martes, abril 26, 2011



The Beatles como Sinthome

Comparto las siguientes líneas que surgieron mientras venía los mini documentales de los itunes álbumes de mi banda preferida “The Beatles”. Lo que sigue lo dedico con especial cariño a todos mis hermanos beatleros esperando que sea de su agrado y sea acompañado con las melodías de los discos en cuestión. 


Por favor, compláceme y ámame (Please, please me & Love me do)

En la primera fase de tenemos estos títulos que invitan a reconocerlos. Son cancioneros más que propuestas musicales como lo serán después. El primer paso fue funcionar como boyband, cuarteto romántico de rock and roll. Ese primer paso como banda, como grupo, es directamente como una propuesta amorosa a los fans, en su mayoría mujeres, simplemente llevando a la grabación lo que les había funcionado en las giras y presentaciones hasta entonces realizadas. The Beatles se visten de traje y, de cierta forma, tuvieron la suerte de ser reconocidos como artistas en potencia por músicos establecidos. Lo anterior se resalta en la gratitud a los que estuvieron tras bambalinas, Brian Epstein y George Martin, cuya apuesta al grupo permitió explayar su encanto. Epstein dando como manejador su conocimiento en la artisteada siendo su interés principal el teatro; mientras Martin brindando un amplio bagaje musical académico y técnico que con el tiempo distinguiría la música beatle. Encontramos el juego de palabras del no menos juguetón Lennon en el título “Please, please me” donde hace algo con lo que le intriga del doble significado de Please (por favor, complacer) lo cual nos estimula a jugar en castellano con el placer que implica un favor, más si es para amar. Como grupo es necesario el reconocimiento, la puerta de entrada en la propuesta, la seducción del primer día en la historia de amor con el público. En la portada están estos jovenzuelos asomándose a penas -en la típica pose de los cuartetos de la época de los pasados 50´s- como en foto de anuario. 




Con los Beatles, todo mi amor (With the Beatles, All my loving)

“El primer álbum fue un reciclaje de su repertorio, With The Beatles fue su primero realmente hecho”. Empiezan las colaboraciones que dibujan la personalidad de los integrantes. La timidez de Harrison con un característico título “No me molestes”; la versión del artístico clásico romántico de McCartney en “Till there was you”, la canción alegre que le va al amigable Ringo en “I want to be your man” y Lennon dando fuerza a los gustos que los unieron en canciones del rock and roll que se revitalizan con su rispidez como en “Please Mr. Postman”. Ahora sus rostros en alto contraste y emulando la tendencia artística existencialista de algunos amigos ya no los anuncia, sino lo invita seguirlos para convertirlos en algo más que un grupo de un solo hit. 

En esta primera etapa que conforman 1962 y 1963, el grupo se presenta y encanta, fase en la que muchos grupos se quedan para después disiparse en su propio éxito pasado como un “pequeño gran rockstar”. Los mismo Beatles creían que así sería su futuro.



Una noche del día pesado, no puedes hacer eso (A hard day’s night, you can´t do that)

Dos hechos marcan una diferencia en el grupo y es la apuesta a la fama ahora en su reconocimiento. La apuesta viene por partida doble cuando ponen como condición para ir a América tener colocadas canciones en número uno de las listas estadounidenses. La segunda, es el tipo de película que realizan donde explotan la vena cómica resaltando la persecución de la fama como lo muestra la emblemática entrada de “A hard day’s night”. Un rasgueo solitario que rompe el silencio es seguido por la velocidad de la canción como si empezáramos a divertidamente correr perseguidos por una multitud de fans en este trabajo agotador. El “despropósito lingüístico”[1]witz diría Freud- de Ringo le brinda a John la idea para el título donde el juego de tener una banda ya se hizo un trabajo, sin perder por eso, el chiste en la expresión quejumbrosa de “Una noche del día pesado”. Aquí empieza la fama con el nombre de beatlemanía. ¡Qué más grande que el Ed Sullivan Show y la pantalla de plata!  Como menciona John, por un lado están las canciones donde solo el chiste puede dar forma a la queja “Can´t buy my love” y por el otro están la canciones de amor con un tono menos infantil “If I fell” y nuestra preferida “And I love her”. El trabajo se disparó y los chicos estaban en todas las pantallas, su imagen era vista y reproducida en todos lados, la gente ya no solo quería oírlos sino que quería verlos, la portada lo metaforiza en 24 cuadros por segundo.


Beatles a la venta, ocho días a la semana (Beatles for sale, eigth days a week)

Las canciones comienza a tener variaciones del rock clásico, como buscando nuevos horizontes, como en “I’ll follow the sun”. Ahora están más instalados en la comodidad de la fama y conocen más lo técnico de las grabaciones. Es el punto intermedio entre el grupo tradicional con covers rockandrolleros como “Honey don´t” o “every try to be my baby” y los pequeños detalles que distingue canciones como “every Little thing” o “I don’t wan to spoil the party”. La portada y el título nos dice como estaban, listos y a la venta, con un engranaje funcionando a toda máquina, a punto de ir a toda velocidad.



¡Auxilio! Te necesito (Help! I need you)

“Siempre que lo necesitábamos teníamos unos escritores que inmediatamente hacían una serie de canciones pegajosas” dice irónicamente Harrison refiriéndose a la creación de “Help!” En la cima de la popularidad también están en el ojo del huracán lo que los lleva a gritar en medio del éxito “Ayuda” y empezar a añorar el “Ayer” (Yesterday) cuando sus problemas se veían lejanos. La portada intenta escribir HELP en señales de rescate con banderas solo que ese mensaje se tiene que cambiar porque “no se ve bien”. Esto maraca la segunda etapa, de 1964 a 1965, donde han logrado un “Ticket to ride” y su diversión los lleva cuesta arriba, finalmente cuando los ponen en las películas, lo único que tienen que hacer es actuar de forma natural.



Alma de hule si necesito a alguien (Rubber Soul if I needed someone)

Lennon menciona que “Rubber Soul fue una manera de llevar toda la vieja experiencia al estudio de grabación. Hacer música más adulta. Pero sobretodo hacer algo en el estudio sabiendo las posibilidades”. Harrison por su parte reconoce que “estábamos más entonados y en sintonía. Realmente sabíamos que hacíamos un buen álbum.” En este sentido el grupo reconoce sus propias posibilidades. Con el respaldo de la fama, ahora empieza el momento de experimentar de ahí que este es el inicio de la revolución musical de The Beatles. En palabras de George Martin “Rubber Soul indicaba la dirección de lo que iba a pasar”. Los sonidos se vuelve variados en los que aparece un estilo único. Queriendo ser contemporáneos, se encuentran que la moda es innovar y para muestra el uso de la cítara en “Norwegian Wood” y el piano clásico de Martin en “In my life”. La letra de las canciones se empiezan a hacer literalmente más fumadas.  El título vuelve a ser juguetón y personal como frase que se escucha en las grabaciones “Plastic soul, man!” y la portada vaticina lo flexibles en su expansión musical.



Zarandeo, mañana nunca se sabe. (Revolver tomorrow never knows)

De la mano con Rubber Soul va Revolver, tanto que para Harrison pueden ser volumen uno y dos respectivamente. El alma compartida es la experimentación. Ahora le indican a Martin qué quieren hacer en el estudio más que preguntarle. En este sentido viene la madurez del grupo en proponer y la de las “figuras paternas” en permitir dicha experimentación. La música al revés en el solo de “I’m only sleeping” sonando como música hindú y en una estrofa del sencillo Rain. Pero también las letras con temas melancólicos como “Eleanor Rigby” o sociales como “Taxman”. Lo conceptual se nota en la portada misma, como si se estirara en diversas direcciones la foto que anticipaba Rubber Soul y explotara en este collage de dibujos y fotos.  



La Banda de los corazones solitarios del Sargento Pimienta con un poco de ayuda de mis amigos (Sgt. Pepper’s lonely hearts club band with a Little help of my friends)

Ringo comenta que en el “Sgt Pepper…” llegan al límite a través de esta banda alter-ego de The Beatles. Esta reinvención permite la máxima transición de grupo de moda a propuesta musical. Esta reinvención implica dos renuncias, por un lado la seguridad comercial de la imagen que ha sido aclamada por el público y la segunda, el riesgo comercial que implicaba hacer un álbum que claramente no podría ser trasladado a presentaciones en vivo sino que solo se sostenía como experiencia en el estudio. De esta forma se traiciona amorosamente a los fans destruyendo la imagen que ellos mismos han formado. Sin embargo esta traición es hacia los fans y se vuelve hacia la generación donde la portada muestra a la banda como los corazones solitarios de la generación del 67, el cambio social era la norma y las múltiples voces tenían presencia. Es necesario resaltar que dicho momento se encapsula en los sencillo entre Revolver y Sgt Pepper, «Penny Lane» y «Strawberry Fields Forever» donde usando imágenes de su historia personal, The Beatles hablando de cierta nostalgia del mundo infantil de la postguerra. Así, la psicodelia y las revoluciones sociales del 68 encuentran sus raíces en los estragos del holocausto y la bomba atómica. En el «psicoanálisis hecho música» que según Bob Spitz constituye “Strawberry…” para Lennon, la verdadera proeza es que ahora eso puede permear la música popular, es a través de la hiperrrealidad de la psicodelia que mucho de la verdad puede ser dicha. Con este álbum se completa otra fase: la experimentación, el juego con la identidad y la expansión de conciencia. Comprende los años 1965-1967, momentos previos a la explosión y fractura.



El viaje mágico y misterioso, Hola, Adiós (Magical Mistery Tour, Hello, Goodbye)

La fractura comienza aquí. Según George Martin “Las canciones de The Beatles comienzan a sonar cada vez más individuales, más que en Revolver”. Mientras John es la Morsa y Paul es el tonto de la colina, George anda perdido en la calle Blue Jay de California y Ringo solo acompaña, esta vez, no canta. Oficialmente el grupo es la voz de Inglaterra en la emisión del “pájaro madrugador” lo que le otorga el estatus de Música representativa, de nueva tradición con el himno “All you need is love”.

Los Beatles, mientras mi guitarra llora sutilmente (The Beatles while my guitar gently weeps)

George Harrison menciona con respecto al llamado álbum blanco: “Todas las experiencias vividas en la India se corporizaron en este álbum.” Vuelven a funcionar como banda pero para hacer canciones personales e individuales. En el estudio, el mismo Martin tiene que partirse en tres para trabajar por separado en diversas canciones. George comienza a dar voz al llanto de su guitarra apoyado en otros amigos como Eric Clapton, Paul goza siendo un rockstar en Helter Skelter, John canta su personal revolución en “Julia”, “I’m so tired” y las versiones de Revolution; y Ringo sigue disfrutando la compañía de sus amigos esperando que no lo dejen como en “Don’t pass me by” o dándoles el beso de las buenas noches en “Good night”. Este período de 1967-1968 muestra la ruptura por la expansión creativa y maduración del grupo. Tal es la expansión que provoca la autocensura de la portada que originalmente mostraría a los dos virginales John y Yoko totalmente desnudos, indicio de que ya les estorbaba a todos el traje Beatle.  

Deja que sea, tengo un sentimiento (Let it be, I’ve got a feeling)

En este principio del fin se encuentra la idea de un álbum que se filmaría mientras se ensaya lo que resulta en una tensión que lleva a peleas directas entre los integrantes de la Banda. Sin saberlo, filmaban cómo se separa un grupo; ¿y cómo es esto? Si la experiencia con los Beatles nos da una clave diremos que se rompe cuando se permite entrar a la intimidad de propio grupo como lo que se juega en este intento de reality show unplugged. Paul insiste en canciones donde brilla con su piano en tonadas con coros para el público como en The long and winding road, Let it be y Hey jude, George busca su lugar con For you blue, John anda “Across the universe” y más allá. Sospechamos que la aportación de Ringoseguía siendo unirlos como amigos, recordando la juventud en temas como “One after 909”, “Two of us” o “Dig it”. Las separaciones duelen, y esta dolió tanto que tuvo que editarse hasta después del verdadero álbum final. Después de la autocensura del anterior, la portada de este álbum ya los separa en sus respectivas casillas. 


Calle Abbey, el final (Abbey road, the end)

Paul menciona al respecto “creo que antes de las sesiones del album Abbey Road era como decir “bajemos los guantes de box y tratemos de estar juntos para hacer un muy buen álbum.” Este álbum maraca un final más que decoroso para la banda siendo la mezcla perfecta de lo individual y lo colectivo. La experiencia de escucharlo en LP lo trasmite. En el lado A tenemos los temas que marcaría la tendencia de las carreras de los posteriores ex –beatles. John y su contestatario activismo y erotismo en “come together” y “I want you” respectivamente, George con la melodía del amor y la creación de atmosferas etéreas en “Something” y “Here comes the sun”, Paul y su narración de historias y tonadas rockstar en “Maxwell’s silver hammer” y “Oh! Darling” y finalmente Ringo con la campirana y amigable “Octopus’s garden”, ahora sí, teniendo un lugar para sus “all star friends”; sin olvidar el cierre de ese lado con las voces beatles de “Because”. El lado B es todo un camino en el medley sintomático de la banda. Empezando por la búsqueda amorosa sabiendo que nunca lo hicieron solo por dinero hasta que llega la fortuna del Rey Sol. Después se ponen avaros con la hermana Pam hasta que una fan se cuela por la ventana del baño. Esto los lleva a la añoranza de sus ensueños dorados sabiendo que no pueden con la carga de ese peso para toda la vida prefiriendo ponerle fin, sabiendo que al final el amor que recibes es igual al que diste.

Esta etapa del final, del adiós, lo comprende el año 1969. La revolución de los sesentas termina y un digno funeral abre permite seguir el camino. La portada de Abbey Road en la que simplemente cruzan la calle en la ropa que acostumbraban en esa época se ha interpretado como prueba de la leyenda “Paul está muerto” siendo un cortejo fúnebre donde John es el sacerdote o predicador, Ringo es un deudo en su ropa de luto, Paul es el muerto con pies descalzos y George es el enterrador.

Nuestra poética interpretación es que esas son las funciones de cada uno en el grupo. Comúnmente a John Lennon se le reconoce como el líder espiritual/ideológico del grupo, tan así que su muerte a manos de alguien que encarnó la fantasía del fan y se convirtió en fanático, al asesinarlo brindó a los fans de un santo beatle con una fecha conmemorativa. Desgraciadamente alguien hizo realidad el ombligo del sueño y lo trató como ídolo.  Si algo lo distinguió en su propuesta artística fue justamente lo que predicaba en voz alta. Ringo Starr no solo es el deudo sino el componente de amistad/amor/cariño que los mantuvo unidos, de ahí que solo él podía hacer que se reunieran de nuevo. Su carrera se ha distinguido tal vez por no ser el más virtuoso musicalmente hablando pero si el que más grupos fraternos en el show business crea profetizando que será el viva más tiempo. Paul McCartney como muerto esta bien si recordamos que es la estrella del funeral ya que brilla por su ausencia. Era el componente artístico/comercial/creativo de la banda siendo la mayoría de las ideas de él o reconociéndolas en los otros. Así Paul, es el más estrella de los cuatro. Finalmente George Harrison como enterrador nos recuerda su carácter reservado pero también de trabajo/técnica al distinguirlo como el componente musical del cuarteto siendo el amigo confiable que acompaña sin llegar a ser el payaso o el empalagoso, aunque finalmente su ejecución musical era la materia prima del grupo.

Quede este escrito como una ofrenda más de este admirador.











[1] Traducción del término “Malapropism”, cuya definición es “Uso incorrecto de una palabra de tipo humorístico o absurdo, comúnmente por confusión con un sonido similar.”

viernes, abril 22, 2011


La siguiente cita corresponde al incio del libro “El Doble: un estudio psicoanalítico” del psicoanalista Otto Rank. Esta traducción de Floreal Mazzia de Ediciones Orion es una recopilación de artículos siendo el principal «Der Doppelgänger» publicado en la revista Imago en 1914. En esta cita, Rank comparte su opinión con respecto a la relación entre el psicoanálisis y el cine, tema que nos interesa en este espacio y que encontramos en Rank una bella coincidencia:
Por lo general, la técnica del psicoanálisis apunta a descubrir materiales psíquicos de importancia, muy enterrados, y en ocasiones procedentes de evidencias superficiales manifiestas. El psicoanálisis no tiene por qué rehuir siquiera algún tema casual y trivial, si el asunto exhibe problemas psicológicos cuyas fuentes e inferencias no resultan evidentes. No debe surgir objeción ninguna, entonces, si tomamos como punto de partida un “drama romántico”, que no hace mucho circuló por nuestras salas cinematográficas. De tal manera podemos rastrear hacia atrás la historia del desarrollo y semántica de un antiguo concepto tradicional, popular, que estimuló a los escritores imaginativos y reflexivos a utilizarlo en sus obras… Cualquier aprensión en cuanto al verdadero valor de una película que apunta, en tan gran medida, a lograr efectos exteriores, puede postergarse hasta que hayamos visto en qué sentido un tema basado en una antigua tradición popular, y cuyo contenido es tan destacadamente psicológico, resulta modificado por las exigencias de las técnicas de expresión modernas. Quizá resulte que la cinematografía, que en muchos sentidos nos recuerda el trabajo de los sueños, pueda también expresar algunos hechos y relaciones psicológicos –que a menudo el escritor es incapaz de describir con claridad verbal -, con imágenes tan claras y patentes, que faciliten nuestra comprensión de ellos. La película llama tanto nuestra atención, cuanto que hemos aprendido, en estudios similares, que muchas veces un tratamiento moderno consigue re-aproximarse, de manera intuitiva, al significado real de un antiguo tema que se ha vuelto ininteligible, o que se ha entendido mal en su paso por la tradición.

martes, abril 12, 2011


Al ver la película Sucher Punch, entendí una crítica que leí sobre esta película donde por un lado resaltaba su carácter visual pero por el otro lamentaban el estilo de edición al calificarlo como cansado y finalmente lo califica como “demasiado pretencioso, ambicioso y, en lugar de divertirnos, nos pasa al costo un mensaje que debemos tomar en serio”. El crítico compara la película con “El Origen” al jugar con diversos planos de realidad sin llegar a la “seriedad” del filme de Nolan.

Por otro lado, me comentaba un colega que cuando vio Sucker Punch recordaba lo sucedido en taquilla a la película “Scott Pilgrim vs the world” que fuera despedazada por la crítica y un fracaso comercial en E.U. Me comentaba que él veía Sucker Punch, al igual que Scott Pilgrim, como una propuesta de película de acción que recupera estética del videojuego, tal y como la analiza Guillermo del Toro en una presentación a razón del lanzamiento en dvd de “Scott Pilgrim…”.

A mi parecer, y apoyado en los comentarios referidos, Sucker Punch me parece una buena propuesta en la era de los videojuegos. Agradezco que el cineasta Zack Snyder arriesgue un filme que pueda ser calificado de pretencioso y ambicioso en lugar de solo ser, como otros, ruidoso, baboso y soso. La sensación de una película como Sucker Punch es justamente como su título indica: “Impactante”. Lo vertiginoso de las escenas y la construcción de los personajes en efecto nos remiten al mundo de las realidades virtuales de los videojuegos.

Hace poco jugaba en X-box el juego “Batman Arkham Asylum” (para quienes me conocen sabrán por qué este juego junto con el "The Beatles Rock Band" tenía que jugarlo) y me encontré con la fascinación de este mundo bati-surreal. El gran cambio para mí como videojugador de los 80’s es la doble función de actor espectador, experiencia que intentaré explicar. Cuando aparecen los villanos con los que se pelea, como en su forma clásica, se pulsan ciertos botones que ejecutan variaciones de golpes (golpe sencillo, bloqueo, golpe silencioso, golpe contundente, etc.). La diferencia radica en que el tiempo se suspende y la cámara gira dando diversos detalles y acercamientos que hace que aunque uno ejecuta la acción simultáneamente se disfruta el escenario e historia construida siendo participe de una narración audiovisual.


Quien mejor describe la aportación de los videojuegos a la estética actual es el mencionado Guillermo del Toro:
“Estoy increíblemente enamorado de los videojuegos ya que trato de aprender todo lo que pueda… creo que los videojuegos son una hermosa forma narrativa… son como los comics de nuestros tiempos. Cuando era joven los comics no eran respetados. Todavía muchos no lo son. Pero los videojuegos todavía no han sido validados, reconocidos como forma narrativa por los intelectuales. Son juegos tan poderosos, de tanta inmersión, están tan bellamente diseñados que aprendo mucho de ellos… creo que mis películas están influidas por los videojuegos en la música, en los paisajes, en las texturas, etc. Creo que es muy importante para nosotros aprender su lenguaje ya que considero que la narrativa va a transformarse en los próximos 10 o 15 años de una forma impresionante. Y lo vamos a ver, en nuestra vida. No en todas las películas, pero las películas van a mutar en diferentes formas narrativas. Yo por ejemplo, sé que quiero aprender de la animación, los videojuegos, publicidad, todo lo que pueda, porque me gusta aprender. Quiero saber cómo funciona ese mundo porque creo que “Transmedia” es más que una palabra de moda, es algo que va a suceder. Y estoy muy consciente de ello. Creo que es muy peligroso adaptar un videojuego porque finalmente la calidad de hacerlo inmersivo tal vez es único a esa forma narrativa del videojuego.” Guillermo del Toro en el Video “Scott Pilgrim vs. the World Blu-ray & DVD - Guillermo del Toro on Video Games” en http://www.youtube.com/
Siguiendo los comentarios de Del Toro, nos interesa el carácter inmersivo de esta narrativa. Agradezco la sorpresa que fue el escuchar en la secuencia del tren en Sucker Punch -donde buscan el aparato explosivo “el cuchillo” mientras en la otra realidad están con el cocinero- una versión de Carla Azar de la canción “Tomorrow never knows” original de The Beatles. Las diversas versiones musicales, la posibilidad de contar una historia en poco tiempo, los elementos simbólicos que cubren el escenario, nos introduce en un mundo donde todas las referencias pueden ser transformadas. Más allá de ser mundo extraños arriesguemos a sostener que existe más realidad en la ficción que en la realidad misma, como lo demuestra el término “surreal” con el que tradujeron el título en castellano. Lo surreal remite popularmente con lo freak, raro, absurdo pero esto puede ser visto con nuevos ojos, tanto lo freak como lo surreal, si recordamos que el diccionario de la lengua española propone el nombre de Superreal a la palabra de origen francés “surreal”.

Surrealismo. Superrealismo (del francés surréalisme) Movimiento literario y artístico, cuyo primer manifiesto fue realizado por André Breton en 1924, que intenta sobrepasar lo real impulsado con automatismo psíquico lo imaginario y lo irracional. Diccionario de la lengua española.
Así, lo Surreal es Superreal, es Hiperreal, establece que los elementos que constityen nuestra realidad se encuentran expandidos e ilimitados. Sin embargo aquí, como todo juego, trae diversas consecuencias.

Teniendo como horizonte la transmedia, la estética del videojuego, el estilo de narrativa, tiene la cualidad de la inmersión, de entrar a otro mundo. El videojuego tiene la condición introducir al usuario en diversos mundos, recordándonos Sucker Punch, que ese recorrido puede ser paralelo a lo conquistado en otras realidades. Cuando Del Toro menciona que los videojuegos “todavía no han sido validados como forma narrativa” nos indica a los psicoanalistas tomar en cuenta estos impactantes mundos surreales. ¿Qué condiciones tendrán estos “cuerpos en pantalla” –para utilizar la frase de la psicoanalista Hebe Tizio-? ¿Puede convertirse en una prisión autística, en un burdel del goce de la imagen donde el usuario quede suspendido en el mundo virtual y el juego esté en pausa como lo advierte Tron Legacy? ¿Puede ser ese mundo virtual ser la prisión de la repetición adictiva y goce de la autopsia del video-cuerpo? O ¿Podemos resaltar el carácter de juego y pasar de un mundo al otro girando en torno al misterio que es el vació que constituye esa banda de Moëbius?

En la pretensión y ambición, o propuesta amorosa, de Sucker Punch está en la búsqueda de 5 ítems, luchando contra “bosses” devolviendo la calidad de épica heroica a la historia clásica del videojuego. 5 objetos para lograr el camino del héroe, venciendo al Amo-Jefe de cada etapa. Se ha criticado de Sucker Punch que sean mujeres como objetos fetiches de una fantasía machista. Nuestra lectura es que lo que está en juego en las protagonistas son personajes puros, es decir, como en las fábulas donde es un zorro, una abeja, una torre, un soldado de plomo, una ballerina, etc. Como personajes puros del cuento, las chicas tiene nombres de Muñecas que bien pueden convertirse en objeto de explotación y son nombres de prostitutas o taiboleras como pueden establecer un juego y ser códigos de guerreras. En este sentido Sucker Punch es más cercana a la película 300 que a Watchmen, todas ellas del mismo director, ya que los protagonistas forman una hermandad y enfrentan el sacrificio para vencer al tirano explotador. El hecho de ser mujeres es como el de ser hombre musculosos como figuras de acción en 300, es el juego del sujeto del inconsciente.

¿Quién es el hombre sabio que aparece en cada mundo virtual? Podemos imaginar lo que el propio sujeto encuentra en el objeto vacío que es el psicoanalista en el mundo surreal de la sesión, eso que también puede encontrar el artista cuando se pregunta por lo que apareció en la obra, aunque debemos recordar que también será el Boss final a derrotar.

Sucker Punch posiblemente abre una solución al recordar que no es solo la posición de usuario, un cliente o un consumidor el que convive en el mundo virtual como la ideología del discurso del capitalista plantea que bien puede dejar adicto a la frenética impotencia, sino que es un gamer, un jugador que enfrenta encontrar todo lo que busca en el ambiente digital solo a condición de perder su estatus de protagonista con derechos de amo al enfrentar un objeto vacío en el deseo, siendo este el 5 ítem, el misterio, el verdadero @, objeto causa de deseo.


jueves, febrero 24, 2011


PSICOANALISIS DEL AMOR EN TIEMPOS DEL FACEBOOK

El interés por el tema del amor en los tiempos actuales tomó una nueva forma después de la sesión de un analizante algunos meses atrás. Su sesión giraba en torno al amor o, más específicamente, el desamor ya que intentaba elaborar el duelo por la separación amorosa que estaba viviendo. Se lamentaba de algunas acciones que se sorprendió realizando ya que le resultaban más dolorosas que sanadoras. Su desesperación lo llevó a soltar la frase “Ese maldito Facebook es adictivo, es del Diablo, ¡Desata el stalker que hay en mí!”


El fenómeno de las llamadas redes sociales del mundo virtual es parte del lazo social actual, de la realidad de nuestros días, por lo que consideramos importante detenernos un momento y comentar sobre su efecto en la vida cotidiana tomando como muestra un botón: el amor.

Sin embargo una advertencia previa para nuestro análisis. No lo hagamos con los dados cargados por la falsa y doble moral polarizada. Nos referimos a los dos extremos morales que solo dejan de dos sopas, “A favor” (y llame al 01-800-afacebookearquesomoschavos) o “En contra” (01-800-elfacebookeseldiablo). Para lo que sirven estas polaridades es solo para determinar los límites y alcances del fenómeno, no solo para tener que aliarse a una de ellas y “defenderla a capa y espada”. En lugar de tener que ser “Globalifóbico” o “Globalifílico”, primero reconozcamos que formamos parte del discurso de la globalización, siendo este un nuevo tipo de discurso ideológico y ya estándo dentro de ese mundo "a la TRON" busquemos respuestas desde dentro del sistema. Siguiendo el método psicoanalítico, preferimos atender lo que está en la superficie del discurso común y corriente, incluidos los “a favor” y “en contra” solo que reservándonos dar el juicio moral.

Empecemos por la fascinación de los detractores. Por ejemplo, existe un video en la red llamado “La cara oculta del Facebook” que trata de exhibir los “secretos ocultos” y “peligros” de esta red social. El corto termina sentenciando “Facebook es un experimento de manipulación global construido por la CIA para que los hombres poderosos (gordos con un puros) nos manipulen” (un dato interesante lo aporta P. Verhaeghe en su artículo "Psicoterapia en tiempos de la Meritocracia Neoliberal" donde resalta el hecho de que esa imagen del capitalista ahora la encontramos en las clases populares "la obesidad, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares son típicas de la clase baja de la sociedad" http://www.psychoanalysis.ugent.be/pages/nl/artikels/artikels%20Paul%20Verhaeghe/Psychotherapie%20in%20tijden.pdf ) Sin embargo, en su texto, este video también arro ja dos datos interesantes, por un lado los excesos del Facebook como “obsesionarse con gente, exponer la vida o la sensación de que si la gente no sabe quién eres no eres nadie”. Por el otro, nos recuerda que las redes sociales se sostienen por las leyes del mercado siendo los publicistas los que más apoyan y fomentan su uso. Además de la “perpetuidad” que brinda el mundo virtual. La sentencia del mundo de los “Otros que quieren controlarnos” propio del nuevo fundamentalismo (“los infieles tratan de controlarnos y violar a nuestras mujeres”, “los mojados quieren quedarse con nuestros trabajos”, "para detener a los malosos es necesario más mano dura") resulta un tanto ingenuo al olvidar que los usuarios forman parte activa del fenómeno, incluidos los detractores que son los que en ocasiones utilizan más esas nuevas tecnologías empujados por la envidia. Es notorio que Facebook es parte de una socidad de consumo y no vive del aire sino que obtiene ganacias con lo que vende. ¿Qué es aquello que me venden y que yo gustosamente consumo? En cierta forma, los detractores son los que les hacen la mejor publicidad.

Vayamos a lo que dice el periódico local “La Rocka” en un artículo llamado “Facebook. En-red-ado. De veras me atrapaste”:

“Los detractores del Facebook –y otras redes sociales– aducen falta de tiempo, ausencia de vanidad, protección de su privacidad y la deshumanización que conlleva socializar en una com-putadora. Sus usuarios, empero, no dejan de visitarlo, la mayoría al menos una vez al día. Se calcula que quien visita la página permanece al menos veinte minutos en ella. Será que las posibilidades de Facebook son adictivas: puedes subir fotografías ilimitadamente, actualizar tu estatus, postear comentarios, tiene agenda para recordar cumpleaños, subes videos, tienes correo, chateas...” “La Rocka”. Artículo por Gerardo Wario en su edición de abril del 2009.

Como se menciona arriba, existen detractores y simultáneamente crece la afluencia de usuarios. Además de los detractores, están los que con optimismo consideran que no hay cambios en la realidad a partir de las redes sociales. Concordamos en parte con lo mencionado por Iván Santiesteban, editor web, en la entrevista que le hacen en el citado artículo:

“A mí la verdad, más que los peligros y demás, lo que se me hace interesante es el papel social que juega Facebook. No inventa nada nuevo. Sólo trae a Internet cosas que teníamos o solíamos tener en el mundo real: un tablón de eventos, saludos en el pasillo con conocidos, mostrar nuestros gustos. Creo que lo más importante que hacen las redes sociales es facilitar las interacciones casuales que no se dan tan bien (¿también?) en el mundo real. Creo que otras generaciones podían ir a la plaza y encontrar amigos, podían caminar por la calle y detenerse a platicar un minuto. Nosotros vamos en coche de un punto a otro y no nos detenemos”.
Coincidimos en que el Facebook no inventa nada nuevo solo que creemos que es necesario resaltar el ligero cambio, el ligero efecto de cambio, en esta “facilitación de las interacciones”. Para localizar el cambio en los hechos cotidianos resulta un interesante ejercicio verlos “con ojos de turistas”, como si nunca antes los hubiéramos transitado. En el caso de Facebook, ¿cómo podríamos explicárselo a alguien no sabe qué es? Recuerdo una escena de “Volver al futuro” en su infame tercera parte. El “Doc” Brown intenta explicar a los parroquianos en la cantina de 1885 sobre cómo es el futuro. Menciona que en ese futuro hay vehículos que se mueven por sí mismo sin necesidad de ser tirados por caballos y que la gente viaja en ellos. Le preguntan, “¿entonces la gente ya no camina?” A lo que responde “Si lo hacen, pero lo hacen por diversión”. Me pregunto cómo le explicaría el buen Doctor Brown el Facebook. La Wikipedia podría responder: “Facebook es un sitio web, una página de internet, de redes sociales abierto a cualquier persona que tenga una cuenta de correo electrónico. Los usuarios pueden participar en una o más redes sociales, en relación con su situación académica, su lugar de trabajo o región geográfica. Se ha convertido en una plataforma sobre la que terceros pueden desarrollar aplicaciones y hacer negocio a partir de la red social.” Tal vez, el mismo parroquiano que preguntó si la gente ya no camina, le preguntaría “¿entonces la gente ya no convive?”

La Rocka dice en su portada que “jóvenes y no tan jóvenes… “conviven” a través de la compu”. Primero aceptemos que estamos frente a un nuevo tipo de convivir. El solo hecho que alguien diga “convive”, con las comillas, da cuenta de ello. Más allá de jugar al fatalismo de “no es convivir ya que es con una máquina”, aceptemos que es convivencia y veamos sus características.

Para continuar requerimos de la “psicopatología de la vida cotidiana” y tomamos el ejemplo de una escena de la popular serie cómica “The Big bang theory”. Tres de estos amigos geeks van a las Vegas ya que uno de ellos lo acaba de cortar su free (otro extraño fenómeno de nuestros días). En la habitación del hotel se da la siguiente conversación:

“Leonard: Ok, vámonos.
Howard: Ustedes adelántense, solo tengo que terminar de enviar este correo.
Leonard: Ese no es un correo, es el Facebook de Leslie.
Howard: Esta bien, estoy viendo su página de Facebook. ¡Miren su actualización de status, dice que me cortó. La gente tiene que saber que yo la corté a ella!
Rajesh: Pero ella si fue la que te cortó.
Howard: Madura Raj, no hay lugar para la verdad en Internet.”
The Big Bang Theory. 2a Temporada, Capítulo 21.
Otro ejemplo nos lo brinda el video de la canción “No te metas a mi Facebook” por Esteman, su coro dice:

“No te metas a mi Facebook, no te metas por favor
Cada vez que tengo un inbox, me provoca poner close
No te metas a mi Facebook, no te metas por favor
Cuando escribas melodramas, no me lo hagas por el Wall”
Esteman."No te metas a mi Facebook"  http://www.youtube.com/watch?v=ASU0oadRcxs 
En los dos casos, vemos que hay dramas (y melodramas) en las redes sociales. Por un lado, todos se enteran de los melodramas, pero por el otro, ¿No se trata de eso? Quien ingenuamente mencione que se podría evitar con filtros y formas de seguridad pierde de vista que entonces no tendría sentido la red social. En otras palabras, el acoso, la curiosidad morbosa, la “stalkeada”, son tan “naturales” del Facebook como la pobreza extrema lo es para el capitalismo neoliberal. Así, como la respuesta del filósofo contemporáneo Fernando Savater a la crítica sobre la televisión “no es que no enseñe o sea mala maestra, el problema es que enseña mucho y muy bien, el problema es que es una excelente maestra”, podemos decir que el problema del Facebook no es que nos deshumanice o nos aleje de nuestros vínculos amorosos sino todo lo contrario, en cierto sentido, su mayor defecto es su mayor bendición, es una maquina del amor.

Vayamos pues al tema del amor. En una entrevista que realizara Hanna Waar al psicoanalista Jacques-Alain Miller para la página Lacan.com le pregunta:

“Hanna Waar – ¿Nos enseña algo el psicoanálisis sobre el amor?
Jacques-Alain Miller – Mucho… nos ilumina sobre su mecanismo: el amor se dirige hacia aquel que creemos que sabe sobre nues-tra verdad. El amor te permite pensar que esta verdad será amable, agradable, cuando de hecho es casi imposible de soportar… Verdaderamente amar a alguien es creer que al amarlo obtendremos una verdad sobre nosotros mismos. Amamos a aquel que res-guarda la respuesta de nuestra pregunta: ¿Quién soy Yo?...”
Jacques-Alain Miller: On Love http://www.lacan.com/symptom/?page_id=263
La vieja lección del psicoanálisis con respecto al amor es que “somos los que amamos”. La identidad, la personalidad, la forma de relación con los demás se construye de aquello que tomamos de ellos y aquello que rechazamos. Facebook, como red social que es, cumple la función de congregar, de hacer grupo y aldea que brinde seguridad y confianza siendo una de sus herramientas la constancia de identidad. Preguntaba desde el mismo Facebook hipótesis sobre la proliferación y fascinación de los test de identidad. Dentro de las respuestas aparecieron: “Porque siempre es interesante saber ¿pues quién soy yo?... y tener resultado que te diga que no estás tan lejos de lo que crees ser” y “para matar el tiempo y te divierte” “no tiene que haber algo detrás de todo” “es como las cartas y el horóscopo”. Lo interesante de los test es que brindan identidad por un mecanismo que es sofisticado en su simpleza y es interesante justamente por ser producto de la ociosidad. Por ejemplo, al responder “¿Qué personaje de familia PLuche eres?”, “¿Qué pintor renacentistas eres?”, “¿Qué dios prehispánico eres?”, “¿Qué canción de Intocable eres?” o “¿Qué presidente de la república eres?” llego a saber más de mí al verme en Otro. Me encuentro en eso que no soy, sino Otro.

El psicoanalista Darian Leader, en su libro “¿Por qué las mujeres escriben más cartas de las que envían?” dice lo siguiente:

“Aunque comúnmente se dice que la diferencia entre los humanos y los animales es que los animales carecen de la facultad de pensar, la diferencia real es que solo los humanos son los que habitualmente voltean a otro humano para preguntarle “¿Qué estás pensando?” Las relaciones amorosas frecuentemente giran en torno a esta misma pregunta. ¿Por qué el contestar “Nada” o “De todo” son ambas la mejor y la peor respuesta? ¿Por qué nos inquietamos incluso antes de responder y por qué la propia pregunta se siente comúnmente como una intrusión? ¿Por qué se lo seguimos preguntando a nuestra pareja cuando sabemos perfectamente bien cuál será la respuesta? La sexualidad parece ofrecer un espacio común para unir dos almas, pero es más exactamente lo que los separa. La paradoja aquí es bien conocida: entre más intentes deshacer la separación, a través de entender a la otra persona, más se incrementará y reforzará dicha separación.”
Darian Leader. ¿Por qué las mujeres escriben más cartas de las que envían? 1996.
Resaltamos con la imagen ese rasgo de humanización que menciona Leader en la pregunta “¿Qué estás pensando?” ya que justamen-te esa es la pregunta que hace el Facebook al usuario. Tal como si fuera una casamentera (Matchmaker), Facebook es una máquina de amigos cercanos de forma democrática ya que todos pueden ser tratados por igual. Es aquí donde nos encontramos con un atolladero de nuestra era de la información que remite a toda una ideología. Hacemos el hincapié en la ideología ya que, si la separamos de la máquina o el programa (Facebook), podemos devolverle su calidad de juguete y herramienta más que de juego y solución-problema. La premisa ideológica es que merecemos más información para entendernos, incluso para amarnos mejor, interpretando el problema del amor como la falta de información y prometiendo que la llave de la felicidad es tan solo obteniendo más información para tomar decisiones y llegar a conclusiones. Sin embargo, eso en términos del amor crea más problemas que dificultades. Como menciona Leader: “entre más intentes deshacer la separación, a través de entender a la otra persona, más se incrementará y reforzará dicha separación.”

Así, Facebook trae a la mesa un añejo problema con respecto al amor, ¿Qué es aquello que hace que ame? ¿Qué busco en el amor? El problema es buscarlo desde la información.

Admitamos diferentes fenómenos problemáticos del amor. Facebook nos brinda información, sin embargo, esa información puede ser leída como evidencia estadística de amor. ¿Cuántos son mis amigos? ¿Cuántos eventos me invitan? ¿Quiénes me felicitaron en mi cumpleaños? ¿Cuántas personas visitan mi página? ¿Por qué subió esa foto? ¿Por qué no menciona esto y si lo otro? Todas estas preguntas hacen que el intercambio en el vinculo con alguien más se transforme en información y datos que tienen que ser sobre-interpretados. De alguna manera obtenemos cada vez más datos y hacemos menos, cada vez en el mundo virtual se es menos influyente invirtiendo la premisa de acción de los activistas “piensa global, actúa local” transformándola más en “pensamos locales (con nuestros prejuicios) y actuamos globales (almacenamos información en un lugar común en el ciberespacio). Los amores corren el riesgo de volverse o “descafeinados” o “adictivos” tal como sucede con la música y videos que se bajan de Internet, llegando a almacenar millones de canciones y terminar oyendo las mismas 25 o, tristemente, menos.

Jacques Lacan recordaría al respecto del amor dos cosas:

“Hay dos cosas que señale en mi discurso pasado que he observado a propósito del amor, y se las voy a recordar. La primera es que el amor es un sentimiento cómico… La segunda cosa que quería decir, ustedes lo verán, que encontraremos a cada instante, y que nos servirá de guía, es que el amor es dar lo que no se tiene.”
Jacques Lacan. Seminario 8. La transferencia. Clase del 23 de Noviembre de 1960
La primera cosa va de la mano de la segunda, podríamos decir que el amor es un sentimiento cómico justamente porque es dar lo que no se tiene, así como uno entiende un chiste por un mecanismo más allá de tener información. Freud dirá que en el humor es único lugar donde el Yo logra ocuparse de las exigencias del ello, el superyó y el mundo exterior, a través de la posibilidad de la castración. Así, el amor, es justamente esa otra forma de asumir la castración más radical, tanto el otro no puede colmar totalmente mi falta como tampoco puedo completarlo. El amor es asumir el enigma central que me constituye y que al constituir también esa extrañeza a los demás, es que podemos convivir. Desde el psicoanálisis el tema del Facebook nos interesa desde su relación con el amor, ya que como Freud apuntaba “El paciente se ve compelido a renunciar a sus resistencias por amor a nosotros. Nuestros tratamientos son tratamientos por el amor” (Freud en una «reunión de los miércoles» 30/01/1907). ¿No es acaso esa pregunta “¿qué estás pensando?” también la premisa de la asociación libre y que cuya confianza en responderla al analista es el motor del tratamiento psicoanalítico? La oferta del analista y la del moderno gadget (aparato o programa) se parecen (y se distinguen) como lo postula el psicoanalista Néstor Braunstein en su artículo “El discurso de los mercados”:

“… el gadget es meramente un sirviente al que se le hace hacer. La demanda de análisis supone, por el contrario, la expectativa de acabar con el sufrimiento por medio de un nuevo saber que resultará de la ex-periencia analítica y que hará del sujeto progresivamente alguien distinto del que antes era. La relación con el robot y sus sucedáneos es absolutamente utilitaria … La transferencia depende, pues, de la satisfac-ción de las demandas. Distinto es el vínculo entre el analizante y ... el analista. La dimensión que sostiene el encuentro es justamente la no satisfacción de las demandas, la no respuesta a las preguntas, la ilusión de la idealización, la reserva en cuanto a cumplir con la función de placebo que caracteriza al objeto técnico. ¿Cuál es la respuesta del sujeto ante esta no disponibilidad, ante la postergación, ante la no satisfacción, ante el enigma del deseo? Paradójicamente es... el amor.”
Néstor A. Braunstein. El discurso de los Mercados. Seminario del 11 de diciembre de 2004 www.nestorbraunstein.com
Para cerrar este escrito lanzamos lo siguiente, la mejor forma de vivir el amor en Facebook es mantenerlo como cómico o aceptar la posibilidad de cerrarlo cuando la presión de complacerlo aparezca. Así como el mito del Manual de Carreño, es necesario pensar en esas reglas de cortesía amorosas de uso del Facebook sabiendo de antemano que las reglas están para hacernos convivir siguiéndolas, así como para romperlas.

martes, febrero 15, 2011


INCEPTION: EL ORIGEN… DE UNA IDEA OBSESIVA


“¿Cuál es el parásito más tenaz? Una idea.”
Inception: el origen

“El sueño es una metáfora. En esa metáfora, algo nuevo surge que es un significado”.
Jacques Lacan. “El deseo y su interpretación”.
Clase del 26 de noviembre de 1958
El sueño como sostén del deseo

En el origen del psicoanálisis estuvo el mundo de los sueños y, en su propuesta de cura hablada, los relatos soñados. La película del cineasta Christopher Nolan llamada “Inception” (El Origen, 2010) trata la historia de un hombre dedicado a robar ideas y secretos en el mundo de los sueños en un contexto de ciencia ficción proponiendo, como dice su tagline, “tu mente es la escena del crimen”. Semejante escenario, el mundo de los sueños y la relación con la mente humana, nos resulta el idóneo para brindar lecciones a nuestro mundo doctrinario del psicoanálisis. Desde la obra de Freud “La interpretación de los sueños”, el sueño se ha convertido en “el sello de la casa” para el psicoanálisis reconociéndolo desde un inicio como “la vía regia al inconsciente”. Sumerjámonos en el mundo de “Inception” solo que con cuidado de no perder pisada, ya que el camino del sueño suele ser inestable.

Cobb es el mejor en su ramo. Se dedica a introducirse en los sueños con la finalidad de robar secretos, una especie de “espionaje industrial onírico” que llaman “Extracción”. Después de una misión, se le presenta la oportunidad de regresar a su casa con sus hijos a quienes (literalmente) “no puede ver” por problemas con la justicia. Dicha misión es complicada ya que implica hacer lo contrario de lo que comúnmente hace. En esta ocasión se trata de inducir una idea en lugar de robarla, de ahí el título “Inception” (Incepción, iniciar, comenzar, originar algo), por lo que reúne un equipo para la misión cuya complejidad implicará crear sueños dentro de un sueño. Otra dificultad de Cobb, que llega incluso pone en riesgo la misión y la vida de los implicados, es la aparición de la esposa muerta de Cobb que lo atormenta y persigue en sueños.

“Inception” ha sido comparada con la película “The Matrix” lo que la hace entrar al conjunto de películas donde la realidad es cuestionada, o, para utilizar la expresión de los amigos del podcast CinemaNet (www.cinemanet.com.mx), al “subgénero no-oficial” de las “realidades alteradas”. Por un lado podría ser la típica historia de “robo al banco” o “Misión imposible” con el atractivo del mundo de los sueños. Dos mundos son presentados, el mundo de la realidad (vigilia) y el mundo de los sueños. El gran final de la cinta, juega con la idea de no saber del todo donde se quedó el protagonista y, por acompañarlo, el espectador también.

Ante esta duda “¿Lo soñé o todo fue real?, ¿Es la realidad o es un sueño?” proponemos la apuesta psicoanalítica de darle el mismo valor, de escoger la opción de la verdad en el sueño. Como menciona Žižek en su película haciendo referencia a “The Matrix”:

Pero la elección entre la píldora azul o la roja no es solamente entre la realidad y la ficción. Claro que Matrix es una máquina de ficciones pero son ficciones que estructuran la realidad. Si quitan de la realidad las ficciones simbólicas que la regulan, pierden la realidad misma. Quiero una tercera píldora… que me permita percibir, no la realidad detrás de la ficción sino, la realidad en la propia ficción, dentro de la ficción misma.
Slavoj Žižek. The Pervert’s Guide to Cinema. (2007, dir. Sophie Finnes)

En esta propuesta psicoanalítica, tomemos la tercera píldora y veamos en “Inception” la realidad, el saber desplegado en y a través de los detalles que distinguen a la historia, toda ella como un sueño. Esta propuesta nos parece mejor que la clásica noción de separar los mundos del sueño y la vigilia al igual que la realidad de la ficción. Si separamos estos mundos, podemos hablar de fuga de la realidad en la fantasía, que aunque clínicamente parece acertada (escapar de una realidad traumática; por ejemplo, la guerra franquista en “El laberinto del Fauno”; sumergiéndose en el mundo de princesas de los cuentos de hadas), comúnmente se olvida lo que también la clínica nos muestra, que el mundo al que se huye (el de la fantasía) termina siendo más angustiante que la misma realidad de la que se huía (El mismo Laberinto del Fauno muestra un mundo de los cuentos de hadas sádico, angustiante y fascista – el hombre pálido, el sapo y ,sobre todo, el mismo Fauno). Lo interesante entonces no es solo huir a la fantasía del sueño sino atender a los detalles que construyen ese nuevo mundo donde un deseo es realizado según la propuesta freudiana. Antes de abordar el tema del deseo en el caso de Inception, conviene recordar a qué nos referimos con deseo del sueño desde el psicoanálisis y para esto nos basamos en la explicación amable de Darian Leader sobre el retorno de Lacan a Freud con respecto a “La interpretación de los sueños” en su Seminario de 1957-58 dedicado a las Formaciones del Inconsciente. (En especial las clases del 9, 16 y 23 de Abril de 1958.)

El deseo emergerá en pequeños detalles; de ahí la insistencia de Lacan en pesquisarlo, buscarlo entre líneas, donde es menos obvio. Este hincapié en los detalles es muy freudiano… Importa distinguir lo que Lacan llama deseo de lo que normalmente llamarías un “anhelo”. Un anhelo es algo que se quiere conscientemente, mientras que el deseo ha sido proscripto de la conciencia, Freud ya había hecho este distingo en su obra sobre los sueños. Un sueño puede representar un anhelo obvio. Un individuo está en el Polo Norte, muerto de frío y de hambre, y cuando se duerme sueña con un hermoso lecho con dosel y un plato lleno de caviar. Parecería que el sueño realiza su anhelo: tener abrigo y comida. Pero este anhelo no es más que una coartada. Lo que realmente importa es averiguar por qué esa realización del anhelo tomó la forma de un gran lecho con dosel y un plato de caviar.

El deseo equivale al proceso de distorsión que convirtió el anhelo de abrigo y comida en esta imagen particular. Si el día anterior a un examen uno sueña que estando en cierto lugar lo aprueba, es probable que el deseo no se encuentre en la idea de aprobar el examen (ése es el anhelo) sino en el detalle del lugar en cuestión (¿Por qué estaba allí y no en otra partes?)
Darian Leader y Judith Groves. Lacan para principiantes. (1995). Era Naciente SRL.

La búsqueda en estos detalles es considerando que este deseo puede manifestarse por medio del juego de la palabra. Lo anterior no significa que “quiero algo y busco las palabras para expresarlo” sino que es por efecto del mismo lenguaje que se crea una fisura, una disparidad fundamental que es condición, creación y sostén de ese deseo. Recordemos las películas “Bedazzled” (“Un Fausto moderno” y “Al diablo con el Diablo”) en especial su versión original de 1967.

“Stanley Moon, un cocinero de comida rápida en un bar de Wimpy, esta encantado por la hermosa mesera Margaret Spencer. Este amor no correspondido causa que Stanley llegue casi hasta el fin de sus días hasta que es visitado por George Spiggot – el Diablo – que le ofrece a Stanley siete deseos a cambio de su alma. Después de aceptar esta oferta, Stanley pronto descubre “al Diablo en los detalles” mientras cada deseo que pide cambia sorpresivamente a beneficio del ¡mismísimo Maligno!... Bedazzled es una mirada ferozmente divertida sobre la naturaleza del hombre.”
Contraportada del Dvd Bedazzled (1967).
En esta historia de los siete deseos nos encontramos con la construcción del deseo. Lo interesante es que el Diablo le exige al condenado (Stanley o Elliot) que “diga las palabras mágicas”. En el terreno del deseo nos encontramos esta dimensión de nombrarlo, incluso, en voz baja. En inglés se dirá “make a wish”, literalmente “haz un deseo” como si el solo nombrarlo lo hiciera. Cuando pensamos en el correspondiente en castellano, “pide un deseo”, vemos que el deseo será un efecto de una petición (lo que lleva a una re-petición). La relación del deseo con el lenguaje se establece desde la petición (demanda) proveniente del Otro. Como espectadores podemos creer, en “Bedazzled”, que los problemas del protagonista están en que el Diablo le altera los deseos o que no lo enunció correctamente (Dijo rico, poderoso y casado con la chica y el Diablo lo cumplió haciéndolo un famoso Narcotraficante casado con Allison pero ella sin amarlo), sin embargo la maldad de Diablo es cumplirlos al pie de la letra y su perdición está desde el propio momento de creer que una demanda puede ser satisfecha. Finalmente como historia romántica, siendo que lo que se busca es el amor, no es respondiendo cabalmente a las demandas sino “dando lo que no se tiene”, en el contexto de la historia, el alma.

Volvamos a los sueños de “Inception”. En ellos es más evidente que estos detalles del deseo crean escenarios, como lo muestra el papel del arquitecto. Sin embargo, este arquitecto funciona más como artista que como técnico (La Arquitectura como una de las Bellas Artes finalmente), creando así, espacios y cuerpos. El escenario es una de los personajes del sueño como en el cine mismo, esa máquina de sueños compartidos, donde encontramos la función del escenógrafo o el diseñador de arte.

En Lacan, ese escenario es la fantasía - En la lengua francesa, "fantasme" se corresponde con nuestro español "fantasía": "producción de la imaginación por la cual el yo busca escaparse de la influencia de la realidad" (Dictionnaire de la langue francaise), en tanto "fantôme" designa al fantasma como espectro. Lacan usa el término fantasme tanto para referirse a la palabra castellana "fantasía" en su uso coloquial, como para designar el concepto freudiano de fantasía, así como también para nombrar la noción nueva que introduce, y que en castellano usamos los psicoanalistas como "fantasma fundamental". Probablemente la preferencia de los autores lacanianos por el uso de  la palabra fantasma se deba a la influencia recibida por la traducción al castellano del Diccionario de psicoanálisis de J. Laplanche y J.-B. Pontalis. Mabel Fuentes. Fantasma. Artículo en línea. - la Fantasía como la respuesta a la demanda del Otro: ($◊a).

“La Fantasía la definiremos, si les parece, como lo imaginario capturado en cierto uso de significante. Además esto se manifiesta y se observa de forma característica, aunque sólo sea cuando hablamos de las fantasías sádicas, por ejemplo, que desempeñan un papel tan importante en la economía del obsesivo… Nos referimos a escenas, a guiones, en suma – por lo tanto, es algo profundamente articulado en el significante. Pues bien, cada vez que hablamos de fantasía, no hay que olvidar su aspecto de guión o de historia que constituye una dimensión esencial suya… Su característica (de las fantasía inconscientes) es la de ser una relación articulada y siempre compleja, un guión, que puede permanecer latente durante mucho tiempo en un punto determinado del inconsciente, pero sin embargo está organizada – así como un sueño, por ejemplo, sólo se concibe si la función del significante le proporciona su estructura, su consistencia y, al mismo tiempo, su insistencia.”
Jacques Lacan. Clase del 21 de mayo de 1958.


Algo insiste en el sueño por medio de ese montaje de la fantasía. ¿Cómo podemos acceder a su interpretación? Tomemos, como lo hizo Lacan, un ejemplo de Freud presentado en su artículo “Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico” de 1911.

“Pero no hay que dejarse inducir al error de incorporar en las formaciones psíquicas reprimidas la valoración de realidad objetiva y, por ejemplo, menospreciar unas fantasías respecto de la formación de síntoma por cuanto justamente no son realidades efectivas ningunas, o derivar de alguna otra parte un sentimiento de culpa neurótico porque en la realidad efectiva no pueda demostrarse que se cometió un delito. Tenemos la obligación de servirnos de la moneda que predomina en el país que investigamos; en nuestro caso, de la moneda neurótica. Inténtese, por ejemplo, solucionar un sueño como el que sigue. Un hombre, que cuidó a su padre durante su larga y cruel enfermedad letal, informa que en los meses que siguieron a su muerte soñó repetidas veces: El padre estaba de nuevo con vida y hablaba con él como solía. Pero él se sentía en extremo adolorido por el hecho de que el padre estuviese muerto, sólo que no sabía. Ningún otro camino nos lleva a la comprensión de este sueño, que parece absurdo, si no es el agregar «según el deseo del soñante» o «a causa de su deseo» a las palabras «que el padre estuviese muerto», y el añadir «que él [el soñante] lo deseaba» a las últimas palabras. El pensamiento onírico reza entonces: Era para él un doliente recuerdo el haber tenido que desearle la muerte a su padre (como liberación) cuando aún vivía, y cuán espantoso habría sido que el padre lo sospechase. Se trata, pues, del conocido caso de los autorreproches que siguen a la muerte de un deudo querido, y aquí ese reproche se remonta hasta el significado infantil del deseo de muerte contra el padre.”
Sigmund Freud. “Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico” (1911), AE, XII.

Desde un punto de vista freudiano, este “él no lo sabía”, ¿Lo podemos encontrar en “Inception”? Vayamos al texto del sueño, al “relato soñado”. Cobb sueña con su esposa que constantemente se le presenta y “no sabe que está muerta”. Simultáneamente no sabe que Cobb “deseo que muriera” como (diría Freud) “como liberación” . El sueño de Cobb como el proceso de duelo (de “matar a la muerta” diría Darian Leader) para poder volver a encarnar su función paterna y volver a ver a sus hijos como tales y no solo como niños abandonados. Un sueño de culpa que hace del sueño “la escena del crimen”, ¿qué clase de fantasía y discurso tenemos en frente?

LA INCEPCIÓN COMO CRIMEN OBSESIVO

En “Inception”, afortunadamente Nolan vuelve a terrenos conocidos para él y que han dado resultado. Tan así, que incluso su personaje principal Cobb comparte nombre con un personaje de su primer largometraje “Following”, donde “un joven” conoce a un ladrón llamado Cobb que gustaba de alterar la vida de aquellas personas que invadía su casa. La historia está contada con una serie de flasbacks y flashfowards lo que hace que constantemente el espectador tenga que “reconstruir los fragmentos” de la historia para entenderla como saliendo de un laberinto. (En su versión de DVD aparece la opción de verla película de forma lineal, prueba de que los mismos realizadores saben que ese recurso es muy a la Cobb. )

Siguiendo la lógica de Nolan, que en este punto se asemeja a la psicoanalítica, apostemos a la relación entre diferentes planos, o personajes, cuya relación es de tipo especular. Tal como en “The prestigue” o “The Dark Knight”, los dos personajes principales, héroe y villano, son manifestaciones de una misma problemática, funcionando uno como el alter-ego del otro, para empezar con “el algebra Lacaniana”, es la relación entre el moi y el i(a). Por decirlo en otras palabras, en “Inception” la misión es el hombre. Proponemos como respuesta del momento final de la película, donde el espectador duda sobre si fue realidad o un sueño, seguir el camino del protagonista y no importarnos realmente. Más aún, para su interpretación y mayor provecho debemos considerar a toda la historia como un sueño. Si lo hacemos, ¿No sería entonces el personaje del joven heredero Robert Fischer con problemas con un padre decepcionado otro-yo de Cobb en su propio sueño? Por un lado tenemos lo que podemos llamar “La Inception como misión”, generar en la mente del hijo heredero la idea de vender la compañía del padre muerto recientemente. Por el otro, “La Inception como maldición”, el drama del protagonista por la culpa de haber generado en la mente de su esposa la idea que eventualmente hizo que ella se suicidara. Respectivamente, por un lado tenemos esa relación con el alter-ego y por el otro, para completar la escena, encontramos la figura de “La mujer muerta por mi culpa”. (La chica asesinada de Following, La esposa muerta de Memento, La esposa que muere en el truco de magia en The Prestigue y hasta donde no había, hubo, la novia muerta de un de por si culpable Batman.) Como habíamos mencionado antes, la fantasía que aparece en Inception se relaciona con el sueño relatado por Freud, el deseo es de muerte, solo que en este caso, es la Mujer que ha muerto por culpa de Cobb. La diferencia con respecto a las otras películas de Nolan es que esta culpa ahora aparece como obstáculo a encarnar la función paterna por parte de Cobb.

Imaginemos desde el mundo fantástico de la clínica, el caso de un hombre que se divorcia de su esposa y queda con la custodia de los niños. Llega a consulta ya que tiene dificultades para ejercer la autoridad con ellos. No le hacen caso, hacen berrinches ante la frustración, no quieren ir a la escuela, buscan constantemente que les compren juguetes, etc. Cuando intenta regañarlos o frustrarlos se detiene ya que piensa “¡Cómo voy a regañarlos si ya bastante sufren por no tener a su madre a causa del divorcio!, ¡si por mi error les quité a su madre!” Desde la posición de la culpa, el padre no puede reconocerse como tal y le impide ver “a la cara” a sus hijos. A este respecto, tiene que entrar de lleno al mundo de la fantasía, en este caso, el mundo de la frase final sobre las causas del divorcio.

La esperanza es lo último que muere y por lo tanto, mantiene en un estado de no-muerte al muerto, trayendo consigo, la imposibilidad de su duelo, arrojando a la melancolía más extrema. El mecanismo del sueño dentro de un sueño es la distinción de “Inception” con respecto a otras historias sobre el mundo onírico. La sola idea de transitar en el mundo de los sueños es atractiva e interesante, sin embargo, el sueño dentro de un sueño, presenta en su complejidad, problemas que distan de ser solo racionales sino en especial dolientes. En la entrada “Un sueño dentro de un sueño” del ampliamente recomendable blog “Horroris Causa” de Roberto Coria, el autor reconoce tomar el título de “un poema del grandioso Edgar Allan Poe” para enmarcar su aprecio por la película “Inception”.

Un sueño dentro de un sueño
Edgar Allan Poe

¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño.

Frente a la mar rugiente
que castiga esta rompiente
tengo en la palma apretada
granos de arena dorada.
¡Son pocos! Y en un momento
se me escurren y yo siento
surgir en mí este lamento:
¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo
retenerlos en mis dedos?
¡Oh Dios! ¡Si yo pudiera
salvar uno de la marea!
¿Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño?


Coria menciona que el poema muestra que “la esencia del horror se encuentra en despertar una mañana y no saber si te encuentras en el mundo real o si todo es un juego de tu mente”. Coincidimos en que dicha experiencia es angustiante y lacerante pero, leyendo a detalle, nos parece que la esencia del poema es con respecto a la experiencia maldita de Poe, que se manifiesta en otros poemas por ejemplo su célebre “Cuervo”, sobre el sufrimiento melancólico de esperanzarse de tener a alguien y darse cuenta que la ha perdido. Por ejemplo, en el mencionado “Cuervo”, a la Žižek, hagamos la pregunta más estúpida ¿Por qué habla un cuervo? (¿Es cruza de cotorro? La solo idea es chistosa como la parodia de los Simpsons) “Eso” le habla (La relación lacaniana entre A - i(a)) y, cuando recuerda a su amada perdida tratando de convencerse que estarán juntos de nuevo, el “pico del cuervo ataca su corazón” con las palabras del cruel recordatorio “Nunca más”. Así, “Hasta nuestro último empeño es sólo un sueño dentro de un sueño”. Esas palabras crueles como castigo divino también dejan un rastro, así como “donde lloran está el muerto”, donde hay castigo ¿cuál fue el crimen?

La anterior dinámica nos recuerda la idea de esperanza y castigo de esperar/desear que algo llegue. Imaginemos que un chico está esperando que llegue la novia. Comienza a pensar: “Ojalá y ya llegue”. En eso, otra idea emerge “No desees que llegue porque así no va a llegar, mejor desea que ojalá no llegue para que entonces si llegue”. El chico entonces comienza a pensar “ojalá NO llegue” solo para provocar que ahora la idea emergente le diga “dices que no llegue esperando que si llegue, entonces no funciona” por lo que el chico comienza a pensar que ojalá si llegue, solo para volver a empezar.

“¿Es necesario insistir sobre el carácter de anulación verbal, de carácter verbal que va a partir de la estructura de la obsesión misma? Sabemos que lo que trace a la esencia y el poder fenomenológicamente angustiante para el sujeto es esto: una destrucción verbal por el verbo y por el significante. El sujeto se encuentra preso de lo que se llama destrucción, denominación mágica —no sé porque— y no simplemente verbal. Mágica destrucción del otro dada por la estructura propia del síntoma. Esto nos introduce a una fenomenología esencial a recorrer para comprender su necesidad.” Jacques Lacan Clase del 18 de Junio de 1958


Otra necesidad anímica común a los enfermos obsesivos que tiene cierto parentesco con la recién mencionada, y cuya persecución nos lleva a las profundidades del estudio de las pulsiones, es la de la incertidumbre en la vida, o de la duda. La producción de la incertidumbre es uno de los métodos que emplea la neurosis para sacar al enfermo de la realidad y aislarlo del mundo, lo cual constituye, por cierto, la tendencia de toda perturbación psiconeurótica. También aquí es harto nítido lo mucho que los enfermos ponen de sí para esquivar una certidumbre y poder aferrarse a una duda; y hasta en algunos esa tendencia encuentra viva expresión en su aversión a... los relojes, que por lo menos certifican las marcas del tiempo, así como en todos los artificios que ejecutan inconscientemente para volver inocuo cualquier instrumento que excluya la duda.
Sigmund Freud. A propósito de un caso de neurosis obsesiva (1909). AE. X.
Lo que Freud encuentra en la clínica de la obsesión es que esa condición maldita de la incertidumbre es similar al objeto temido del fóbico, es algo que lo atormenta y mantiene, rehúye y busca, le gusta pero le asusta. Así resumimos los temas de Coria en 1) Culpa (que nos parece incluye crimen, memoria y límites) 2) Héroe y 3) Enfrentamiento con alter-ego (Dualidad).

Lo anterior nos lleva a lo propuesto por Lacan en el llamado circuito obsesivo de su grafo del Deseo:


“… para el obsesivo, el circuito es algo así.



El temor de hacerle daño al Otro con pensamientos, que es lo mismo que decir palabras, pues son pensamientos hablados, nos introduce a toda una fenomenología que convendría estudiar bastante detenidamente. No sé si se han interesado ustedes alguna vez en el tema de la blasfemia. Es una muy buena introducción a la obsesión verbal. ¿Qué es blasfemar?... Digamos que la blasfemia provoca la caída de un significante eminente que, por decirlo así, se trata de ver a qué nivel de la autorización significante se sitúa. Este significante está en relación con aquel significante supremo llamado el Padre...

El obsesivo es un hombre que vive en el significante sólidamente instalado, no hay nada que temer, ese significante le es suficiente para preservar la dimensión del otro, pero una dimensión un tanto idolatrada y su esquema nos da el tema que les recuerdo de "El hombre de las ratas"… Para el obsesivo eso se detiene allí. La palabra plena en la que se articula el enganche del sujeto en una relación fundamental con el otro, no puede acabarse, sino por una especie de repetición. Un humorista la hacía surgir del famoso "To be or not...", y el tipo se agarraba la cabeza para continuar: "To be or not... to be or not...". Es repitiendo que él encuentra al fin de la frase: "Tu eres aquel que me... Tu eres aquel que me... Tu eres aquel que me mates".”
Jacques Lacan. El Seminario de Jacques Lacan. LIBRO 5. LAS FORMACIONES DEL INCONSCIENTE. Clase 27. Los Circuitos del Deseo. Del 18 de Junio de 1958. Paidos editores. Pág. 479.

¿Qué aporta Inception a esta “pequeña teoría sobre la blasfemia” de Lacan? El sujeto construye un yo mediano/mediador (m) entre “Eso que Habla” (A) (El Padre en el ejemplo de la blasfemia) y la imagen especular del otro (i(a)), el alter-ego. En la fantasía obsesiva el sujeto se toma el lugar de ese Héroe trágico que se espejea con ese Villano alter-ego que le avienta a la cara la relación de Culpa/Crimen con el gran Otro.

En Inception es la historia del joven heredero del padre moribundo que estaba decepcionado. El hijo está sufriendo, pero, en un sueño como el relatado por Freud, el deseo es la muerte del padre, ahí su carácter de Blasfemia. Finalmente, el padre morirá y el hijo se quedará con lo suyo. Freud y Lacan nos recuerdan que en la construcción edípica del Obsesivo no está la frustración de no ser lo suficiente para el objeto de amor como en el caso de la Histérica sino la deuda que genera el si haber sido más que suficiente. La culpa de haber sido más que papá en el juego edípico, como en el caso freudiano la “pena ajena” frente al padre que no sabe que está muerto. En espejo, vemos a Cobb, el gran ladrón, elaborando la culpa en medio de su Mujer que no sabe que está muerta y la otra-mujer arquitecto, reflejo de él mismo.

Sin embargo Inception se distingue de otras películas de Nolan ya que ahora si vemos una solución (como esperamos también se dé en la historia de Batman que quedó con la culpa en los talones, una mujer que él no sabe que no lo amaba y un padre-Ley que no quiere saber que está muerto en la mentira de Gordon. Bati-cinamos que quién le ayude a salir de este laberinto sea el Acertijo). El crimen es la incepción, haber hecho algo (deseo algo) hacia el otro que hiciera que lo destituyera de su lugar como una forma de elaborar el enigma del deseo del Otro. Como lo menciona Paul Verhaeghe:

“Lo que el obsesivo percibe como éxito (al satisfacerle todo al otro edípico) siempre es sentido como un exceso, causando angustia y culpa. Aquí, el sentimiento de culpa es una manera de elaborar la angustia, al traducir la angustia en culpa crea la ilusión de control (“Si tan solo no hubiera hecho esto, aquello no hubiera pasado”)… El espiral sintomático comienza con darle vueltas a algo, autoreproches, y el consecuente sentimiento de culpa. Los auto-reproches son una expresión de la tendencia a la separación: el otro no puede reprocharle nada al obsesivo; el sujeto se hará cargo de sí mismo… Esto pronto traerá consigo los pensamientos obsesivos, siempre experimentados por el paciente como intrusivos y parasitarios.”
 Paul Verhaeghe. On being normal and other disorders. (2008). Pág. 389.

La culpa es una elaboración de la demanda del Otro y una respuesta al enigma de su deseo. Inception nos muestra que ese enigma en dos temas básicos para el sujeto. El enigma del deseo del Padre que se resuelve con “Padre, te he decepcionado” además del enigma del deseo de La Mujer que se resuelve con “Ella se suicidó por mi culpa”. La culpa establece la ilusión de control, pero controlar qué, controla el enigma del deseo del Otro: “No es que ni el o ella sepa que desea en mi sino que yo lo respondí exageradamente mal”. En el grafo lacaniano lo vemos en el circuito ($◊D), la relación del sujeto en falta con la Demanda del Otro, d, deseo, y ($◊a) escenario que constituye la fantasía. Lacan lo relaciona con El Padre en su ejemplo de la blasfemia, lo que Inception nos recuerda es lo abordado por Lacan para el final de su obra, que La Mujer es uno de “los nombres del padre”.

La solución de Inception es similar a la propuesta psicoanalítica de atravesar la fantasía. Sueño dentro de sueño dentro de sueño para llegar al mundo donde está la esposa muerta y pasar de la culpa al reconocimiento del enigma en el Otro: “Cobb: “te extraño más de lo que puedo soportar (más que nada en el mundo), pero tuvimos nuestro tiempo juntos. Ahora tengo que dejarte ir”. La deuda impagable que uno tiene con quien nos separamos amorosamente queda justamente impagable, el objeto a, causa de deseo; un objeto que no es un hoyo que se puede llenar sino un agujero, un vacío. Simultáneamente, la deuda impagable con el deseo del padre (¿está o no está decepcionado?) se soluciona no negando la fantasía sino atravesándola: Si está decepcionado, ¿Cómo se paga eso? ¿Siendo lo que él fue o quiso ser? No, pues sería sostener la ilusión de completar la demanda del Otro. La solución es no decepcionarlo haciendo algo con el vacío del propio deseo como padre, es decir, la mejor forma de honrar al padre es, en lugar de saldar sus deudas, realizando algo con la falta que constituye mi deseo. Lo anterior nos recuerda el cuento de Tolstoi que le sirvió de solución en la fantasía de Bertha Pappenheim (la célebre Anna O.)

“Durante una tormenta, un nido de pájaros corría peligro de quedar bajo las aguas. El padre iba poner a sus hijos a salvo, uno por uno. Mientras volaba sobre la correntada, sosteniendo cuidadosamente entre sus garras al primero de los pequeños, le dijo: “Mira lo que estoy haciendo para salvarte; ¿harás lo mismo por mí cuando este viejo y débil?” “Por supuesto que lo haré”, replicó el pichón. Ante lo cual el padre lo dejó caer mientras comentaba: “No hay que salvar a un mentiroso”. Lo mismo ocurrió con el siguiente. Cuando le hizo la misma pregunta al tercero y último, la respuesta fue: “Querido papá, no puedo prometértelo, pero sí te prometo que lo haré para salvar a mis propios pichones”. Innecesario es decir que el padre salvó a este pequeño”. La figura paterna se salva porque no tiene que ser salvada. El significante que establece esa función ha sido transferido a la generación siguiente.”
Paul Verhaeghe. ¿Existe la mujer? De la histérica de Freud a lo femenino en Lacan. (1997) Editorial Paidos. Pág. 221
Al final, Cobb lo logra. Finalmente puede saldar las culpas y volver a casa. Cobb vuelve con sus hijos y los ve a la cara en una escena interesante ya que el mismo espectador puede sentir como pasamos de percibir a los hijoa de Cobb de “niño solos jugando en la playa” a justamente “los niños de Cobb”; de niños mistificados/victimizados por la culpa (¡Las criaturas!) a niños donde me reconozco (¡Mis criaturas!). Ya que hablamos de objetos mistificados por culpa, esa es nuestra lectura del mentado Tótem, ese objeto fetichizado (¡No lo toques que le quitas su magia!) como el orden excesivo del obsesivo que llegar como intento de solución a la duda (en este caso de saber si esta soñando o en la realidad). El Tótem tiene una larga tradición en el psicoanálisis donde su presencia y mantenimiento es la prueba de una culpa, el asesinato del padre. De ahí uno de los rasgos más interesantes de los intelectuales obsesivos, la superstición. El formato que se repite con la superstición es el crimen y castigo descrito antes. Si rompes un espejo (signo de vanidad) entonces 7 años de mala suerte. Lo interesante es que el obsesivo se sirve de esta superstición siendo blasfemo, manteniendo el “yo no creo en esas cosas, pero ¿y si si?” Lo que lo hace provocar esas mismas tragedias.


Afortunadamente Cobb ya no lo necesita. La escena final contiene una liberación. Cobb deja girando su Tótem en la mesa. Voltea a ver a sus hijos y, en lugar de comprobar su es un sueño o realidad, lo deja girando y va a abrazar a sus hijos. Después de todo, nunca se sabe del todo si se está siendo un buen padre.




Pongámonos obsesivos al racionalizar sobre las características de este discurso. Nos auxiliamos de quién consideramos hace un mejor análisis del cine de Nolan en general y la película de Inception en particular, el mencionado “investigador en literatura y cine fantástico que en sus ratos libres es perito en Arte Forense de la Procuraduría General del DF” (como el mismo se reconoce) Roberto Coria. En su reciente post intenta responder la pregunta “¿Podemos hablar de un cine Nolaniano?” llegando a los siguientes temas recurrentes en el cine del autor de Inception: 1)La culpa 2) La obsesión 3)La memoria 4) El crimen 5) Los límites 6) La dualidad 7) El heroísmo. Es aquí donde el cine ilumina la clínica psicoanalítica al añadir como un objeto presente en esos temas lo mencionado por el propio Coria en una entrada antes mencionada, donde reconoce como “la esencia del terror”, la incertidumbre. En la clínica, lo anterior es el punto central de la trama de las fantasías que dan forma a los síntomas de los neuróticos obsesivos.