Oscuros sin causa?) brilla lo negro. En las palabras populares aparece la “música del diablo”. Este tema del Diablo es un detalle interesante. Como bien lo dijo el director del exorcista “Mi película es la más religiosa de todos los tiempos”. Lo interesante es que encontramos en los Darks y los Góticos toda una veneración por los ángeles caídos, las mujeres demoníacas, las cruces invertidas, y demás simbología. Incluso lo llamado Gótico tomado de este tipo de arquitectura religiosa donde aparecían figuras de cúpulas puntiagudas adornadas con estatuas de demonios y gárgolas establece una de las estrategias más interesantes de la Santa Madre Iglesia para convocar creyentes por el temor a los infiernos. Así como lo abordado por Francis Ford Copola cuando dotó de prólogo al Drácula de Bram Stoker, el máximo de los vampiros fue un seguidor de la Iglesia y su camino como no-muerto es una afrenta y blasfemia constante, es decir, sigue siendo un creyente en busca de Dios. Los Darks y Góticos podríamos decirles “satánicos sin causa” recordando que ese gran diablo que se venera es, como diría Don Cruz Treviño Martínez de la Garza, alias “La oveja negra”, “El Diablo si, pero un pobre diablo” como contraparte de un padre impotente.[2]
Los Emos son ese siguiente escalón ya que buscan solo la emoción. Las ropas no son solo negras sino que lo combinan con tonos que denotan amor, ternura y sufrimiento. Antes de abordar del todo a estos “Deprimidos sin causa” precisemos que nuestra ocurrencia-interpretación-juego de “sin causa” nos permite abordar estas tribus urbanas como efectos más que causas, como formaciones del inconsciente que nos hablan de esa ideología donde los jóvenes les hablan a sus padres de la única manera que pueden hacer caso, desde renegar del amor que sienten por ellos.
¿Es realización de deseo si se sueña con estar deprimido? O ¿sueñan los Emos con Elmos cortandose?
Para abordar este tema trascribimos un pasaje de una novela de ciencia ficción de Phillip K. Dick:
“Él suspiró, derrotado por la amenaza.
-Marcaré lo que tengo programado para hoy… preveía una concienzuda actitud profesional -… ¿harás tu lo mismo?...
-Mi programa de hoy incluye una depresión culposa de seis horas – respondió Irán.
-¿Cómo? ¿Por qué has programado eso? –Iba contra la finalidad misma del órgano de ánimos -. Ni siquiera sabía que se pudiera marcar algo semejante – dijo con tristeza…
Escuché los… -hizo un gesto.
- Los apartamentos vacíos…Como la mayoría de la gente, dejó que la información le llegara de segunda mano; el interés no e alcanzaba para comprobarla personalmente.
-En ese momento –continuó Irán -, mientras el sonido del televisor estaba apagado, yo estaba en el ánimo 382; acababa de marcarlo. Por eso, aunque percibí intelectualmente la soledad, no la sentí. La primera reacción fue de gratitud por poder disponer de un órgano de ánimos Penfield; pero luego comprendí qué poco sano era sentir la ausencia de vida, no sólo en esta casa sino en todas partes, y no reaccionar… ¿Comprendes? Supongo que no. Pero antes eso era una señal de enfermedad mental. Lo llamaban “ausencia de respuesta afectiva adecuada”. Entonces, dejé apagado el sonido del televisor y empecé a experimentar con el órgano de ánimos. Y por fin logré encontrar un modo de marcar la desesperación…
-Pero corres el riesgo de quedarte en un estado de ánimo como ése…
-Dejo programado un cambio automático de controles para unas horas más tarde…
-Marca el 888 – respondió Rick mientras el receptor se calentaba -. Quiero ver la televisión, haya lo que hubiere.
-En este momento no quiero marcar nada – dijo Irán.
-Entonces marca el 3 – sugirió él.
-No puedo pedir un número que estimula mi corteza para que desee marcar otro. No quiero marcar nada, y el 3 menos aún, porque entonces tendré el deseo de marcar, y no puedo imaginar un deseo más, descabellado. Lo único que quiero es quedarme aquí, sentada en la cama, y mirar el suelo…
- Está bien, me rindo. Marcaré lo quieras de mi. ¿Goce sexual extático? Me siento tan mal que hasta eso podría soportar. Al diablo. ¿Qué diferencia hay…?
En la consola de Irán marcó 594; reconocimiento satisfactorio de la sabiduría superior del marido en todos los temas.”[3]
Los Emos, por emocionales, nos enseñan la existencia de un goce en la víctima y cumplen con esta fantasía de programar la depresión. Como grupo, culto, movimiento, son los nuevos histéricos que hacen religión de la ideología de la victimización. Alguien muy bien puede quejarse diciendo “No están deprimidos, se hacen solo para llamar la atención”. Esa queja nos devuelve a tiempos de Charcot con respecto a los que decían los histéricos: simuladores, retrasadas mentales o víctimas de algún trauma real (violación, choque de tren, etc.). Para empezar, el propio concepto de depresión en la psiquiatría admite que no haya causas en el medio ambiente para diagnosticar como depresión (si alguien esta triste por algo “común” como la muerte de un ser querido o algún otra tragedia no aplica el término depresión) de ahí que la apuesta médica es que el origen debe ser bioquímico (hereditario, cambio hormonal, etc.) Por otro lado, todo acto humano implica un tipo de reconocimiento, es decir, siempre hacemos algo para llamar la atención aunque sea “quedar bien ante nuestros propios ojos” (“el único respeto que importa es el respeto a uno mismo”). ¿No es más interesante la queja si la sostenemos desde su carácter común? Es decir, ¿Por qué alguien ve como única manera de ser alguien actualmente presentarse como víctima? ¿Por qué nuestros jóvenes nos tienen que hablar en esos términos?
Utilicemos algo digno del “chiste y su relación con los inconsciente”. Uno de las mejores ocurrencias con respecto a los Emos es la parodia aparecida en el programa de tv “Mad Tv” donde aparece este nuevo producto para niños:
“Locutor: De los creadores de “Elmo cosquillas” y “Elmo cosquillas extremas” llega en esta época navideña el juguete que todo niño debe tener. Es “Emo cosquillas”
Emo cosquillas mientras lo toca el niño: “¡No me toques, me lastimas!”
Niño: “¿Qué?”
Locutor: “Emo cosquillas es el torturado y depresivo primo de Elmo, y ¡Vaya que está triste! Solo aprieta su mano y el propio Emo cosquillas te lo dirá con una de las trece grabaciones emo.” Vemos un niño que aprieta la mano del muñeco.
Emo cosquillas: “Si la vida es tan justa ¿porqué las rosas tienen espinas?” - El niño vuelve a accionar al muñeco- “No hay duda, ¿me oyes? NO HAY DUDA”.
Niño: “¿Por qué no te mueves y agitas o algo así?”
Locutor: “¡Claro que lo hace! ¡Solo jala el cordón!”
Emo cosquillas: “¡Nadie me entiende especialmente tu!”
Locutor: “Emo cosquillas es tal como un niño Emo real: super sensible y muy dramático”. – el muñeco comienza a girar su cabeza mientras se queja.
Emo cosquillas (dirigiéndose al niño): “¡Te odio! ¡Te odio!”
Niño (cargando y aventando al Emo cosquillas al sillón): “¡Te odio también! ¡No eres el único con problemas!”
Locutor: “¡Ten cuidado con dejar a tu Emo cosquillas solo por mucho tiempo!” – el muñeco comienza a cortarse el brazo.
Emo cosquillas: “¡Me lastimo a mi mismo para sentirme vivo!”
Locutor: “¡Emo cosquillas, disponible en todos lados!”
Las emociones no son como antes, en nuestra sociedad de riesgo el discurso es de victimización, los histéricos, aquellos que le avientan a la cara al Otro su deseo, aquellos que se mimetizan en su deseo, aquellos que encarnan la moda, hacen culto a eso desde donde el Otro los reconoce. Este discurso de victimización nos hace a todos Emos. Recordemos la llamada “Ley anti-tabaco” que dicha de esa manera es incorrecta, es leerla todavía desde una perspectiva moderna de prohibición cuando su nombre en realidad es “Ley de protección a los no-fumadores” que en su discurso es sobre protectora y convierte el ser no fumador en la figura de la victima a proteger (“¡No fumes!, ¡Me lastimas!”). Incluso pensamos en el nuevo tipo de santoral postmoderno donde los Santos ya no aparecen sino los órganos enfermos (Día mundial de la lepra, Día mundial de la no violencia, Día mundial del glaucoma, Día mundial de la enfermedad renal, Día mundial de la tuberculosis, Día internacional de la mujer).
Siguiendo los pasos del chiste y su relación con lo inconsciente esta parodia del “Emo cosquillas” nos hace recordar que lo que esta en juego con los muñecos, especialmente con estos Bebés que lloran, ríen, se les cambia la ropa, etc., es que le permiten al niño identificarse proyectivamente, juegan a ser papás. Cuando el “Emo cosquillas” grita “¡Me lastimas!” es la queja del chico Emo principalmente hacia sus padres. ¿Cómo es que este ser que no le hemos dado más que cariño se transforma en un ser que nos acusa con odio? La analista Catherine Mathelin comenta lo siguiente:
“De lo que se trata inconscientemente para todo adolescente es de la muerte. Su propia muerte (el niño que fueron no está más), la de sus padres a quienes ya no ven como ídolos, como los representantes del saber y el poder. El niño no podrá crecer, decía Winnicott, sino “pasando sobre el cadáver del adulto”.[4] El tiempo que pasa es el único remedio para la adolescencia. El “trabajo” de los padres durante este tiempo es sobrevivir, no dejarse “matar”, seguir sosteniendo su posición y decir lo que piensan. Conservar su lugar es no dejar que el hijo piense que puede “ganar” a sus padres. Si los adultos no ofrecen resistencia, si los hijos los sienten demasiado frágiles, volverán su agresividad contra ellos. Al principio, esperará simbólicamente ser “matados”, y si no obtienen respuesta a su pedido, volverán su violencia contra sí mismos y tendrán ganas de suicidarse.
-AMELIA, de 14 años: No veo qué razón hay para vivir. ¿Vio lo que pasa en el mundo? Francamente no vale la pena. Si es para tener una vida como de mis padres, de casa al trabajo y del trabajo al hogar, ¡no, gracias! Es imposible decirles que su vida es idiota, no lo soportarían. No quiero sentirme responsable de su muerte, entonces prefiero suicidarme yo.-
Son ellos o yo, dice Amelia. La separación de los padres es difícil de vivir…. ¿Pero los padres están siempre listos a renunciar a este amor? Si los padres sufren por “perder” a su hijo, el sentimiento de culpa del adolescente se vuelve terrible… Lo más importante para los padres es aceptar que el hijo se les enfrente sin estar por ello destruidos ellos mismos. Dar prueba de autoridad, afirmar sus principios aceptando ser criticado por su hijo y acompañarlo en sus reivindicaciones no es cosa fácil.” [5]
El caso Amelia que aborda Mathelin ¿no suena a Emo? Este oponer resistencia que menciona Catherine Mathelin me recuerda al bonito concepto de regatear. Cuando se habla de que con los adolescentes los padres deben negociar me parece que tendría que ser de la forma más cálida del regateo más que la negociación postmoderna entre abogados. Amable lector ¿qué implica el regateo? Imagine va a vender un auto que sabe que el justo valor sería de 50,000 bien puede ofrecerlo en 70,000. Empieza el regateo. El potencial cliente sabe que ese precio es negociable por lo que le ofrece 30,000 y empieza el “estira y afloje”. Eso es justamente oponer resistencia desde la figura paterna como una forma de relación con el mundo más allá de la esfera materna. Es pasar de la esfera del Matrimonio (dominio de la madre) al Patrimonio (herencia del padre). Al momento del permiso (“papá déjame llegar a las 4 de la mañana) primero se pide lo imposible para oponer resistencia, para regatear (“¡No, qué te pasa! Llega a las 9 de la noche”) sabiendo que la única función es el estura y afloja, es solo conservar la función de resistencia (“¡Bueno a las 3! – A las 11 – Esta bien a la 1 y es mi ultima oferta”).
Terminemos resaltando el síntoma más característico de los Emos a nivel psicopatológico. El Cutting:
“El cutting es un intento radical de recuperar un asidero en la realidad de asentar de manera firme el yo en la realidad corporal, contra la angustia[6] insoportable que produce el percibirse uno mismo como no existente. Los cutres dicen a menudo que, cuando ven la tibia sangre roja brotar de la herida autoinflingida, se sienten de nuevo vivos, firmemente asentados en la realidad.[7] De modo que aunque, por supuesto, el cutting sea un fenómeno patológico, supone un intento patológico de recuperar cierta normalidad de evitar un hundimiento psicótico total.” [8]
Cuando nuestro Emo cosquillas dice “¡Me lastimo a mi mismo para sentirme vivo!” resaltemos el juego de pasar de las cosquillas a al corte. Aprovechemos la parodia y resaltemos que alguien puede quejarse de cosquillas ya que pertenecen al esos fenómenos que bien pueden ser placenteros pero después de un cierto límite pueden ser una verdadera tortura. El “hazme cosquillas Emo” es el niño que no puede más sentir dolor del lugar de víctima gozosa desde donde lo ve el padre. Vivimos en tiempos donde los “traumas” son postergados por persecución a la función paterna (“es que no se nace sabiendo ser padre”) lo que trae consigo una complicación en el momento de la adolescencia para lograr la separación. Ya no nos encontramos con el histérico que busca liberarse del amo opresor encarnado por los padres sino que el nuevo Amo del discurso del capitalismo le indica “realízate en ti mismo consumiendo esto”, dejándolo solo con frente al goce. La respuesta del niño “¡tu no eres el único con problemas!” es el discurso victimizante de los padres que piden apoyo a sus hijos para sus problemas (¿Dónde apoya el pie San Cristóbal?) lo que conlleva a que requieran realizar la separación autoadministrada, el autocorte.
Volvemos al subtitulo de este escrito ¿por qué son un bello objeto de intolerancia? Los Emo son la encarnación de la esta cultura de riesgo, o donde el grave problema es la intolerancia. Recordamos que cuando Matin Luther King luchó no fue contra la intolerancia (¡¿el blanco debe tolerar al negro?!) sino abogaba por el respeto a los derechos civiles (“que mis hijas puedan ir a la escuela con niños blancos”). Los Emo son esa encarnaión de todo lo que es le nuevo Tótem. En su lirbo “Tótem y tabú” Freud resalta el doble carácter del Tótem, por un lado es un animal sagrado pero por el otro un animal prohibido. Si decimos que los Emo son el culto a las emociones tendrémos que preguntarnos porqué se volvieron tótem. La emociones son sagradas y prohibidas (sé tu mismo pero respetando a los demás, tiene llamadas o mensajes ilimitados pero no acoses al otro, busquemos las libertades sexuales pero a qué grupo de preferencia perteneces), de ahí que estamos en una nueva era de represión intelectualizada. Ahora, cualquier expresión de sentimientos (¡Baby, te quiero, wo, wo!) o es muy Emo o es muy gay (“¡Claro, con respeto!”). Recuerdo una escena de la película “Supercool” (Superbad, 2007) donde un adolescente esta hablando con un par de chicas que le piden que compre las bebidas para una fiesta. Una de ellas le pide un tipo de limonada alcohólica a lo que él contesta “Es un tanto gay pero esta bien” ante la reacción de desconcierto de ella. Lo interesante de esto es que incluso en boca de un adolescente actual lo antes femenino se traduce como gay, incluso emo. El máximo exponente es la poesía al ya no ser algo delicado o culto sino Emo o Gay, lo interesante es que estas nominaciones que nos puede decir que existe una mayor inclusión de, por ejemplo, los homosexuales, al volverse un subclasificación se vuelve menos peyorativa la nominación pero más excluyente al ser una superclasificación. Zizek lo aborda de esta manera:
“Hoy, sin embargo, el terreno de la lucha ha cambiado: el establishment liberal post-político no sólo reconoce plenamente la distancia entre la igualdad puramente formal y su efectiva actualización o realización; no sólo reconoce la lógica excluyente de la “falsa” e ideológica universalidad, sino que procura combatirla aplicando toda una serie de medidas jurídicas, psicológicas y sociales, que abarcan desde la identificación de problemas específicos a cada grupo o subgrupo (no ya sólo unos genéricos “homosexuales”, sino “lesbianas afro-americanas”, “madres lesbianas afro-americanas desempleadas”, etc.) hasta la elaboración de un ambicioso paquete de medidas (“discriminación positiva” y demás) para solucionar esos problemas. Lo que esta tolerante práctica excluye es, precisamente, el gesto de la politización: aunque se identifiquen todos los problemas que pueda tener una madre afro-americana lesbiana y desempleada, la persona interesada “presiente” que en ese propósito de atender su situación específica hay algo “equivocado” y “frustrante”: se le arrebata la posibilidad de elevar “metafóricamente” su “problemática situación” a la condición de “problema” universal. La única manera de articular esta universalidad (el no ser tan sólo esa persona específica que padece esos problemas específicos) radicaría entonces en su evidente contrario: en la exploración de una violencia completamente “irracional”.” [9]
Los Emos nos hablan de este culto a la intolerancia y la victimización pero el propio movimiento ya es en sí un intento de solución. Como lo ilustrado por un comentario del cantante Nigga al explicar porqué en E.U. se hace llamar Flex: “Lo que pasa es que allá son muy cuidadosos con su racismo, nigga suena a niger que esta mal dicho y que debería de ser afro-americano, no son como nosotros en Latinoamérica que somos diferentes con nuestro racismo, somos como más cariñosos cuando decimos el negrito o mi negrito”. La sabiduría de Nigga reside en el hecho de reconocer el racismo inherente en los latinos solo que de otra manera.
[1] Monty Python's Life of Brian (Dir. Terry Jones, 1979)
[2] Un lugar donde Freud aborda esta relación entre el Diablo como sustituto del padre lo vemos en “Una neurosis demoníaca en el siglo XVII (1923 [1922])” Obras Completas de Sigmund Freud. Volumen 19. Amorrortu Editores.
[3] Dick, P. K. Blade Runner: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? 1968. Primera reimpresión en Pocket Edhasa, julio 2002. Impreso en España.
[4] D.W. Winnicott, Conversations ordinaries, París, Gallimard, 1986, pág. 177.
[5] Mathelin, C. ¿Qué le hemos hecho a Freud para merecer semejantes hijos? Notas para padres apasionados por el psicoanálisis. 2002. Editorial Paidós.
[6] En la traducción original menciona Ansiedad como traducción de Anxiety, siguiendo la tradición psicoanalítica proponemos la traducción de Angustia más cercana al pensamiento de Žižek. H.M.
[7] Véase Marilee Strong, the bridge read scream, Londres, Virago, 2000.
[8] Žižek, S. Bienvenidos al desierto de lo real. 2005. Ediciones Akal, S.A. Madrid España.
[9] Žižek, S. En defensa de la intolerancia. 2007. Ediciones Sequitur. Madrid España. Pág. 39.
4 comentarios:
Pues bueno el tema en sí es interesante y abre la posibilidad de trabajar más puntos y me gustaría comentarle de algunos que noté:
Cuando menciona "El hijo no reconocido de la ideología actual..." y recordando algo que dijo en el seminario sobre el hermano no reconocido de los darks y los punks, me recuerda la situación de un hijo no reconocido, en donde se le odia, desprecia y no se le quiere aceptar (vaya la redundancia, no se le quiere reconocer) que es lo que pasa actualmente con las emociones, que es lo que vienen a representar los emos. Ahora, como lo señala en el artículo, alguien que exprese sus emociones se le ve como alguien o muy cursi, nenita o gay, sea hombre o mujer, se le ridiculiza (como ha estado pasando últimamente con los emos, ya que en diferentes programas o publicaciones se le parodia o se burlan) y desprecia, en algunas ocasiones y hasta puede llegar a causar enojo. Lo que me lleva a comentar sobre está imagen que tienen los emos de tener el cabello en los ojos, en donde pareciera que desaparece el rostro y sobre lo que llegan a decir, en un tono desesperante o de enojo acerca de ese aspecto; y algo así maneja Doltó con su muñeca-flor en donde no hay un rostro y que tiene el mismo efecto que los emos en las personas, tanto adultos como niños. Doltó menciona que esa figura plástica que no tiene rostro y que parecida a la forma humana por su cuerpo pero sin estar definida claramente el género de la muñeca, ya que tiene tanto cosas que evocan al niño como a la niña (como sucede con en el emo) permite:
"la proyección de emociones instintuales que permanecieron fijadas en la etapa oral de la evolución de la libido, fijadas allí debido a que la historia vivida del sujeto bloqueó la evolución precisamente en esa etapa o la hizo experimentar una regresión a ella”, es decir “le ayuda a expresar una reprobación desvalorizadora cuando sus emociones despiertan en él un sentimiento de malestar, y buscar entonces una solución, sin ser como antes el teatro de la emoción instintual y al mismo tiempo el responsable del malestar que el acompaña. En efecto, el sujeto que ha expresado en provecho de otro objeto emociones de las que no se reconoce conscientemente responsable puede sacar provecho del distanciamiento y de la “reflexión”. Este término de reflexión debe entenderse en el sentido sobredeterminado de imagen reflejada como un espejo y de pensamiento que vuelve para redesviarse hacia su fuente, el sujeto”
Ok, después de haber mencionado esto, la relación que encuentro entre la muñeca-flor y los emos es que, como observó Doltó en sus casos, ese juguete provocaba mucho enojo y era aventado y maltratado y después de eso se perdía el bloqueo que había en esas emociones y ayudaba a que de una manera indirecta salieran, logrando así que se desbloqueará el análisis; así que se me ocurre que tal vez los emos son la muñeca-flor moderna necesarios para lograr sacar esas emociones reprimidas, aunque sean negativas.
Estimada Mari, le agradezco infinitamente su comentario del cual no podría estar mas de acuerdo. El tema de los Emoes un tema actual y que refleja lo que está por venir, es el efecto de una ideología del temor al acoso y la imposibilidad de relación con el prójimo. Su relación con Dolto es muy pertinente sobre todo porque encontramos el que se vean como "adorables muñecos". Muchas gracias y este comentario es la verdadera segunda parte de este escrito, cualuier otra idea con la información que aparezca es bienvenida.
El analsis me parece muy importante para la construccion teorica de los emos, seria significativo e importante profundizar en los simbolismos que utilizan que se muestran en su forma de vestirse, su cabello, maquillaje etc. gracias.
me gusto mucho el artículo! actualmente estoy viendo un curso de psicoanalisis y como trabajo final tenemos que escribir un ensayo sobre algo que nos llame la atención y analizarlo desde el psicoanálisis.
Tu artículo me ha sido de muchísima ayuda, es el mejor que he encontrado hasta ahora.
Saludos y gracias
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