Kung Fu Panda
El ingrediente secreto de la paternidadKung Fu Panda lo dice muy claramente, el problema actual en los niños y sus familias es la creencia. La anécdota del Panda Panzón que es electo como poderoso “Guerrero Dragón” cuando no solo no está en forma atlética sino no saber nada del arte del Kung Fu, en su centro está una enseñanza que a veces parece pasada de moda: creer en uno mismo, poder alcanzar sus sueños. Sin embargo, la historia que puede parecer a primera vista como sencilla y clásica (El héroe que tiene que buscar en su interior para salir triunfante) tiene detalles que la hacen particular para nuestros tiempos. Estos pequeños detalles llegan como un intento de solución a los problemas actuales en la niñez y la juventud. En el presente escrito, por motivos clínicos nos concentraremos en diversas enseñanzas que los maestros del kung fu pandezco no proporcionan en términos de la familia, ya que no podemos negar que es una película familiar.
Podemos imaginar que los animadores de dreamworks partieron de la premisa de lo atractivo del personaje. El título Kung Fu Panda lo dice todo. El chiste se hace presente si recordamos que más le gustaba a Freud al respecto “el chiste es como una sacerdote que una en matrimonio una pareja imposible”. En este caso el arte marcial chino del Kung Fu y el otro emblema de esa “tierra que está en medio”, el Panda. Más aún, los guionistas decidieron que ese Panda, al más puro estilo de Karate Kid y Rocky (ambos del mismo director), pasara del perdedor (Daniel el joven flacucho, Rocky Balboa el vago de segunda) al máximo galardón (El torneo de karate de los valles y el campeonato de pesos pesados respectivamente). ¿Cuál es galardón en Kung Fu Panda? ¿Ser el guerrero dragón? No, ya que desde el inicio de la cinta lo logra, sino prepararse para cumplir la profecía que indica que ante el peligro del villano Tai Lung solo el guerrero Dragón lo podrá vencer utilizando el rollo del Dragón el cual le dará el poder ilimitado. Aún y cuando vemos las similitudes con las otras películas mencionadas arriba el pequeño giro de la introducción de un objeto hace que cambie la jugada.
El rollo del maestro¿Cómo llega a ser Po, este panda panzón que trabaja en la tienda de fideos de su padre, el guerrero dragón? El gran maestro tortuga Ogway siente que es el tiempo de elegir al guerrero dragón ante el escape del terrible villano Tai Lung por lo que se lo comunica al maestro Shifu, quien a su vez a estado entrenando a cinco guerreros con tal motivo. El primer título que se me ocurrió para este escrito fue “las enseñanzas del maestro Ogway” ya que ese personaje se lleva las líneas más filosóficas de la película como la que le dirige a Shifu cuando éste, al saber del escape de Tai Lung, da indicaciones para reforzar la prisión: “Es común que el camino hacia nuestro destino es aquel que tomamos para evitarlo”; frase que brinda un luz que inquieta en estos tiempos de la búsqueda desesperada por la prevención, más allá de la atención.
Uno de los aciertos de la historia es lo que se juega a nivel del Padre de Po. Uno de los primeros chistes de la película es la presentación de ese padre dueño del restaurante de fideos. Po cae al tratar de bajar las escaleras de su casa. Una sombra que semeja un oso panda esta frente a él y Po le llama Papá. La cámara voltea para revelar a un pequeño ganso cargando unas vasijas de la cocina. El padre de Po es el orgulloso propietario de ese establecimiento de fideos (que heredó de su ganso padre, éste a su vez de su padre y éste le ganó a otro en el juego) y espera que su hijo Po esté listo para hacerse cargo del negocio. El chiste está en lo extraño de la situación. Los animadores buscaron que nos sorprendiéramos ya que fácilmente en las historias con animales un pato puede ser papá de un oso si los tomamos como representaciones simbólicas como lo abordó Bruno Bettleheim en su célebre “psicoanálisis de los cuentos de hadas”. Aquí, nos hacen creer que es un panda padre para después mostrarnos que es un ganso padre.
En el momento climático de la historia, Po se resigna a huir de Tai Lung al no sentir que es el guerrero dragón, se da un diálogo con su padre ganso. En un momento del diálogo donde el padre lamenta que “las cosas no le hayan salido como esperaba”, Po le dice a su padre “Sabes, a veces siento como si no fuera tu hijo”. El padre de Po responde “Es tiempo que te diga un secreto…el ingrediente secreto de mi sopa de ingrediente secreto”. Esa escena se lleva una buena risa por parte de la amable audiencia ya que uno esperaría que se confesara lo que está de sobra y con razones sospechado, que Po es hijo adoptado del ganso. Sin embargo lo que está por venir de pico del padre de Po es aún más importante: “El ingrediente secreto de mi sopa de ingrediente secreto es… nada”. Po, incrédulo increpa “¿Entonces la sopa especial es solo sopa normal?” a lo que el padre responde “Si, la sopa es especial solo porque crees que es especial”. En ese momento Po entiende la enseñanza del rollo del dragón que en un principio no entendió, el secreto es que eres el guerrero dragón si crees en ti mismo. La historia de Kung Fu Panda propone que creas en tus sueños, cree en ti mismo solo que existe un inconveniente, ¿cómo creer en estos tiempos de la soledad donde se nos dice que no debemos cazarnos con creencias retrógradas? ¿Cómo aventurarnos a hacer algo por simple creencia cuando la creencia misma a sido cuestionada y buscamos evidencias que sostengan las creencias, es decir, creer solo en lo que el discurso políticamente correcto nos diga que creer? ¿Cómo creer en tiempos donde creemos que no creemos o no debiéramos de creer? Más aún, ¿sobre qué base se sostiene la creencia? El padre de Po nos da la respuesta en lo que hace chiste.
Las dos figuras centrales que se entrelazan y muestran la una estructura similar, que apoyan el pie en la misma tierra, son el padre y el maestro. Por un lado tenemos Shifu, el maestro que no cree en su alumno. Maestro que fue más maestro que padre para el villano y que no cree en su alumno sobre todo si es un Panda Panzón. Un momento viraje de la historia es cuando Po sale corriendo asustado por el escape de Tai Lung. Lo detiene el maestro Shifu y le exige que se quede. Shifu no cree en su alumno pero el cambio lo hace el que si crea en su propio maestro Ogway. Es una idea inquietante la Kung Fu Panda, el maestro, para creer en sus alumnos debe primero creer que la forma como fue educado valió la pena, creer en sus maestros. Damos el adjetivo de inquietante ya que actualmente se busca en las tendencias educativas cualquier modelo que no sea el de antaño. Esto se comparte con la función paterna, a saber, la autoridad.
Parece broma cruel que los dos hijos que aparecen sufran de los temas actuales en la consulta con niños: Agresividad (Tai Lung) y Obesidad-Flojera (Po). Claro está que Po sale triunfante ya que el padre, por más ridículo que se ve frente al maestro Shifu le sale bien la jugada de ser padre al no dudarlo (Usamos esta metáfora siguiendo una de las imágenes que aparecen durante los créditos donde vemos a al padre de Po ganándole un partido de fichas al maestro Shifu).
¿Cómo gana el padre de Po? Con la sabiduría de la nada que comprobar. Cuando el padre dice “la sopa es especial solo porque crees que es especial” ¿No es lo mismo para su condición de padre de Po? Por más que podríamos decir que es el padre adoptivo de Po, es su padre (un hombre especial) solo porque el cree ser el padre de Po. ¿Por qué hay que respetar a los mayores? Solo porque son mayores. Sin nada que comprobar, sin nada que ser certificado o mediado. El mensaje de Kung Fu Panda es más para los padres de familia en sus hijos que para los hijos de los padres. El sentido de las creencias es solo el crear elementos especiales de ahí que uno de los lugares donde nos encontramos los efectos de la declinación paterna es los problemas con relación al amor.
Everybody is Kung fu fightingAfortunadamente la propuesta infantil de Kung Fu Panda no propone este discurso mezquino estilo “el secreto” o la “Ley de la atracción”. La creencia que nos propone es la de más que creer en algo es creer en alguien. Ese uno mismo son los demás. Po es un oso cariñoso con sus ídolos y sus maestros. En este sentido resaltamos el carácter amoroso de la creencia, cuyo centro no es el carro, el trabajo o demás cosas que busque alguien “atraer” con fotos y pensamientos energéticos sino la creencia en las nadas, en las ficciones, aún y reconocidas como tales.
Afortunadamente Po no sabía que se encontraría en ese pergamino, nadie sabía como era el poder ilimitado hasta que se cae en cuenta que realmente nunca lo necesito.
Otro de los detalles que nos llaman la atención de esta película es la versión de la canción sementera “Kung Fu Fighthing” ya que no es la letra original sino una versión del joven cantante Sam Concepción y que finalmente canta en escena Rain. Esta versión es de motivación. Comparemos la letra original que Carl Douglas creara en 1974 con la versión de la película.
Mientras Carl Douglas dice:
Everybody was kung-fu fighting
Those cats were fast as lightning
In fact it was a little bit frightening
But they fought with expert timing
Sam Concepcion
Coz everybody is Kung Fu Fighting
Your mind becomes fast as lightning
Although the future is a little bit frightening
It's the book of your life that you're writing
La versión de la película habla de crecer para el futuro, siguiendo la línea de “cree en ti mismo”, como lo muestra la siguiente estrofa:
You are a natural
Why is it so hard to see
Maybe it's just because
You keep on looking at me
The journey's a lonely one
So much more than we know
But sometimes you've got to go
Go on and be your own hero
“Sé tu propio héroe” bien puede ser la moraleja de la historia y vemos un bello mensaje para los niños, las criaturas. Sin embargo, es claro que las películas de niños que funcionan son las que le llegan también a los papás. Este razonamiento de buscar que los niños crean en ellos mismos me recuerda al chista donde un padre le dice a su hijo que no quiere hacer la tarea “A tu edad Benito Juárez el primero en su clase” a lo que responde el niño “Y a la tuya ya era presidente de la república”. ¿Cómo infundir en los niños la creencia en ellos, o simplemente la creencia misma? La función paterna es la creencia encarna ya que madre cierta, padre incierto. La enseñanza del maestro Ogway puede rezar “Maestro cree en ti para que creas en tu alumno” y el padre de Po completa “el ingrediente secreto de la función paterna-docente es… nada; solo creer en que se es especial”.