martes, enero 01, 2008


“You are the music in me”
Musicales e ideología: una historia de amor


Uno de los géneros cinematográficos célebre en otros tiempos y en resurgimiento actualmente es el de los musicales. Así como en los musicales teatrales, el cine brinda al desarrollo de una historia a través de la música una serie de elementos que el entarimado no puede. Como cinémano o cinerasta, los musicales son especiales de apreciar ya que más francamente explotan la manufactura del cine. Es bien conocido que muchas personas simplemente no soportan los musicales y es justamente ahí, en la producción de un síntoma, donde recomendamos dirigir nuestro análisis. En cierta ocasión estando en el cine, una persona a unas cuantas butacas atrás de mí, soltaba expresiones de incredulidad y risa en algunos momentos clave de un musical. Los momentos que lo incomodaban era cuando la narrativa cambiaba. Por ejemplo, en una escena los protagonistas están platicando en la calle frente a un edificio. Mientras platican, al fondo se ven distintos transeúntes (mujeres y hombres dirigiéndose al trabajo). De repente, empieza la canción en el diálogo de los protagonistas y el aparente tránsito azaroso de personas se reorganiza en una coreografía donde las antes “personas comunes que pasan por la calle” forman parte de un cuerpo de baile y coros que siguen la canción. Lo interesante de este momento de cambio de narrativa (que incluso algunas personas se molestan diciendo “¡Ah! ¡Ya viene otra canción!”) es que dicho cambio en la manufactura cinematográfica esta solo a nivel del espectador. Más que alterar la historia, se adentró en la misma. Tal pareciera que los personajes solo “dicen la verdad” en las canciones. Vayamos más lejos, para el propio cineasta esos momentos es cuando más queda clara su relación con la función del coreógrafo y el personaje que constituye la música. Volviendo al ejemplo de la persona que le producía risa el ver como “todos cantan y bailan como si lo tuvieran ensayado” lo no advertido es que en el cine siempre está coreografiado. La imagen que recordamos es la de la película de Peter Weir “The Truman Show”, donde los extras que forman parte del pueblo ficticio en cierto momento se quedan extáticos a la orden del director de escena.

Así llegamos a uno de los errores más comunes en el género de los musicales, pensarlo no como un género sino como una “película con canciones”. Como si la película se viera interrumpida por los diversos números musicales. Su opuesto exacto es igual de erróneo, que lo importante fueran las canciones y se tiene que inventar una historia ridícula que sostenga la serie de canciones pegajosas.

“Is there anybody going to listen to my story…?”

Al ver en cine la película de Julie Taymor “A través del Universo” (Across the universe, EUA, 2007) este error de pensar un musical como “película con canciones” es más palpable, desgraciadamente por parte de los distribuidores. Para entrar a detalle requerimos de contexto por lo que citamos una sinopsis de la película:

“Fantasía musical basada en canciones de Beatles, situada a finales de los años sesenta entre Inglaterra y los Estados Unidos. La historia de amor entre Jude y Lucy ocurre en la era antibélica y protestas sociales de la época. Además de las nuevas versiones de las canciones del cuarteto de Liverpool, el filme esta lleno de homenajes y referencias a anteriores filmes del grupo, con el añadido de varios cameos interesantes.”[1]

Mi queja de la forma de distribuir “A través del Universo” no se reduce al hecho de clasificarla como “cine de arte” sino a la manera de subtitularla. No me refiero a la traducción sino a lo que consideraron subtitulable de la película los distribuidores en nuestro país. Por ejemplo, uno de los personajes comienza a cantar “Hey Jude, don´t take it bad, take a sad song and make it better…”, mientras, los subtítulos nos dicen “Hey Jude, no lo tomes mal, has de una canción triste algo mejor…” La canción continúa pero ya no aparecen los subtítulos. Muchos correligionarios beatleros me dirán “¡Esta bien! ¿Para qué la traducen si así esta mejor? Nos sabemos la canción y los que no son fans pues que no la vean o simplemente disfruten la canción”. Pero este razonamiento nos aleja de la propuesta cinematográfica de mayor homenaje a The Beatles, al no considerarlos algo más que una serie de canciones. El problema de la suspensión del subtitulaje a la segunda estrofa de la canción es justamente tratarla solo como canción y no como narración, como diálogo; justamente siendo esto la aportación de la visión de Julie Taymor. Utilicemos frases de publicistas: La propuesta de Taymor hace que los que no conozcan la música de The Beatles la descubran y los que la conocen demasiado bien la redescubran.

¿Cuál es la propuesta del filme? La misma Julie Taymor lo menciona así en una entrevista:

“Todo está inspirado en la música; obviamente la letra, los personajes y las melodías fueron la base para encontrar los distintos escenarios que utilizamos… cuando lo estudié (el primer tratamiento del guión), decidí agregarle todo ese tumulto social de los sesenta, que es algo que para mi está implícito en los Beatles; de hecho es en gran medida, una de las fuentes de inspiración que ellos utilizaron para escribir muchas de sus canciones.”[2]

Taymor nos lleva a una hipótesis interesante: no habrá un mejor género cinematográfico para hablar de política, y cosas peores, que los musicales. Cualquier artista de teatro lo sabe, el género más desgastante son los musicales, solo que nuestra hipótesis nos permite decir que parte de ese desgastes es que en cuerpo y alma son parte de un todo que funciona como una sociedad utópica con un dictador de fondo, es decir, es un género totalitario. El mismo Zizek hace esta relación entre ideología política y musicales al recordar que éstos eran el tipo de películas preferidas por José Stalin[3]. El ejemplo más ridículo que se nos ocurre de primera instancia es “Los productores” de Mel Brooks, donde al producir el peor de todos los musicales eligen “Primavera para Hitler”, paradójicamente resultando un éxito. Cuando hablamos de política nos referimos a la ideología que sostiene una determinada sociedad, con sus reglas escritas pero sobre todo con las no escritas.

El acierto de Taymor es más palpable, a juicio personal, en tres momentos. En el primero, Max, el amigo desobligado de Jude, es reclutado por el ejército de los Estados Unidos para ir a luchar en Vietnam. Max llega a centro de reclutamiento y se detiene ante la imagen del Tío Sam que comienza a decirle/cantarle “I want you, I want you so bad. I want you, it’s driving me mad, it’s driving me mad”. Vemos como Max esta siendo inspeccionado y adiestrado para el ejercito, finalmente le ponen su uniforme y sus botas y lo mandan a Vietnam, en ese momento la letra cambia a “She is so heavy” cuando a cuadro vemos a Max y otros jóvenes como él cargando la estatua de la Libertad entre la jungla Vietnamita. Taymor hace de la canción del último álbum de la de The Beatles Abbey Road un manifiesto antibélico que permite diversas lecturas. Hagamos la pregunta estúpida, ¿Pensaban The Beatles en el Tío Sam cuando la compusieron? Esperemos que no. “A través del Universo” nos revela lo irrelevante de la pregunta ya que como el cineasta Einsenstein mencionó, en el cine 1 + 1 es igual a 3; ésta es la lección al psicoanálisis. “A través del Universo” hace un manifiesto antibélico ahora, no de los sesentas. Los otros dos momentos son los que se refieren a “Strawberry fields forever” y “Happiness is a Warm Gun” que dejaremos por el momento para que el amable lector pueda verlas. Los anteriores ejemplos nos llevan a cercar el análisis no solo en dos elementos en relación, musicales e ideología, sino que además podemos agregarle el subtitulo que hable de la misma relación: una historia de amor.

“You are the music in me”

Un nuevo impulso tienen los musicales con el triunfo mundial de la película para la televisión Disney’s “High School Musical”. Sigamos con nuestra hipótesis de la relación entre los musicales y la ideología. High School Musical es la historia de Troy y Gabriela; él líder del equipo de básquetbol y ella la chica nueva en la escuela que es prodigio en ciencias. Son de mundo desiguales por lo que en un musical solo puede significar que se enamorarán. Pero justamente lo que los une, los unió desde un principio (y para siempre) es la música. Juntos desafían las convenciones de la sociedad (en este caso la High School) para ser pareja en el musical que se esta montando, claro, sin descuidar el básquetbol y las ciencias.

Reconozco que por su excesiva popularidad entre los adolescentes y preadolescentes no estaba enterado de este fenómeno musical. Agradezco a mis sobrinas que tuvieron a bien hacerme una pregunta “¿qué es el status quo?” Mi sorpresa fue que el contexto de ese concepto que para ellas fue una canción que reconozco como el centro ideológico en que gira la historia de los Wildcats de la East High School de Albuquerque. El mensaje de la cinta pretende ser de tolerancia, en contra de la discriminación lo que se desnuda como la principal preocupación en la ideología neoliberal norteamericana. ¿Cómo se llega a esa preocupación? Es decir, ¿cómo se llega a este nuevo status quo? Lo que el musical dice-canta a todo pulmón es un nuevo status quo, ser tolerante. El único problema es que para lograra semejante mensaje tiene que irse a los estereotipos. Para presentar la coreografía tiene que vestirse exageradamente a los personajes. Los deportistas, los nerds, los patinemos, los drama-queens (y en la segunda parte, todavía más capitalista, los ricos y los pobres) son enfrentados entre si. Aún y cuando se rescata las figuras paternas encarnadas en el padre-entrenador de básquetbol y la maestra teatral y dramática, los adultos no son quienes realmente se interponen en la relación que altera el orden de la sociedad.

Así como la ideología esta implícita en las canciones de amor de “A través del universo”, el amor es el implícito en las canciones ideológicas de “High School Musical”. Cuando Troy y Gabriela habla de lo que “quieren hacer juntos” una bella disimulación se enuncia en el “ser ellos mismo al cantar en el musical”. Tal vez eso es lo que falta por explorar en los tiempos de la tolerancia, ¿cómo se las arregla el amor con esta ideología?







[1] Revista CINEMANIA “El cine hecho revista” Año doce # 134. Noviembre 2007.
[2] Revista CINEMANIA “El cine hecho revista” “Julie Taymor: Her majesty” Año doce # 134. Noviembre 2007. Pag. 50.
[3] The Pervert’s guide to cinema: part 3. (2006) Dir Sophie Fiennes.

11 comentarios:

Xochitzin dijo...

Cher Héctor,
En verdad te Felicito* el buen inicio de año, con un escrito por demás elocuente al amor a través de la música.

Justo el día de ayer el tema de la música y el amor, aderezado de locura por apasionamiento, era un tema a tratar cuando lo estaba viendo en la película "Copying Beethoven" (2006) cuando el maestro describe que es la música para él, y por supuesto su conexión con Dios (el gran Otro) a través de esta. Definirse a partir del objeto de amor, es todo un boleto aunque el maestro se fusionó con su objeto de tal suerte que era llamado la bestia.. pero bueno ese no es el punto que te quiero comentar sino la definición misma de música..."como el puente entre las almas, la voz de Dios llamando a los hombres" en sí el lenguaje de los hombres buscando al amor (un tipo muy escurridizo, que le puedo decir).

Creo que en tu ensayo es muy claro al hablar solo de musicales, pero el título es muy prometedor para seguir más pistas, me llamó la atención que no citas directamente a ningún maestro, ni al buen Žižek solo a su obra, lo que lo leo como un inicio de tenerlos incorporados y asumir tu papel de maestro..no reparo en Felicitarte por ello.

Lamento compartir el síntoma de la abominación por los musicales... bueno solo he aguantado algunos por ser en vivo y gracias a la compañía** pero en pantalla no tengo el menor recato en rechazarlos. Sin embargo la obra que te arrancó un suspiro “A través del Universo” es una uva más en mi copa de este 2008.

Tu est mon inspiration et la musique de ma vie. “You are the music in me”

*Y con F mayúscula
**Hay ciertos sin-tomas que más vale acompañado al menos por uno

Hector Mendoza dijo...

Xóchitl, muchas gracias por tu certero comentario, tan certero que me impacto de tal modo que tarde en poder contestar. Me siento excesivamente expuesto con lo que dices de no citar al maestro y quiero pensar que es por el proceso de no hacer responsable a los demás por lo que sale de mi boca. Te lo agradezco profundamente.

Ricardo Rodríguez dijo...

Qué tal Héctor:

Ricardo Rodríguez dijo...

Primero que nada,te debo una disculpa por el doble posteo, un pequeño accidente.

Siguiendo, quiero agradecerte por el tiempo que te tomas en escribir tus articulos ya que son muy amenos y de mucho interés para mí, que me describo como un aficionado al psicoanálisis.

Te comento que he leído tu blog por completo y que de todos los articulos que he visto, por mis evidentes limitaciones teóricas y de conocimiento en la materia, éste último es el que más fácil me ha parececido asimilar, ya que los ejemplos dados me parecen que están cuidadosamente elegidos para presentarse a gente que, como yo, no cuenta con las bases como para comprender teorías más complejas.

Sin embargo, uno de los aspectos que tu blog me ha sabido despertar (si se me permite decir que un blog puede "saber") es el deseo de conocer más sobre las teorías que expones, preguntando y haciendome preguntas que puedan llevarme si no a respuestas, a planteamientos que me permitan aprender.

Te repito, gracias por tu tiempo, y gracias también por exponer las cosas de una manera tal, que hasta yo puedo disfrutarlas.

¡Saludos!

Anónimo dijo...

hola,
hasta hace poco me habia perdido la oportunidad de disfrutar lo escrito por usted, cosa que lamento pero al mismo tiempo considero que fue oportuno.
Me parece muy interesante y por ello lo felicito.

Soy una de esas personas a las que les inquieta de sobremanera la aparicion de los musicales en las peliculas; hace poco vi una de esas peliculas comprobando ésto una vez mas.Quizas por lo que implica el hecho de en verdad creer que en las peliculas pasa tal o cual cosa de manera fortuita, considero ésto una forma de ejercer cierto control del expectador hacia la pelicula hacia lo que ve. En cambio al aparecer una canción es como si en verdad el expectador fuera el unico que no sabe lo que pasará.

Por otra parte su escrito me dejo una sensación muy satisfactoria ya que abre lineas de conocimiento a trabajar,cosa que se le agradece.

saluditos!!!

Hector Mendoza dijo...

Estimado Ricardo, le agradezco su tiempo e interes por los escritos en el blog. Le confieso que es hasta estos últimos escritos que lo ameno es tambien para mi y que se da la sensación de mayor claridad es porque asi lo es para mi. Finalmente cuando alguien escribe la complejidad o claridad es solo para el propio autor que, como en la sesión de analisis, recibe su propio discuros invertido cuando le habla a su analista. Así, gracias a los comentarios de las personas que han leido el blog, es que siento que puedo expresarme más en confianza; lo que exige una confesión adicional, la no utilización ciertas citas densas de los teoricos en este ultimo, esa aparente no referencia, es solo porque "sé que ahí hay algo importante aunque no sé exactamente qué es". Sigo sin saberlo del todo pero minimo es más divertido.

Hector Mendoza dijo...

Estimada Boguita, aprovecho su amable comentario para ampliar algo del musical de Disney High School Musical y es doble caracter. Por un lado esto que comenta sobre ejercer el control es más claro en los detras de cámara donde el coreografo Ortega hace los movimientos "juveniles" para los protagonistas. Otro aspecto interesante es la doble versión del tema principal; una cantada por la pareja protagonica (enamorados buenos) y la otra por la antagonica (hermanos malos), la interpretación debe recaer en que ambos resultan igual de encantadores de tal forma que presentan los dos aspectos de fluctuación de la adolescencia. Gracias por su comentario que espero no se el último.

Anónimo dijo...

no vi la de across the universe, por una cosa o por otra,.. lo que me llamaba la atencion de la pelicula era algunas de las versiones de las canciones. .

alcanze a escuchar la de...
Girl...
sssssssssssssssssss!!
creo que asi inicia la pelicula.. y me gusto.,
no tuve la oportunidad de verla, ni analizar todos esos puntos,
la rento o la compro pirata, jajajaja
no no no no es cierto perdoonenme por favooorrrss!!

y te cuento que me parecio...

p.d. hector, de pura casualidad, no habras escuchado por ahi.. si viene mccartney este año a monterrey???

Anónimo dijo...

Hola!
Me ha gustado mucho el escrito por tratarse de los musicales, este fin de semana tuve la oportunidad de ver el musical “Sweeney Todd” de Tim Burton, acompañada por unas amigas, y la verdad que batalle en convencer a una de ellas de que me acompañara.. recuerdo tal cual su comentario.. “Mariel, tu película es un musical, no lo voy a aguantar!”, de ahí que estuve de acuerdo con usted que existe la producción de un síntoma respecto a esto. Al salir de la película mi amiga me dijo “Bueno, creí que sería peor!”, muy cierto que pocas personas aguantan un musical como “Hairspray” o High School Musical”, donde esta cargado de tanto brillo y bailes. Pero yo creo que Tim Burton logra adaptar y dejar muy en claro que es un género y no una simple “película con canciones”. A veces se da esta confusión por la cantidad irrepetible de veces que uno llega a ver la película, por ejemplo la casa Disney o Disney Channel pasa la película High School Musical en sus múltiples versiones, de dos a tres veces en un mes, sin hablar de cuando se estreno que la pasaban cada fin de semana, es ahí cuando el fenómeno de repetición aparece y ya sólo esperas las partes en dónde cantan, y le quitan ese valor a todo lo demás de la película, aunque bien si eres fan llegas incluso a aprenderte los diálogos.
He olvidado el punto hacia el cual mi comentario se dirigía… cosa que no es extraña, así que lo único que me queda es felicitarlo por su escrito que como muchos notaron no tiene citas, y una última observación, usted dice no haber estado enterado del fenómeno High School Musical (siendo este tan grande e internacional), pero sin embargo conoce los más mínimos detalles, como que la East High School se encuentra en Albuquerque o que las mascotas son los Wildcats, quiero pensar que se informo con sus sobrinas o bien busco información acerca de ello, o por qué no, que vio la película, por eso una vez más lo felicito porque no se cierra a cierto tipo de información, sino que abre la puerta a más cosas. Y aprovechando aquí el espacio le recomiendo que vea la película de Sweeney Todd, en mi opinión es muy buena.. quizá da la posibilidad de un análisis..
Saludos! =)

Anónimo dijo...

aaah y volviendo a lo de mi amiga.. salió cantando del cine!! Pero cómo son los síntomas verdad??! jajaja no vaya usted a creer que me gusta analizar a mis amigos a diestra y siniestra.. pero la profesión se lleva en la sangre.. =)

Hector Mendoza dijo...

Estimada Mariel, mil gracias por su comentario. Realmente después de los comentarios de mis sobrinas claro que vi las dos películas con sus detrás de cámaras y sus juegos de video-kareoke. Me parace que es necesario no cerrarse a algo popular ya que como bien lo sabia Freud eso esescuchar al sujeto. Tampoco estoy diciendo con esto como lamento "lo que tengo que hacer por mi profesión" sino seguir las pistas del encanto. Soy fan de Tim Burton por lo que le aseguro que escribiré algo al respecto y aprovecharé para subir algo que ya tengo con respecto a Batman regresa, El extraño mundo de Jack y El cadaver de la novia sobre el tema del Cuerpo de La Mujer fragmentada. Gracias por su comentario tan libre.