Héctor Mendoza
“Sirvienta: ¡Ahí están mmm y mmm!
Jorge Bueno: ¡¿Y quién es mmm y mmm?!
Sirvienta: Pos esa gente que no se puede prenunciar en esta casa.”
Dos tipos de cuidado. Dir. Ismael Rodríguez.
Un mecanismo inquietante es el de la represión. En estos tiempos hablar de la represión parece estar reprimido. Pensamos en tiempos donde la más sencilla regla como el uso de los billetes tiene que pensarse en términos de abuso y violencia, el paradigma de la victima. ¿No estaremos provocando más victimas?
Un comercial parte de una campaña del Banco de México es una muestra de cómo se habla ahora. En la radio se escucha una voz masculina que dice “Yo soy José María y he sufrido abuso. La gente me maltrata, me daña. Yo Soy José María Morelos, el del billete de 50”. Después escuchamos otra voz que nos recomienda “No abuses de los billetes. No los rayes, no los rompas, no los engrapes”. Podemos entender que a la institución del Banco de México le interese que no se dañen los billetes debido al gasto que eso genera a la nación y que la forma de “darle voz a la queja” del billete es solo una estrategia novedosa, es justamente por esto que la podemos tomar como una formación del inconsciente. Esta campaña nos habla de una forma de ejercer el poder y los sujetos a los que se dirigen. ¿Estaremos en la propia generación de víctimas?, es decir, ¿No será que se provoca justamente eso que se intenta evitar? Por otro lado, si genera un problema de gasto a la nación ¿por qué no tomar una medida diferente? Podemos pensar en una campaña donde se mencione que los billetes dañados generan ese gasto y que no se aceptarán como objeto intercambio en los bancos, es decir, resaltar su carácter de obsoletos, de pérdidas. En lugar de esto tenemos que pensar en los billetes como personas y genera una ética del buen trato a los billetes donde podemos terminar diciendo lastimeramente “¡ellos también tiene derechos!” Lo anterior nos lleva al denominado Superego postmoderno del que habla Slavoj Žižek:
“Esta reflexivización deteriora la noción del sujeto pos–moderno libre de elegir y reformar su identidad. El concepto psicoanalítico que denomina el corto-circuito entre la represión y lo que se reprime es: superego. Como Lacan enfatizó una y otra vez el principal contenido del mandato del superego es: ¡Goza! Un padre trabaja duro para organizar una excursión de domingo que se posterga una y otra vez. Cuando finalmente se lleva a cabo, está harto de todo y les grita a los chicos: ¡Ahora mejor que se diviertan! El superego trabaja de una manera diferente a la ley simbólica. La figura paterna que es simplemente ‘represiva’; a modo de autoridad simbólica les dice a los chicos: ‘Tienen que ir al cumpleaños de la abuela y portarse bien aunque se aburran a muerte, no me importa lo que quieran, tienen que ir’. La figura del superego, en contraste, le dice a los chicos: ‘Aunque saben cuánto la abuela quiere verlos, sólo tienen que ir si realmente quieren, si no quieren ir, se pueden quedar en casa’. La trampa que realiza el superego es que parece que le ofrece a los chicos una elección, cuando cualquier chico sabe que no se le ha dado ninguna elección, en absoluto. Peor que eso, está recibiendo una orden y se lo dicen con una sonrisa al mismo tiempo. No solamente: ‘Tú debes visitar a tu abuela, no importa lo que quieras ’. Pero: ‘Tú debes visitar a tu abuela y tienes que estar contento por eso’ El superego ordena gozar haciendo lo que tienes que hacer. ¿Qué pasa después de todo si el chico toma esto como si fuera una verdadera elección y dice: ‘no’? El padre lo va a hacer sentir horriblemente mal: ‘¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo puedes ser tan cruel? ¿Qué hizo tu abuela para que no quieras verla? ‘Tú puedes cumplir con tu deber porque debes’, es como Kant formuló el imperativo categórico.”[1]
Lo interesante de este ejemplo de Zizek, además de la cotidianidad, es la construcción de un cierto objeto amenazante en la aparente libre elección. Lacan ya había reconocido esa relación entre eso que reprime y el objeto reprimido siguiendo los pasos de Freud.
“Lo que cae bajo la acción de la represión retorna, pues la represión y el retorno de lo reprimido no son sino el derecho y el revés de una misma cosa. Lo reprimido siempre está ahí, y se expresa de modo perfectamente articulado en los síntomas y en multitud de otros fenómenos. En cambio, lo que cae bajo la acción de la Verwerfung tiene un destino totalmente diferente.” [2]
Aquí Lacan es muy preciso cuando este retorno de lo reprimido opera sobre su propia consistencia. La propia estructura, el mismo sistema de represión genera el quantum de peligrosidad de eso que reprime.
“La sublimación se nos representa esencialmente como diferente justamente de esta suerte de economía de sustitución, que es aquella donde habitualmente se satisface la pulsión en tanto es reprimida. El síntoma es el retorno por vía de sustitución significante de lo que está al cabo de la Trieb, de la pulsión, como su fin. Y es aquí donde la noción y la función del significante adquiere todo su peso y su alcance: es imposible distinguir de otro modo lo que Freud considera como el retorno de lo reprimido, de lo que lo distingue como modo de satisfacción posible de la pulsión, es decir, esta paradoja de que la pulsión pueda encontrar su fin en un lugar diferente del que es su fin, y sin que se trate allí, de esta sustitución significante que es la que constituye la estructura sobredeterminada, la ambigüedad, la doble causalidad fundamental de lo que llamamos el compromiso simbólico.”[3]
Los ejemplos amables que se nos ocurren son de dos historias que han sido llevadas, para no perder la costumbre, al cine. Aparentemente estamos frente a dos historias que no tendrían punto de semejanza cuando consideramos “La Aldea” (M. Night Shyamalan's The Village, 2004) y la serie creada por J. K. Rowling “Harry Potter”. Sin embargo el objeto de conflicto es llamado de la forma más tradicional, ya sea “aquellos de los que no hablamos” (Those We Don't Speak Of) en la Aldea o “aquel que no debemos nombrar” (He Who Must Not Be Named) en Harry Potter. Si empezamos con la preguntas ingenuas se impone la obvia ¿Por qué no se habla de ellos? Las respuestas son varias. En la Aldea conocemos al final una solución paranoica, se trata de una suerte de engaño por parte de los patriarcas, mantenerlos en la ignorancia y controlarlos. Una cosa es bien sabida en la clínica “piensa mal y acertarás” a lo que podemos agregar “por eso no hay que pensar mal”. Así, no hay posibilidad de clínica psicoanalítica, de trabajo desde la palabra si de entrada se sospecha “mala leche” en la palabra de aquel que habla. Si se considera el daño, la mala jugada es considerar un metalenguaje, una clase de Otro del Otro. La lección psicoanalítica es que busquemos, si nos están mintiendo, en la misma mentira.
En el caso de la Aldea vayamos a las razones “manifiestas” de la comunidad para “no hablar de ellos”. Ante esto la respuesta sencilla puede ser “para que no cunda el pánico”, “para no estar preocupados” y “para no alterar el orden público”. ¿No estamos de repente con la misma “verdad incómoda” de los patriarcas? El estilo de M. Night Shyamalan se ha distinguido por lo que llaman los críticos de cine el “giro de tuerca”. ¿En qué consiste este giro? Aparentemente es un giro de “180 grados” y cambiamos de rumbo completamente. Sin embargo, el verdadero giro es de “360 grados” ya que lo único que hace es revelar que todo el misterio siempre ha estado en la exacta posición donde estamos, lo que nos revela es lo excesivamente presente que estuvo el objeto de nuestros deseos dramáticos.[4] El gran secreto de los patriarcas de la Aldea es que ellos se conocieron en un grupo de apoyo a familiares de victimas de violencia que idean una manera para “vivir mejor”, en un “mundo sin violencia”. La idea es recluirse en una especie de mundo idílico de la “edad de la inocencia”, muy al estilo de las sociedades que se caricaturizan los días de acción de gracias, con el pequeño inconveniente (objeto i minúsculo) que lo único que puede cohesionar este mundo “libre de violencia” es generar la amenaza constante de criaturas a las que se teme, es decir, construir el propio objeto de angustia que los mantiene como víctimas.
Llegamos a un objeto, un lugar prohibido y lleno de misterio. ¿Qué mejor introducción para hablar del ominoso Real lacaniano? Recordemos la definición clásica de Real como “aquello que resiste la simbolización”. ¿Qué puede ser eso que no puede ser “pintado por el color de la simbolización”, lo más ridículo sería pensar en una cosa gris que se le “resbala la pintura” sin considerar a la pintura misma. Así, el Real es campo generado por el propio vacío que permite la simbolización, que la causa.
Podemos vincularlo con objeto que son más en ellos mismos que ellos mismos. Pensamos en el objeto a minúscula, que muchas veces se piensa como un objeto de deseo y no en la causa del mismo. Ya Lacan había advertido de la problemática de pensar en las causas y los efectos muy al estilo del obsesivo. Más que un lugar de partida y un objetivo en el horizonte donde el síntoma es el trayecto, el objeto causa de deseo es el trayecto mismo, de ahí que se desnudez sin el velo fálico solo pueda producir angustia y horror.
He de confesar que uno de mis placeres culpables fue ver por algún tiempo el programa matinal “Viva la mañana”, en especial su sección estrella que es “La mesa de Adame”. Me deleito y recuerdo mis tiempos de adolescente cuando veía el programa de Nino Canun “Y... ¿usted que opina?”. En “Viva la mañana” los presentes en la mesa se prestan al juego del tema empezando por el conductor y productor de la emisión, el “en otro tiempo” galán de telenovelas, Alfredo Adame. Ante estos programas que se presenta de un modo informal y se prestan a los temas considerados alternos o no serios, ¿no nos encontraremos ante el reverso de la ideología actual? ¿No será justamente ahí donde vemos los elementos de la fantasía que le da forma a la vida cotidiana? ¿No será “viva la mañana” el placer culpable, el síntoma, de la televisión matutina mexicana? ¿Estará en el reverso de la programación de people and arts y discovery channel “la mesa de Adame” como el hijo no reconocido?
En época de vacaciones escolares los temas recurrentes son los fantasmas y los ovnis, además de sus variantes, las casas embrujadas, los duendes, las hadas, los ángeles, los juguetes embrujados, las posesiones, los mensajes de los extraterrestres, las profecía, etc. Incluso el señor Adame, advertido de esto, presenta el tema diciendo “Y aprovechando que los niños están todavía de vacaciones y porque lo pidieron, vamos a seguir hablando de los últimos videos de fantasmas”.
Hasta aquí podemos lanzar la hipótesis de que estos programas y estos temas suplen las leyendas e historias que los amigos o los parientes “del rancho” nos recordaban. La tradición del pensamiento mágico tenía la función de hacer comunidad. Puede haber gente que me interpele aquí y diga “¿A poco no crees que haya cosas como espíritus y ovnis que se salen de la explicación de la ciencia?” Lo que me llama la atención de estos programas es que fallan en el momento que, por la modalidad de panel, se produce la ilusión que el diálogo de las distintas partes llevará a aclarar el punto. Ese, “hablando se entiende la gente” no le da lugar al malentendido lo cual trae que se vuelva una lucha de poder de convencimiento. Por otro lado, otra ingenuidad, es creer que los discursos de los chamanes, ufólogos, angelólogos, santeros y demás expertos en lo paranormal están fuera de la ciencia. De hecho todos se auto-nombran investigadores. Por lo anterior, un personaje que me resulta de interés, por su constancia y papel es el Escéptico. La mesa cambia de panelistas dependiendo del tema que, aunque abarque lo paranormal, no todos son expertos de las diversas vertientes de ese hecho sin explicación científica. El que no cambia, el experto en todos los temas, es el escéptico. ¿En qué es experto? En la introducir la duda-queja-burla al decir cosas tales como “¡Pero no se ve nada en ese videillo! ¡Es pura sugestión! ¡Está comprobado que eso fue un fraude!” Su función es el de esa crítica incómoda que lo constituye como necesario y objeto de las llamadas del amable público. Tal como si el escéptico como representante de la ciencia dura y políticamente correcta se dijera “¡Qué hemos creado!”
Cerremos con un último ejemplo proveniente de lugares familiares, nuestras escuelas y un fenómeno que se ha considerado actual problema de salud: el Bullyng. Transcribimos la primera parte del artículo de portada de la publicación local “La Rocka”:
“Bullying
INFeliz regreso a clases
El término en inglés “bullying” está de moda: se refiere al hostigamiento que sufren niños, adolescentes y jóvenes por parte de sus compañeros de clase. El “bullying” parece muy normal porque la crueldad entre los condiscípulos ha existido desde que se inventaron las clases, pero hoy se sabe que tiene consecuencias serias, y a veces muy graves. Asistir a la escuela se convierte en un infierno cuando se debe estudiar entre burlas; apodos, insultos y amenazas; o también golpes, robos y hasta agresiones sexuales. “La violencia en las escuelas aumenta alarmantemente”, apunta la ONU en un comunicado emitido en junio pasado destacando que, en esta nueva problemática de salud pública, todos hemos sido víctimas o victimarios.”[5]
Lo primero que debemos resaltar es que estamos frente a un fenómeno que ya es una problemática de salud pública por lo que debemos rechazarlo o minimizarlo solo como casos aislados. Incluso el que comience diciendo como parte de la moda nos remite al lugar simbólico de existencia del “se dice”. Dentro de la publicación se desarrolla la nota de esta manera por Mario Nuñez:
“Aunque la crueldad entre los compañeros de clase existe desde que se inventaron las escuelas, este año la palabra en inglés “bullying” está de moda gracias al Internet que sobrepasa las aulas y exhibe el hostigamiento entre niños y adolescentes en ojos de todos. Ante la avalancha de sitios cargados con textos y videos hechos para molestar al prójimo, Nuevo León empieza a reaccionar sobre el tema que los países desarrollados abordan desde los años 70. Diez de cada 100 estudiantes de preparatoria sufren agresiones en Monterrey, revela un estudio. Mientras la Secretaria de Educación anuncia que este ciclo escolar arranca su recolección de estadísticas sobre una situación que considera bajo control en Latinoamérica la UNICEF y hasta MTV manifiestan su preocupación ante los públicos masivos. “La violencia en las escuelas aumenta alarmantemente” apunta la ONU en un comunicado emitido en junio pasado destacando que, en esta nueva problemática de salud, todos hemos sido victimas y victimarios.”[6]
La primera interpretación tendrá que recaer en la repetición ¿Qué nos dice el hecho de reconocer que “la crueldad entre los compañeros de clase existe desde que se inventaron las escuelas[7]”? Si el hecho del hostigamiento y la crueldad es parte de la convivencia en la escuela ¿qué ha cambiado entonces que se pasó de la raya? Por un lado están esas buenas estrategias en torno al control de la ira y el manejo de la frustración. Siguiendo lo expuesto arriba, existe el riesgo de provocar lo mismo que se intenta detener o, peor aún, que explote en la cara el objeto pulsional de la víctima.
El Bullying es parte de una nueva forma de establecimiento de las relaciones eróticas en la escuela. Maestros y alumnos se presentan bajo una nueva manera de interacción. Antes de culpar a alguna de las partes debemos tomar al “Bull” por las astas y ver porqué pica. La posibilidad de eludir el problema de la víctima y el victimario es reconocer qué objeto los constituye, cual es el acto que los hace ser lo uno o lo otro. A la manera psicoanalítica que reconoce el fenómeno de la transferencia ¿qué se establece, mantiene y sostiene entre los personajes del Bullying?, es decir, ¿Dónde está el tercer elemento que constituye la relación entre esos dos? Así como en el caso de los billetes ultrajados, el Banco de México no asume su posición de regulador del goce que el objeto pulsional convoca, esa violencia en las aulas ¿no exhibe al tercer implicado?
[1] Slavoj Zizek "Tu Puedes": Slavoj Zizek escribe sobre el superego posmoderno. Extraído de LRB, Vol.21 N. 6, 18 de marzo de 1999. Traducción para Antroposmoderno de: Michael McDuffie Correción: Josefina Monteys New York. Agosto de 2000.
[2] Jacques Lacan. Seminario 3. Las psicosis. Clase 1. Introducción a la cuestión de las psicosis. 16/11/1955.
“Sirvienta: ¡Ahí están mmm y mmm!
Jorge Bueno: ¡¿Y quién es mmm y mmm?!
Sirvienta: Pos esa gente que no se puede prenunciar en esta casa.”
Dos tipos de cuidado. Dir. Ismael Rodríguez.
Un mecanismo inquietante es el de la represión. En estos tiempos hablar de la represión parece estar reprimido. Pensamos en tiempos donde la más sencilla regla como el uso de los billetes tiene que pensarse en términos de abuso y violencia, el paradigma de la victima. ¿No estaremos provocando más victimas?
Un comercial parte de una campaña del Banco de México es una muestra de cómo se habla ahora. En la radio se escucha una voz masculina que dice “Yo soy José María y he sufrido abuso. La gente me maltrata, me daña. Yo Soy José María Morelos, el del billete de 50”. Después escuchamos otra voz que nos recomienda “No abuses de los billetes. No los rayes, no los rompas, no los engrapes”. Podemos entender que a la institución del Banco de México le interese que no se dañen los billetes debido al gasto que eso genera a la nación y que la forma de “darle voz a la queja” del billete es solo una estrategia novedosa, es justamente por esto que la podemos tomar como una formación del inconsciente. Esta campaña nos habla de una forma de ejercer el poder y los sujetos a los que se dirigen. ¿Estaremos en la propia generación de víctimas?, es decir, ¿No será que se provoca justamente eso que se intenta evitar? Por otro lado, si genera un problema de gasto a la nación ¿por qué no tomar una medida diferente? Podemos pensar en una campaña donde se mencione que los billetes dañados generan ese gasto y que no se aceptarán como objeto intercambio en los bancos, es decir, resaltar su carácter de obsoletos, de pérdidas. En lugar de esto tenemos que pensar en los billetes como personas y genera una ética del buen trato a los billetes donde podemos terminar diciendo lastimeramente “¡ellos también tiene derechos!” Lo anterior nos lleva al denominado Superego postmoderno del que habla Slavoj Žižek:
“Esta reflexivización deteriora la noción del sujeto pos–moderno libre de elegir y reformar su identidad. El concepto psicoanalítico que denomina el corto-circuito entre la represión y lo que se reprime es: superego. Como Lacan enfatizó una y otra vez el principal contenido del mandato del superego es: ¡Goza! Un padre trabaja duro para organizar una excursión de domingo que se posterga una y otra vez. Cuando finalmente se lleva a cabo, está harto de todo y les grita a los chicos: ¡Ahora mejor que se diviertan! El superego trabaja de una manera diferente a la ley simbólica. La figura paterna que es simplemente ‘represiva’; a modo de autoridad simbólica les dice a los chicos: ‘Tienen que ir al cumpleaños de la abuela y portarse bien aunque se aburran a muerte, no me importa lo que quieran, tienen que ir’. La figura del superego, en contraste, le dice a los chicos: ‘Aunque saben cuánto la abuela quiere verlos, sólo tienen que ir si realmente quieren, si no quieren ir, se pueden quedar en casa’. La trampa que realiza el superego es que parece que le ofrece a los chicos una elección, cuando cualquier chico sabe que no se le ha dado ninguna elección, en absoluto. Peor que eso, está recibiendo una orden y se lo dicen con una sonrisa al mismo tiempo. No solamente: ‘Tú debes visitar a tu abuela, no importa lo que quieras ’. Pero: ‘Tú debes visitar a tu abuela y tienes que estar contento por eso’ El superego ordena gozar haciendo lo que tienes que hacer. ¿Qué pasa después de todo si el chico toma esto como si fuera una verdadera elección y dice: ‘no’? El padre lo va a hacer sentir horriblemente mal: ‘¿Cómo puedes decir eso? ¿Cómo puedes ser tan cruel? ¿Qué hizo tu abuela para que no quieras verla? ‘Tú puedes cumplir con tu deber porque debes’, es como Kant formuló el imperativo categórico.”[1]
Lo interesante de este ejemplo de Zizek, además de la cotidianidad, es la construcción de un cierto objeto amenazante en la aparente libre elección. Lacan ya había reconocido esa relación entre eso que reprime y el objeto reprimido siguiendo los pasos de Freud.
“Lo que cae bajo la acción de la represión retorna, pues la represión y el retorno de lo reprimido no son sino el derecho y el revés de una misma cosa. Lo reprimido siempre está ahí, y se expresa de modo perfectamente articulado en los síntomas y en multitud de otros fenómenos. En cambio, lo que cae bajo la acción de la Verwerfung tiene un destino totalmente diferente.” [2]
Aquí Lacan es muy preciso cuando este retorno de lo reprimido opera sobre su propia consistencia. La propia estructura, el mismo sistema de represión genera el quantum de peligrosidad de eso que reprime.
“La sublimación se nos representa esencialmente como diferente justamente de esta suerte de economía de sustitución, que es aquella donde habitualmente se satisface la pulsión en tanto es reprimida. El síntoma es el retorno por vía de sustitución significante de lo que está al cabo de la Trieb, de la pulsión, como su fin. Y es aquí donde la noción y la función del significante adquiere todo su peso y su alcance: es imposible distinguir de otro modo lo que Freud considera como el retorno de lo reprimido, de lo que lo distingue como modo de satisfacción posible de la pulsión, es decir, esta paradoja de que la pulsión pueda encontrar su fin en un lugar diferente del que es su fin, y sin que se trate allí, de esta sustitución significante que es la que constituye la estructura sobredeterminada, la ambigüedad, la doble causalidad fundamental de lo que llamamos el compromiso simbólico.”[3]
Los ejemplos amables que se nos ocurren son de dos historias que han sido llevadas, para no perder la costumbre, al cine. Aparentemente estamos frente a dos historias que no tendrían punto de semejanza cuando consideramos “La Aldea” (M. Night Shyamalan's The Village, 2004) y la serie creada por J. K. Rowling “Harry Potter”. Sin embargo el objeto de conflicto es llamado de la forma más tradicional, ya sea “aquellos de los que no hablamos” (Those We Don't Speak Of) en la Aldea o “aquel que no debemos nombrar” (He Who Must Not Be Named) en Harry Potter. Si empezamos con la preguntas ingenuas se impone la obvia ¿Por qué no se habla de ellos? Las respuestas son varias. En la Aldea conocemos al final una solución paranoica, se trata de una suerte de engaño por parte de los patriarcas, mantenerlos en la ignorancia y controlarlos. Una cosa es bien sabida en la clínica “piensa mal y acertarás” a lo que podemos agregar “por eso no hay que pensar mal”. Así, no hay posibilidad de clínica psicoanalítica, de trabajo desde la palabra si de entrada se sospecha “mala leche” en la palabra de aquel que habla. Si se considera el daño, la mala jugada es considerar un metalenguaje, una clase de Otro del Otro. La lección psicoanalítica es que busquemos, si nos están mintiendo, en la misma mentira.
En el caso de la Aldea vayamos a las razones “manifiestas” de la comunidad para “no hablar de ellos”. Ante esto la respuesta sencilla puede ser “para que no cunda el pánico”, “para no estar preocupados” y “para no alterar el orden público”. ¿No estamos de repente con la misma “verdad incómoda” de los patriarcas? El estilo de M. Night Shyamalan se ha distinguido por lo que llaman los críticos de cine el “giro de tuerca”. ¿En qué consiste este giro? Aparentemente es un giro de “180 grados” y cambiamos de rumbo completamente. Sin embargo, el verdadero giro es de “360 grados” ya que lo único que hace es revelar que todo el misterio siempre ha estado en la exacta posición donde estamos, lo que nos revela es lo excesivamente presente que estuvo el objeto de nuestros deseos dramáticos.[4] El gran secreto de los patriarcas de la Aldea es que ellos se conocieron en un grupo de apoyo a familiares de victimas de violencia que idean una manera para “vivir mejor”, en un “mundo sin violencia”. La idea es recluirse en una especie de mundo idílico de la “edad de la inocencia”, muy al estilo de las sociedades que se caricaturizan los días de acción de gracias, con el pequeño inconveniente (objeto i minúsculo) que lo único que puede cohesionar este mundo “libre de violencia” es generar la amenaza constante de criaturas a las que se teme, es decir, construir el propio objeto de angustia que los mantiene como víctimas.
Llegamos a un objeto, un lugar prohibido y lleno de misterio. ¿Qué mejor introducción para hablar del ominoso Real lacaniano? Recordemos la definición clásica de Real como “aquello que resiste la simbolización”. ¿Qué puede ser eso que no puede ser “pintado por el color de la simbolización”, lo más ridículo sería pensar en una cosa gris que se le “resbala la pintura” sin considerar a la pintura misma. Así, el Real es campo generado por el propio vacío que permite la simbolización, que la causa.
Podemos vincularlo con objeto que son más en ellos mismos que ellos mismos. Pensamos en el objeto a minúscula, que muchas veces se piensa como un objeto de deseo y no en la causa del mismo. Ya Lacan había advertido de la problemática de pensar en las causas y los efectos muy al estilo del obsesivo. Más que un lugar de partida y un objetivo en el horizonte donde el síntoma es el trayecto, el objeto causa de deseo es el trayecto mismo, de ahí que se desnudez sin el velo fálico solo pueda producir angustia y horror.
He de confesar que uno de mis placeres culpables fue ver por algún tiempo el programa matinal “Viva la mañana”, en especial su sección estrella que es “La mesa de Adame”. Me deleito y recuerdo mis tiempos de adolescente cuando veía el programa de Nino Canun “Y... ¿usted que opina?”. En “Viva la mañana” los presentes en la mesa se prestan al juego del tema empezando por el conductor y productor de la emisión, el “en otro tiempo” galán de telenovelas, Alfredo Adame. Ante estos programas que se presenta de un modo informal y se prestan a los temas considerados alternos o no serios, ¿no nos encontraremos ante el reverso de la ideología actual? ¿No será justamente ahí donde vemos los elementos de la fantasía que le da forma a la vida cotidiana? ¿No será “viva la mañana” el placer culpable, el síntoma, de la televisión matutina mexicana? ¿Estará en el reverso de la programación de people and arts y discovery channel “la mesa de Adame” como el hijo no reconocido?
En época de vacaciones escolares los temas recurrentes son los fantasmas y los ovnis, además de sus variantes, las casas embrujadas, los duendes, las hadas, los ángeles, los juguetes embrujados, las posesiones, los mensajes de los extraterrestres, las profecía, etc. Incluso el señor Adame, advertido de esto, presenta el tema diciendo “Y aprovechando que los niños están todavía de vacaciones y porque lo pidieron, vamos a seguir hablando de los últimos videos de fantasmas”.
Hasta aquí podemos lanzar la hipótesis de que estos programas y estos temas suplen las leyendas e historias que los amigos o los parientes “del rancho” nos recordaban. La tradición del pensamiento mágico tenía la función de hacer comunidad. Puede haber gente que me interpele aquí y diga “¿A poco no crees que haya cosas como espíritus y ovnis que se salen de la explicación de la ciencia?” Lo que me llama la atención de estos programas es que fallan en el momento que, por la modalidad de panel, se produce la ilusión que el diálogo de las distintas partes llevará a aclarar el punto. Ese, “hablando se entiende la gente” no le da lugar al malentendido lo cual trae que se vuelva una lucha de poder de convencimiento. Por otro lado, otra ingenuidad, es creer que los discursos de los chamanes, ufólogos, angelólogos, santeros y demás expertos en lo paranormal están fuera de la ciencia. De hecho todos se auto-nombran investigadores. Por lo anterior, un personaje que me resulta de interés, por su constancia y papel es el Escéptico. La mesa cambia de panelistas dependiendo del tema que, aunque abarque lo paranormal, no todos son expertos de las diversas vertientes de ese hecho sin explicación científica. El que no cambia, el experto en todos los temas, es el escéptico. ¿En qué es experto? En la introducir la duda-queja-burla al decir cosas tales como “¡Pero no se ve nada en ese videillo! ¡Es pura sugestión! ¡Está comprobado que eso fue un fraude!” Su función es el de esa crítica incómoda que lo constituye como necesario y objeto de las llamadas del amable público. Tal como si el escéptico como representante de la ciencia dura y políticamente correcta se dijera “¡Qué hemos creado!”
Cerremos con un último ejemplo proveniente de lugares familiares, nuestras escuelas y un fenómeno que se ha considerado actual problema de salud: el Bullyng. Transcribimos la primera parte del artículo de portada de la publicación local “La Rocka”:
“Bullying
INFeliz regreso a clases
El término en inglés “bullying” está de moda: se refiere al hostigamiento que sufren niños, adolescentes y jóvenes por parte de sus compañeros de clase. El “bullying” parece muy normal porque la crueldad entre los condiscípulos ha existido desde que se inventaron las clases, pero hoy se sabe que tiene consecuencias serias, y a veces muy graves. Asistir a la escuela se convierte en un infierno cuando se debe estudiar entre burlas; apodos, insultos y amenazas; o también golpes, robos y hasta agresiones sexuales. “La violencia en las escuelas aumenta alarmantemente”, apunta la ONU en un comunicado emitido en junio pasado destacando que, en esta nueva problemática de salud pública, todos hemos sido víctimas o victimarios.”[5]
Lo primero que debemos resaltar es que estamos frente a un fenómeno que ya es una problemática de salud pública por lo que debemos rechazarlo o minimizarlo solo como casos aislados. Incluso el que comience diciendo como parte de la moda nos remite al lugar simbólico de existencia del “se dice”. Dentro de la publicación se desarrolla la nota de esta manera por Mario Nuñez:
“Aunque la crueldad entre los compañeros de clase existe desde que se inventaron las escuelas, este año la palabra en inglés “bullying” está de moda gracias al Internet que sobrepasa las aulas y exhibe el hostigamiento entre niños y adolescentes en ojos de todos. Ante la avalancha de sitios cargados con textos y videos hechos para molestar al prójimo, Nuevo León empieza a reaccionar sobre el tema que los países desarrollados abordan desde los años 70. Diez de cada 100 estudiantes de preparatoria sufren agresiones en Monterrey, revela un estudio. Mientras la Secretaria de Educación anuncia que este ciclo escolar arranca su recolección de estadísticas sobre una situación que considera bajo control en Latinoamérica la UNICEF y hasta MTV manifiestan su preocupación ante los públicos masivos. “La violencia en las escuelas aumenta alarmantemente” apunta la ONU en un comunicado emitido en junio pasado destacando que, en esta nueva problemática de salud, todos hemos sido victimas y victimarios.”[6]
La primera interpretación tendrá que recaer en la repetición ¿Qué nos dice el hecho de reconocer que “la crueldad entre los compañeros de clase existe desde que se inventaron las escuelas[7]”? Si el hecho del hostigamiento y la crueldad es parte de la convivencia en la escuela ¿qué ha cambiado entonces que se pasó de la raya? Por un lado están esas buenas estrategias en torno al control de la ira y el manejo de la frustración. Siguiendo lo expuesto arriba, existe el riesgo de provocar lo mismo que se intenta detener o, peor aún, que explote en la cara el objeto pulsional de la víctima.
El Bullying es parte de una nueva forma de establecimiento de las relaciones eróticas en la escuela. Maestros y alumnos se presentan bajo una nueva manera de interacción. Antes de culpar a alguna de las partes debemos tomar al “Bull” por las astas y ver porqué pica. La posibilidad de eludir el problema de la víctima y el victimario es reconocer qué objeto los constituye, cual es el acto que los hace ser lo uno o lo otro. A la manera psicoanalítica que reconoce el fenómeno de la transferencia ¿qué se establece, mantiene y sostiene entre los personajes del Bullying?, es decir, ¿Dónde está el tercer elemento que constituye la relación entre esos dos? Así como en el caso de los billetes ultrajados, el Banco de México no asume su posición de regulador del goce que el objeto pulsional convoca, esa violencia en las aulas ¿no exhibe al tercer implicado?
[1] Slavoj Zizek "Tu Puedes": Slavoj Zizek escribe sobre el superego posmoderno. Extraído de LRB, Vol.21 N. 6, 18 de marzo de 1999. Traducción para Antroposmoderno de: Michael McDuffie Correción: Josefina Monteys New York. Agosto de 2000.
[2] Jacques Lacan. Seminario 3. Las psicosis. Clase 1. Introducción a la cuestión de las psicosis. 16/11/1955.
[3] Jacques Lacan. Seminario 7. La ética del psicoanálisis. Clase 8. El objeto y la cosa. 20/01/1960.
[4] El efecto de sorpresa de los 360 grados devela el objeto causa. En Sexto sentido, aquel que le puede ayudar a enfrentar a los fantasmas se trasforma cuando por fin voltea a ver lo único que no veía, el objeto mismo que ve, él mismo. La frase del final de El Protegido “Me llamaban el Señor Vidrio” revela lo que los espectadores ya veíamos, que todas las escenas con ese personaje empiezan al inverso ya sea por un espejo o de cabeza. En Señales, el giro es voltear a ver que no viven cerca de unas señales sino que viven entre las mismas señales (el agua, el bat, el asma, etc.) Dejemos para después a la Dama en el agua.
[5] La Rocka, Agosto 2007, Segunda quincena No. 59. Año V, Monterrey, Nuevo León. Portada.
[6] La Rocka, Agosto 2007, Segunda quincena No. 59. Año V, Monterrey, Nuevo León. Págs. 16 a 18.
[7] Esa frase “desde que existen las escuelas” ¿nos invita a empezar el análisis del fenómeno en el libro “Vigilar y castigar” donde el nacimiento de la prisión coincide con el de la escuela?
6 comentarios:
Maestro …
Después de leer su artículo…
Y pasar de la duda y el interes a la risa
Y regresar a la duda sin perder el interes
Me percato de ese giro de 360 grados que
Sin lugar a dudas como bien lo menciona…
son parte del diario vivir o devenir constante
Muchas de las cosas
que habla en el articulo muestra
esto del giro que personalmente lo del superego
esta bastant presente (independientemente de lo que
el banco de mexico quiere hacer con esos comerciales) y haciendo referencia al citar a Lacan
me hacen recordar una frase
de algun ensayo sobre las obras de una escritora y pintora bastante conocida
....Todas las cosas giran dentro del gran círculo de la existencia....
Feliz fin de semana…
es una buena figura esa del vacó por el que se gira, me recordó su comentario a esas construcciones en papantla donde se dibujan solo desde el cielo... lo ingenuo sería pensar en que quienes las construyeron tenían naves voladoras sin considerar que en sus propios giros suponen la mirada de los dioses. gracias por su comentario.
Hola Hector!! =D
Super cool tus artículos, en mi caso tengo que leerlos detenidamente o varias veces para poder entender más las ondas psicológicas.. ¡que interesante!
¿Cómo has estado? espero que muy bien, por mi parte todo esta excelente!
Mil gracias por todo.
Super saludos XD
Gracias por tus comentarios Liz. que bueno que estes bien y mil gracias por leer estos artículos. Cualquier idea es bien recibida. Saludos
hola..
me gustaria leer este articulo mas de una vez, pero en esta ocasion, se me vinieron a la mente varias cosas, que vengan o no al caso lo voy a decir:
1. yo me acuerdo mucho de NINO CANUN tambieeen!! me encantaba!! yyeeeeiii !!
2.ahora que estoy en casa, des-empleada.. me levanto no muy temprano, como para ver por lo regular el comienzo de VIVA LA VI.. !! Que me recagaaa, no soporto el programa, no soporto a brenda bezares, ni nada de lo que ahi se presenta.. (por cierto sale una psicologa a veces a la cual quiero golpear, nomas nos anda quemando..) pero, me encanta ver lo que no soporto, o que me da ansias, o ese tipo de cosas.. en fin..
2. por otro lado, una amiga me esta llegando con informacion no muy basta de el video de "EL SECRETO" ella asiste a una escuela de "CIENCIAS DE LA MENTE" y pues esta convencida que eso funciona.. a veces le hago ver ciertos y solo ciertos puntos de vista, e insiste en que la verdad ha sido revelada, YA SABEMOS EL SECRETO!!.. Lo peor, o no se si sea peor es que.. hay una psicologa clinica en la cuidad que aplica esto con sus pacientes y se curan! (Estoy pensando muy seriamente en aplicarlo yo tambien..jojo) la cosa es que me parece una epidemia.. cabrona.. una clase de religion o no se que se esta extendiendo.. y que no puedo evitar pensar: SERA POSIBLE? (como la abogada de "el exorcismo de emily rouse).. yo creo que todo merece el derecho de la duda, .. pero no me convence, creo que se queda corto esto del "secreto" deja al aire muchas cosas, no explica otras, y hasta te dice: "no es necesario que lo sepas".. en fin...
QUEEEE HAAAAGOO SRITA.LAAAAAAAAAAAAUUURAAAAAAA???????
P.D. Ojala me haya logrado expresar porque a veces me revuelvo sola..
Por mientras..
deberia escribir algo de..
Kill Bill
o como dice mi mama..
MATEN A KILL BILL
jajajjaajaja
o PULP FICTION..
.. ALGO DE QUENTIN..
p.d. EL ANONIMO ES EL ANONIMO..
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